Canarias espera enviar este año a Península en torno a 380 millones de kilos de plátanos, como en 2016
Las cifras de comercialización en el exterior (fuera del mercado interior canario) del plátano de Canarias, principalmente en Península y Baleares y hasta el mes de agosto de este año (enero-agosto de 2017), han alcanzado los 255 millones de kilos, muy próximas a las cifras máximas alcanzadas en el mismo periodo de 2016, con 259 millones de kilos. Estos datos de comercialización suponen un aumento de más de 23 millones de kilos respecto a la media de los seis años previos a 2016, informó este viernes Asprocan, entidad que agrupa a las seis organizaciones de productores de plátanos de Canarias.
El año 2017 comenzó con un descenso de la producción que hacía prever un año con menos intensidad de producción, pues en febrero el volumen comercializado era ya 5,5 millones de kilos inferior al del mismo mes en 2016.
Sin embargo, apuntan desde Asprocan, desde entonces las cifras de comercialización de la fruta han experimentado un incremento, llegando a los mismos niveles e incluso superando en varias semanas las cifras de 2016, hasta mantener el diferencial en 4,5 millones a final del mes de agosto.
Así, el escenario más probable para este año 2017 es que se mantenga un nivel de comercialización muy similar al de 2016 y, por tanto, muy cerca de alcanzar el récord histórico de más de 381 millones de kilos vendidos en la Península, cantidad que se suma a los cerca de 36 millones comercializados en Canarias.
El presidente de Asprocan, Domingo Martín Ortega, destaca en la misma nota que “el mercado de la fruta en España ha vivido un verano de fuerte crisis de precios para los agricultores y un claro ejemplo de ello son los niveles de retirada de mercado que han debido realizar las frutas de hueso como nectarina y melocotones, que alcanzaron el máximo de cuota de retirada establecida en un solo día y para el que la Comisión Europea ha ampliado a 20 millones de kilos dicha cuota, en reconocimiento a la necesidad y eficacia de este mecanismo”. Martín expuso que las principales organizaciones agrarias nacionales han demandado un nuevo incremento de dichos topes hasta los 40 millones de kilos para este año.
Según sostuvo Martín, “la retirada de mercado es un último recurso que duele adoptar a todos los productores sin excepción, pero es un mecanismo regulado y habitual en la economía agraria. Hay que dejarse de complejos que solo cuestan la ruina de los productores y tener claro que, gracias a la organización actual del sector, el plátano de Canarias está lejos de la situación por la que desafortunadamente atraviesan otras frutas en nuestro mercado”, subrayó.
En el caso del plátano, es de esperar que la aplicación de ese mecanismo destinado a evitar las pérdidas económicas de los productores locales afecte a menos del 3% del total producido en el año. Este nivel se sitúa claramente por debajo de los topes de cuota de retirada de mercado del 5% establecidos y regulados por la Unión Europea como mecanismo necesario para la gestión de crisis y estabilización de los mercados agrarios.
Precios finales más altos que en 2016
Asprocan reconoció que la preocupación principal del sector es el precio de venta al público, que sin duda es un obstáculo para la viabilidad comercial de la producción total del plátano de Canarias. Conforme al seguimiento semanal de cadenas comerciales que realiza Asprocan en toda España, el precio medio de venta al consumidor (PVP) en la gran distribución en lo que va de año se ha situado de forma constante en 1,93 euros al kilo, con un alza del 7% respecto a 2016 y del 10% respecto a 2015.
Este crecimiento del PVP es artificial en cuanto no se corresponde con la evolución de los precios de venta en origen y pone en riesgo la sostenibilidad comercial de la producción canaria, ya que incrementa injustificadamente el diferencial de precio respecto de la banana de terceros países, señalan desde Asprocan.
El sector entiende que la viabilidad productiva y comercial del plátano requiere centrarse en una mayor colaboración en los puntos de venta con el objetivo de sostener márgenes razonables que permitan sostener a la vez la producción de Canarias y defender a los consumidores.
