Ganaderos de varias islas exigieron este viernes al Gobierno canario que se ponga “manos a la obra” para negociar en Bruselas que las ayudas a la leche y a la carne las reciban directamente los productores, pues el sector vive “un declive total y absoluto, y las vacas no comen sólo con la buena predisposición”.
Así lo manifestó Juan Farrais, presidente de la Cooperativa Agrícola Ganadera Villa de Los Realejos, quien como portavoz de ganaderos del Archipiélago ofreció una rueda de prensa ante la sede del Cabildo de Tenerife, al que desplazaron además un burro y varias cabezas de ganado.
Juan Farrais precisó que en enero de este año se inició una negociación con la Consejería canaria de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación respecto a las peticiones “urgentes” que plantean los ganaderos, y que “no han dado resultado tan rápido como el sector demandaba”.
“Es esencial que la Consejería tome conciencia de este asunto porque el sector no puede esperar a la reforma del Posei del próximo año para que los ganaderos reciban las ayudas, ya que la mayoría de las explotaciones están hipotecadas”, advirtió Farrais.
“Los animales no entienden de trabas burocráticas como el Posei”
Los ganaderos ven en la Consejería “una buena predisposición a negociar, pero lo cierto es que los animales no entienden de trabas burocráticas como el Posei”, añadió.
En su opinión, estas reivindicaciones son compartidas “por la inmensa mayoría de los ganaderos de Canarias”, que “por primera vez” han consensuado“ sus demandas, avaladas también ”unánimemente“ por los cabildos de La Palma y El Hierro.
Las exigencias se refieren en su mayor parte a la leche y la carne, pues los productores reclaman que se les abone directamente la ayuda, como sucede con otros sectores, y la Consejería argumenta que el Posei se negocia año por año y no se puede modificar el correspondiente a 2008.
Sin embargo los ganaderos replican que en ocasiones se ha negociado un adelanto de las ayudas hasta en un 20%.
En concreto, el sector percibe 0,13 céntimos por litro de leche, y entre sus demandas incluyen una petición de que las industrias que realizan preparados lácteos con leche producida en Canarias perciban una ayuda a la comercialización de 72 euros por tonelada.
A su juicio, el Régimen Específico de Abastecimiento (REA) no ha dado resultado positivo alguno para Canarias y sólo ha servido para que algunas empresas aumenten sus beneficios, sin que haya habido repercusión en el precio de la leche.
Mientras, añadió Juan Farrais, el sector va desapareciendo “a marchas forzadas”, pues se ha pasado de 17.500 vacas en 2002 a 1.250 cabezas de ganado vacuno en Tenerife y unas 3.000 en Gran Canaria, por lo que uno de sus objetivos es crear una organización regional de ganaderos, que podría constituirse dentro de un mes.
Argumentó también que la producción de leche en Canarias es de unos 139 millones de litros anuales que, si se divide por habitante y día, proporciona únicamente el equivalente a una taza de las café por persona, “y aun así tenemos dificultades para venderla”.
Igualmente ocurre con la producción local de carne de vaca, que es de 1.950.000 kilogramos al año, lo que por habitante y día proporciona sólo 2,5 gramos.
“¿Cómo es posible que el Gobierno de Canarias destine 18 millones de euros para la importación de carne y los ganaderos de las islas tengan problemas para vender 2,5 gramos?”, cuestionó Farrais.
Los ganaderos reclaman también “medidas urgentes” para reestructurar la empresa Teisol, de la que es accionista el Cabildo de Tenerife, y que en su opinión no está desempeñando el papel que se esperaba para el despegue del sector.
“El Cabildo pone mucho dinero en Teisol del que deben beneficiarse todos los ganaderos y que pague el litro de leche al precio que debe, y no debe continuar esta empresa como el agujero negro de la ganadería en las islas”, afirmó Farrais.
Asimismo, Nicolás Rodríguez, secretario de la SAT de Ganaderos de La Palma, precisó que frente a las ayudas del REA a la importación de carne, los productores locales perciben 2.260.200 euros, por lo que a los carniceros “no les interesa vender” la carne local porque ganan más“ con la importada.
Además en La Palma no hay industria láctea, por lo que el sector depende de la carne y la situación “es más asfixiante” ya que hay previsiones, según Nicolás Rodríguez, de que hasta fin de año cierre el 30% de la cabaña de caprino, pese a que elaboran quesos que reciben premios en certámenes internacionales.
También criticó el que no haya combustible profesional, de forma que “cualquier barco de recreo” paga menos por el carburante que el necesario para un tractor, y denunció el que se esté importando carne de terceros países que no paga aranceles, entre ella la procedente “de Chernobil -Ucrania- o Rumanía”.