Pese al cambio de gobierno en la isla, las ayudas al sector primario en Tenerife siguen copadas por aliados de Coalición Canaria. La Cooperativa del Campo de La Candelaria se ha concedido a sí misma, a través de la Asociación Canaria de Arrastre (ACA), un contrato de emergencia de 146.000 euros, financiado por el Cabildo de Tenerife, para abastecer de forraje a los ganaderos de bovino de raza basta canaria. El sector celebra la ayuda como un alivio durante estos meses sin otros ingresos, pero algunos ganaderos, que han pedido mantenerse en el anonimato, denuncian que los precios a los que acceden con los vales de alimentos que les dio la ACA son hasta un 20% más elevados que los que suelen conseguir en el mercado.
Las ayudas buscan evitar que los ganaderos de arrastre sacrifiquen a los animales por no poder alimentarlos debido a la caída de ingresos durante estos meses de pandemia sin fiestas populares. Las subvenciones y los premios ligados a las romerías y los arrastres suponen el principal ingreso generado por el bovino autóctono, una raza en peligro de extinción que ha perdido su uso agrícola.
Tanto la cooperativa de La Candelaria como la Asociación Canaria de Arrastre están asentadas en el feudo nacionalista de La Laguna, y han sido históricos aliados de la formación del exalcalde y ex presidente del Gobierno regional, Fernando Clavijo. Tras la muerte en 2018 de Pedro Molina, que fue nombrado hijo predilecto de la ciudad y de la isla, el nuevo hombre fuerte del binomio ACA-La Candelaria es Alberto Santiago Cacho. Tras 25 años de gerencia de la cooperativa, compagina ahora funciones de secretario con la presidencia de ACA. Cacho también heredó de Molina la presidencia de la Asociación de Ganaderos de Tenerife (AGATE), que ha conseguido del ayuntamiento lagunero una ayuda directa de 80.000 euros a repartir entre los ganaderos de raza basta del municipio, donde mantiene especial arraigo esta tradición.
En declaraciones a este periódico, Cacho asegura que ACA eligió el presupuesto de su cooperativa para el abastecimiento de forraje porque era el más barato de los tres recibidos y dice que es “imposible” que ningún ganadero consiga un precio mejor que el ofrecido por su cooperativa, pero se niega a decir a qué otros distribuidores le pidieron ofertas. “Llevamos 30 años trabajando con la administración y sabemos cómo hay que hacer las cosas”, dice.
Según Cacho, la ayuda en especie a través de la asociación busca que el dinero vaya “directo a los animales, porque si va a los ganaderos a menudo se pierde en otras cuestiones que pueden necesitar, como un camión”.
El consejero de Agricultura del Cabildo de Tenerife, Javier Parrilla, defiende las ayudas al ganado basto como parte de las ayudas de su departamento para “salvar las naves” y mantener la producción del sector primario insular. Dice que el Cabildo optó por dar 1,2 millones de euros en ayudas directas a través de las asociaciones (que también beneficiaron, entre otros, a los apicultores, las cofradías de pescadores y los consejos reguladores del vino) para acelerar el proceso burocrático en un momento de crisis. La corporación ha destinado otros 3,3 millones en ayudas al sector primario concedidas a través de un proceso de concurrencia.
Sobre la adjudicación del contrato a La Candelaria, Parrilla confía en la “autogestión de las asociaciones” y que ACA tendrá que justificar la ayuda, demostrando que eligió el mejor de, al menos, los tres presupuestos solicitados. De no ser así, tendría que devolver la ayuda y enfrentarse a las consecuencias penales correspondientes, advierte.
Tanto Parrilla como Cacho se muestran satisfechos con el funcionamiento de las ayudas directas a través de asociaciones. El consejero subraya la importancia de que las ayudas lleguen a los ganaderos cuando las necesitan y espera repetirlas el año que viene. El presidente de ACA espera que así sea y dice que trabajará para que la oferta de La Candelaria sea la más barata, pero insiste en que siempre se concederá el contrato al mejor ofertante.
La supervivencia de la raza bovina canaria y de las tradiciones que la rodean depende casi exclusivamente de las subvenciones públicas. A preguntas sobre la sostenibilidad de un modelo ganadero tan dependiente de ayudas, Cacho responde que “a los hoteleros también les están pagando los ERTE”. Alega que las ayudas públicas son necesarias para que la gente pueda salir adelante y que “del arrastre también vive la gente”. Cabe recalcar que, como reconoce el líder de ACA, la inmensa mayoría de los ganaderos de arrastre lo hace por afición. “La gente también tiene derecho a divertirse”, dice.
En busca de alternativas, la Cooperativa de La Candelaria y la Corporación insular están desarrollando un proyecto de maduración para elevar el valor de la carne de la vaca basta. El sector intenta mantener la raza, pero parece haber aceptado que algunos de sus animales más preciados, estos representantes de la tradición agraria del archipiélago, van ya rumbo al matadero.