Todos los grupos del Parlamento avalan pedir al Gobierno nuevas reglas urgentes para proteger a los pequeños plataneros

Román Delgado

Santa Cruz de Tenerife —

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Siete meses después de lo inicialmente previsto por el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, Narvay Quintero (herreño de AHI, partido que respalda el Gobierno presidido por Fernando Clavijo, junto con CC, PP y ASG), al fin toma fuerza y parece que recibe un empujón definitivo, gracias al consenso político que se ha construido en el Parlamento de Canarias, la modificación del marco legal que en el archipiélago regula las condiciones de cultivo del plátano y el acceso de sus productores a los apoyos directos para esta fruta, principal actividad agraria existente en las islas.

Y esto es así porque este viernes, con vistas a que la propuesta no de ley (PNL) sea aprobada en una sesión de la Comisión de Agricultura convocada para el 26 de julio próximo (antes del cierre por vacaciones del Parlamento), todas las fuerzas políticas con representación en la Cámara, desde las que apoyan al Ejecutivo autonómico, las ya señaladas, hasta las que forman parte de la oposición, PSOE, NC y Vox, han tenido a bien avalar el texto introducido por registro del Parlamento esta misma mañana, en el que ha mostrado un empeño especial la formación política Nueva Canarias y además han participado las organizaciones profesionales agrarias, de manera principal COAG y Palca.

Como la PNL ya cuenta con el respaldo inicial de todos los grupos parlamentarios, lo lógico es que sea respaldada sin problema y por unanimidad en la sesión prevista, la del 16 de julio, con lo que los principios descritos en esta PNL se deben convertir en santo y seña de la nueva regulación del cultivo del plátano en Canarias, algo que el actual consejero Narvay Quintero había asegurado que tendría como iniciativa de su propia Consejería, a través de la aprobación de un decreto territorial (solo necesitaba el aval final del Consejo de Gobierno), desde diciembre pasado, justo en uno de los momentos más críticos para los precios de la fruta y, como consecuencia de ello, de disminución prolongada de la renta de los cosecheros. Ocurrió el año pasado, en 2023. Metidos en mitad de julio de 2024, Quintero aún no había conseguido nada de lo que se propuso y dijo que iba a tener aprobado en diciembre pasado. ¿Por qué? Hay varias claves: dudas políticas sobre todo en CC de La Palma y rechazo mayoritario por parte de Asprocan a los planteamientos esgrimidos por la Consejería. Este se apoyaba en las negativas de cuatro OPP: Cupalma, la dirigida por el presidente de Asprocan, Domingo Martín; Europlátano y las dos con más presencia en Gran Canaria, Llanos de Sardina y Plataneros de Canarias. Coplaca y Agriten eran proclives, con ligeros matices, al acuerdo planteado por Quintero.

Ante el hundimiento de la renta agrícola…

Esta PNL de consenso indica que el Parlamento de Canarias insta al Gobierno autonómico, “ante la crisis actual del sector platanero local y el hundimiento de las rentas de sus productores en los últimos meses, a adoptar una serie de decisiones que contribuyan a mejorar la gestión de la ayuda [el apoyo directo al plátano que concede la Unión Europea -UE- dentro del programa Posei, con hasta 0,33 euros de ayuda por kilo comercializado para un máximo de 420.000 toneladas por año, con ficha financiera de 141,1 millones de euros] y del propio mercado”, lo que implica la “reforma del diseño de la actual ayuda en el marco del programa Posei con las siguientes modificaciones”, a saber:

“1) Limitación de los incrementos de las cantidades de referencia asignadas a cada productor de plátano por la suma del histórico de producción, la cantidad siniestrada certificada por Agroseguro y/o la cantidad de kilos retirados del mercado” [la operación conocida como pica]. Quiere decir que para el cálculo del histórico se suma lo que se vende al año, lo que no se vende porque se pica y lo que se destruye por riesgos meteorológicos u otros que cubre la prima colectiva del plátano (Agroseguro).

2) Aplicación de un rendimiento máximo en el cálculo de las cantidades de referencia de 68.500 kilos por hectárea [menor al propuesto por Asprocan, en 80.000 kilos, y superior al planteado inicialmente por la Consejería, en 65.000]. El cálculo del rendimiento máximo se realizará con la superficie incluida en el registro de afiliados de las organizaciones de productores de plátanos (las OPP, seis en Canarias), a 31 de agosto de la campaña N-1 [la anterior a la definitivamente cerrada].

3) Incremento del periodo de revisión de las cantidades de referencia [para el abono de la ayuda directa de la UE], con la ampliación del cálculo de referencia de los dos años actuales a tres [la Consejería propuso hasta cuatro en sus borradores y Asprocan prefiere los dos actuales].

