El vicepresidente del Gobierno de Canarias, José Manuel Soria, presentó este jueves en el Parlamento de Canarias el proyecto de presupuestos para 2008, del que destacó la reducción fiscal por la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones, con el fin de contrarrestar la desaceleración económica, y la concentración del gasto nuevo en las políticas sociales.
En 2008, el Gobierno de Canarias ingresará y gastará 568,3 millones de euros más, hasta los 7.163,14 millones de euros, un aumento del 8,6%.
Pero, según Soria, el incremento podría ser de otros 780 millones adicionales si el Estado tratara a Canarias “no con privilegios”, sino igual que al resto de las regiones.
El aumento del gasto en 568,3 millones de euros será posible fundamentalmente por la mejora en la gestión tributaria y por la subida del sistema de financiación en 415 millones, explicó Soria.
Y podría ser superior, añadió, si el Estado compensara a Canarias con 80 millones de euros por compensaciones a la desaparición del ITE, con 300 millones por la recaudación del IGIC y con 400 millones si se igualara la media de inversión por habitante.
Además, prosiguió, el Gobierno canario renuncia a ingresar 680 millones de euros por las diversas desgravaciones fiscales, incluidos los 22 millones de ahorro para los contribuyentes por la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Soria defendió la desaparición de este impuesto como una medida “anticíclica” ante la incertidumbre y la desaceleración económica, ya que los contribuyentes lo destinarán a consumo, ahorro o inversión, lo que permitirá reactivar la economía y el empleo.
La situación económica internacional, nacional y regional ha llevado al Gobierno canario a una previsión de crecimiento económico del 2,6% (frente al 3% de 2007).
Con este crecimiento se podrá crear empleo, pero al mismo ritmo al que crece la población activa, con lo que la tasa de paro se mantendrá en el 10,28%, explicó Soria.
El vicepresidente explicó que de los 568,3 millones de euros de nuevo gasto, el 75,9% (431,43 millones) se destinará a gasto social, como sanidad, acción social, educación, empleo, formación profesional y vivienda.
El 9,7% de ese nuevo gasto se destinará a actuaciones territoriales, el 6% a Gobierno y Administración autonómica, el 4,8% a otras políticas (cooperación exterior, RTVC, órganos legislativos y consultivos), el 4,4% a los sectores productivos, el 4% a las corporaciones locales y el 2,9% a mejoras en justicia y seguridad.
Soria aseguró que el reto fundamental para el Gobierno es mejorar la prestación de servicios públicos, en particular la sanidad, con un compromiso de reducir las listas de espera, y la educación, con la lucha por la calidad y contra el fracaso escolar como prioridades.
El “tercer pilar” es el área social, y también se prioriza la justicia y la seguridad, el empleo y la formación, las energías renovables y el equilibrio insular.
“Es un presupuesto solidario” orientado a “las personas mas débiles”, y de carácter anticíclico por la reducción del impuesto de sucesiones y donaciones, resumió Soria.
Señaló que habría sido fácil inflar los ingresos realizando previsiones de crecimiento del PIB irreales por encima del 2,6%, como ha su juicio ha hecho el Gobierno español al no revisar sus previsiones macroeconómicas pese a las turbulencias financieras, el incremento el petróleo y las materias primas o la subida de tipos de interés en los mercados.