La escasez de lluvias que arrastra Canarias desde el invierno y que se prolongará hasta septiembre, según ha vaticinado la Agencia Estatal de Meteorología, no afectará a los cultivos de los agricultores en Gran Canaria. El gerente del Consejo Insular de Aguas, Gerardo Henríquez, sostiene que se ha hecho “una previsión de dotaciones para las comunidades de regantes partiendo de la premisa de que no se van a producir nuevas precipitaciones” en las próximas fechas y, de la misma, deduce que para los dos próximos ejercicios agrícolas el agua estará “garantizada”.
“Esta vez tenemos la ventaja de que ya finalizaron las obras de conexión para llevar agua regenerada desde Las Palmas de Gran Canaria hacia la zona sur. Nos servimos de agua depurada o desalinizada en zonas donde antes solamente llegaba la de las presas y, de esta manera, mantenemos los embalses estables en las zonas altas. Ahora mismo, con el volumen existente en Chira, Ayagaures y Gambuesa estamos intentando hacer una dotación de agua que nos dé para finalizar bien este ejercicio y para el siguiente año agrícola”, ha explicado Henríquez.
Desde que el volumen de las siete presas públicas superara el 50% de su capacidad en marzo de 2018, las reservas han ido descendiendo paulatinamente hasta el 34% actual. A 31 mayo de este año, Chira estaba al 32%; Ayagaures, al 11%; Gambuesa, al 89%; Candelaria, al 22%; Fataga, al 2%; Vaquero al 54%; El Mulato, al 79%. Y la semipública Soria, al 5%. Entre todas, acumulan 4.246.597 metros cúbicos.
Gracias a esas dotaciones, “el agua regenerada alcanzará zonas de cultivo a las que antes no llegábamos”, especialmente en el sur de la isla, territorio tradicionalmente castigado por las sequías. “Además, estamos haciendo más obras de interconexión: está en licitación una con la presa de Ayagaures para tener la conexión entre todas las presas más garantizada, de forma que, cuando falte agua en un embalse, se pueda trasvasar desde otro” ha añadido Henríquez.
Sin embargo,el secretario insular de la Confederación de Organizaciones Agrarias y Ganaderas (COAG), Juan Hernández, manifiesta que “una gran parte del sector agrario se abastece de aguas de presas que pertenecen a empresas privadas” y estos no podrán beneficiarse de la iniciativa del Consejo Insular de Aguas. Mientras que el órgano público dependiente del Cabildo de Gran Canaria mantiene un precio estable de 15 euros la hora de agua, las demás están “a 23 euros” y considera que, ante la escasez de lluvias, seguirá creciendo hasta los 30 euros, algo “totalmente inasumible”.
Dado que, a juicio de Hernández, el invierno fue malo y se producirá un incremento del precio del agua, muchos agricultores se verán obligados a hacer “un parón” y volver a retomar su actividad en septiembre. “Los efectos se verán en el mercado con desequilibrios de precios para los consumidores. Al respecto, el gerente del Consejo Insular de Aguas ha afirmado que en las dotaciones de agua regenerada priorizan ”los cultivos arbóreos“, porque ”corren el riesgo de morir y luego tardan años en dar frutos“, a diferencia de los ”estacionales, que depende de la cosecha“.