La protesta contra la competencia desleal existente en el mercado de las mieles que se produjo en España este martes, 11 de diciembre, también llegó a la capital tinerfeña, donde la organización profesional agraria COAG-Canarias realizó una concentración en la calle Castillo y por fuera del Parlamento regional.
La acción reivindicativa tuvo lugar a partir de las 16.00 y los participantes en ella, en su mayoría apicultores locales, repartieron folletos informativos a los transeúntes, a la vez que dialogaron con algunos diputados que se acercaron a ese grupo para interesarse por las peticiones de estos profesionales del campo isleño.
La protesta, convocada a escala nacional por COAG, tuvo como lema En defensa de la miel española, por un sector apícola rentable y sostenible, y se simultaneó en 18 ciudades del país, con participación en este caso de las dos capitales de provincias canarias.
El objetivo de las concentraciones era alertar sobre los “abusos de la industria envasadora de miel a productores y consumidores”, y en ellas se “reclamó un mayor control de las importaciones de baja calidad, especialmente de China, y un etiquetado más transparente que obligue a detallar el país de origen de la miel” para evitar confusiones y engaños en el consumidor final.
En el año 2017, Canarias importó mas de 1,25 millones de kilos de miel, mientras que solo produjo en torno a los 0,5 millones, con Tenerife como la principal isla productora.
Hasta ahora, la problemática que más afecta a esta actividad en las islas, reconoce la organización COAG-Canarias, no tiene que ver tanto con la competencia de productos de la Península, pues en las islas la práctica totalidad de la producción local está vendida.
En cambio, sí es verdad que existe el temor de que pueda acabar afectando al productor local la problemática existente en el resto del país, que se ve perjudicado por el mal etiquetado de las mieles, engañoso pues no da información precisa y clara acerca de la procedencia de estos productos.