4) Exclusión de la ayuda Posei para las plantaciones ubicadas en nuevos polígonos, parcelas y recintos, con la búsqueda de un mecanismo excepcional para que no se perjudique la incorporación de jóvenes agricultores al sector [no hay prohibición de nuevos cultivos de plátano, pero se penalizan porque no tienen derecho a la ayuda directa de la UE, lo que en la práctica los hace inviables].

5) Generación de mecanismos que permitan conservar las cantidades de referencia durante siete años para aquellos productores que quieran explorar la producción de otros cultivos [si se apuesta por otra actividad y se regresa al plátano, no se pierde el derecho a la ayuda de la UE]“.

Más oferta , peores cotizaciones y menos ayuda unitaria

En la exposición de motivos de la reseñada PNL, se repasan las principales variables sociales y económicas del cultivo más hegemónico en Canarias, el que más renta agraria genera y, por lo tanto, el más boyante, pese a sus crisis reiteradas y numerosos problemas de todo tipo.

“En los últimos años -se reconoce en la PNL- se ha producido un aumento desmesurado de la producción de plátano que ha llevado a una reducción de los precios obtenidos por el productor en el mercado [el casi único de Península, con actual buena coyuntura de precios, desde marzo de este año], así como a la reducción de la ayuda por kilogramo comercializado [el mismo dinero para más kilos implica prorrateo del subsidio]. De seguir con esta situación de reducción de precios al productor [los recibidos por el cosechero en su cuenta bancaria] y con la minoración paulatina de la ayuda directa del Posei, el sector se encontraría ante un escenario muy grave para la supervivencia de las fincas pequeñas (la mayoría con cultivos al aire libre) y ello sería un fracaso político en la defensa de las explotaciones tradicionales, las pequeñas y medianas, casi siempre de gestión familiar, que son las que legitiman la importante ayuda europea de 141,1milones de euros que recibe el plátano” al año.

En la PNL, también se detallan datos sobre la evolución del sector platanero entre los años 2011 y 2021, que “son elocuentes de la situación que se describe”:

•Superficie cultivada 2011: 9.140 hectáreas / 2021: 9.097 / 2023: 8.719.

•Producción comercializable 2011: 349.136.715 kilos / 2021: 411.731.930 / 2023: 467.256.125.

•Nº peticionarios de subvención 2011: 11.108 productores / 2021: 7.508

El subidón de oferta apta para comercializar en 2023, con un aumento de la producción hasta los 467.256.125 kilo, supuso nada menos que 118.119.410 kilos más que en 2011. Por ello, el año 2023 se cerró con los siguientes parámetros: 467.256.125 kilos comercializados, de los cuales 26.469.204 fueron retirados del mercado [pica: sin ingreso para el agricultor, destinado a insumo alimentario del ganado, beneficencia, destrucción como residuo o proyectos fallidos de introducción en Marruecos] y a los que se añadieron 9.410.998 kilos siniestrados y reconocidos por Agroseguro. De esta suma resulta una producción total de 476.667.123 kilos, según las estadísticas anuales de la organización Asprocan, la que integra a las seis OPP existentes en las islas (Coplaca, Cupalma, Europlátano, Agriten, Plataneros de Canarias y Llanos de Sardina).

En la misma exposición de motivos se reconoce que la disminución “importante” en el número de peticionarios/productores de la ayuda directa de la UE se debe, entre otros factores, a los siguientes: a) concentración de las explotaciones en unidades de mayor tamaño, existiendo una progresiva disminución de las fincas de pequeño tamaño y un aumento de las explotaciones de dos o más hectáreas; b) en lo referente a la distribución por cantidad de referencia, ocurre que aquellas explotaciones con menos de 45.000 kilos/año de producción, en especial las más pequeñas, disminuyen notablemente; c) si se analiza la producción comercializada, se observa un aumento continuo (17,43%) en los kilos comercializados desde la campaña de 2009 hasta la actualidad, y d) si no se toman medidas, la ayuda directa podría bajar hasta 0,27 euros por kilo, 0,05 euros menos que los 0,33 para 420 millones de kilos al año. 

Esta es la cantidad de producción identificada en su momento como razonable para la oferta canaria y sobre la que se calculó el importe total de 141,1 millones de euros por año, los que abona la UE a los agricultores plataneros a través del programa Posei como compensación de su pérdida de renta. 

Todo lo anterior, se recoge en la PNL, justifica “la necesidad de adoptar medidas para frenar el crecimiento de la oferta platanera, de modo que se contribuya a corregir los precios de venta en Península, a rebajar la pica de fruta (26 millones el año pasado) y a paliar el prorrateo por exceso de kilos comercializados [más de 420 millones al año] en la ayuda directa, lo que sucede desde hace seis años”.