BRUSELAS, 13 (EUROPA PRESS)
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, anunció este martes que en los próximos días pedirá “por precaución” a la Comisión Europea una prórroga de la autorización al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que venció el 30 de junio, para cubrir posibles necesidades de capital que se detecten en las pruebas de estrés a los bancos y las cajas españolas que se publicarán el próximo 23 de julio.
En todo caso, Salgado destacó que el Fondo, que está dotado con 99.000 millones de euros, es “muy sobrante” para atender las necesidades de financiación de las entidades españolas que, a su juicio, “no serán demasiado importantes”.
Los ministros de Economía de la UE perfilaron cómo van a publicarse estas pruebas de estrés sobre los bancos para lograr su objetivo de recuperar la confianza en la economía comunitaria. Las pruebas cubrirán 91 entidades europeas, entre las que se incluyen 8 bancos españoles y 19 cajas de ahorro, un tercio del total. El Ejecutivo comunitario ha pedido a los Estados miembros que se preparen para asistir a las entidades con problemas.
“Como medida de precaución, pediremos en los próximos días a la Comisión Europea que extienda la utilización del FROB al menos en un tiempo razonable en la eventualidad de que pudiera resultar alguna necesidad adicional, que estimamos que en todo caso no sería demasiado importante, después de los 'stress tests'”, anunció Salgado al término del Ecofin. La solicitud se presentará antes del 23 de julio y el Gobierno espera que la aprobación de Bruselas sea “inmediata”.
La vicepresidenta explicó que se trata de que, en el momento en que se publiquen las pruebas de estrés, esté vigente un instrumento público para ayudar a las entidades con problemas porque acudir al mercado privado en busca de financiación “no es fácil”. En todo caso, aclaró que la prórroga del FROB será por “un tiempo limitado”.
También como medida de precaución, el Gobierno ha introducido en el decreto ley de reforma de las cajas “la posibilidad de que pudiera utilizarse el FROB asociado a una medida de mejora y de reestructuración pero sin necesidad de llevar asociada una fusión”, indicó.
Salgado aseguró que las cifras que manejan los analistas privados sobre las necesidades de financiación del sistema financiero español “son de todo punto exageradas”. “El FROB es varias veces sobrante, en algún múltiplo. Va a ser necesaria una cantidad muy inferior a la cantidad de la que podría disponer el FROB”, insistió. “Las necesidades de nuestro sistema financiero han sido ya en una buena medida solucionadas con las inyecciones que ha venido haciendo el FROB en las cajas”, indicó.
En este sentido, señaló que, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), las cajas de ahorro españolas tendrían unas necesidades de capital de 17.000 millones y los bancos de 5.000 millones en el “escenario estresado” y mucho menos en un escenario normal. “Ya hemos aportado desde el FROB 11.000 millones y desde el Fondo de Garantía de Depósitos algo más de 3.000 millones. Por lo tanto estamos muy cerca de esa cifra que decía el FMI”, dijo Salgado.
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Según lo decidido por los ministros de Economía, el 23 de julio cada entidad publicará el resultado de su prueba de estrés. Los supervisores nacionales presentarán los datos agregados de cada país, mientras que el Comité Europeo de Supervisores Bancarios (CEBS, por sus siglas en inglés) hará lo propio con los datos a nivel comunitario.
Además, como en España participan muchas entidades (el 95% del total del sistema financiero, frente al 60% en otros países) la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y la Asociación Española de Banca (AEB) publicarán los resultados individuales de cajas y bancos, respectivamente, pero de manera conjunta.
Los resultados incluirán en todos los países los mismos datos: el capital básico (tier 1); los activos ponderados por riesgo; las pérdidas en activos financieros, distinguiendo entre hogares y empresas; otras pérdidas; el tier de capital resultante después de las ayudas públicas recibidas y la exposición a deuda soberana, según explicó Salgado.
España quiere además “hacer un ejercicio adicional de transparencia” y desagregará más cada uno de los parámetros, especialmente los activos y las pérdidas. Por ejemplo, en el caso de los hogares distinguirá entre créditos hipotecarios y créditos al consumo.