El concejal de Turismo, Empleo y Desarrollo Local del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Pedro Quevedo, es responsable de los cuatro mercados municipales de la ciudad capitalina, a los que, según afirma, “conoce perfectamente”.
Desde la administración trata de “ayudar” en todo lo posible para conseguir lo que considera el principal problema de las plazas de abastos: hacerlos más competitivos y atractivos.
¿Cómo valora la situación actual de los mercados de abastos de Las Palmas de Gran Canaria?
Los mercados de abastos son estructuras muy importantes, sobre todo para la identidad de los pueblos. No solamente tienen un valor comercial, sino que para un nacionalista está vinculado a la identidad, ahora bien ¿es eso lo que está pasando?
Hay una competencia desmesurada en el sector de la alimentación, debido a las grandes superficies. Además, hay un problema de competitividad seria en las estructuras tradicionales de los mercados de abastos. Como responsable de este área estoy extremadamente preocupado, porque deben ser más competitivos y para ello hay que empezar hablando de los horarios, pero este es un tema complicado.
Esto es algo que depende de la gestión propia que haga cada mercado porque son concesiones administrativas del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, es decir, se gestiona de manera autónoma por cada gerencia, y la administración se encarga de una labor de vigilancia y control. O al menos esto es lo que tendría que ocurrir.
¿Falta diálogo entre la gerencia de los mercados y la administración?
Yo creo que los mercados, a veces, se han aislado y no es un problema sólo de diálogo. Porque lo que está claro es que deben ser más competitivos y han de tener una oferta más atractiva. Pero claro, los titulares de los puestos, cuando hablas de cambiar horarios, te dicen, con razón, que se levantan a las tres de la mañana para ir al merca a adquirir sus productos, abren su puesto a las 7 de la mañana y cierran a las dos de almediodía.
Entonces no se le puede pedir que esté hasta la siete de la tarde, pero hay que buscar la manera de hacer a los mercados de abastos más competitivos. Entendiendo las circunstancias, pero hay que hacer un esfuerzo enfocado a no cargarse el mercado tradicional, porque está habiendo una tendencia a convertirlos en una cosa distinta a lo que eran y yo creo que la principal fuerza de las plazas radica en su producto, que debe ser de la tierra y de calidad.
¿Los mercados deben ofrecer exclusivamente productos de la tierra?
Los mercados de abastos deben garantizar que el 51% de su actividad está enfocada al mercado tradicional. Pero hay determinadas plazas, como la del Puerto, que ha buscado una salida a través de la venta y degustación asociada al ocio. Esto es algo que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Han conseguido dinamizar el mercado, pero me preocupa que no se liquide lo fundamental, que es el mercado de abastos. Además, nosotros hemos ayudado a mantener una estructura que tiene un gran valor arquitectónico, de estilo modernista.
Hay que combinar las actividades de forma que se beneficien las dos. Si llegase a convertirse exclusivamente en un gran centro de degutación o gastronómico y muere su función tradicional pues nos hacemos un flaco favor a nosotros mismos.
Pero esto no depende de la administración.
Yo he visto mirar para otro lado en muchas cosas y lo que sí voy a dejar claro es que yo no voy a mirar para otro lado, aunque no creo que hayan problemas. Otro caso, el Mercado de Vegueta, que es el primero de Las Palmas de Gran Canaria.
Ellos han intentado hacer una operación similar a la del Mercado del Puerto, que no ha ido igual de bien, porque tienen mucha más competencia alrededor. También tienen un problema de conectividad que es muy difícil de resolver. Desde la administración hemos hecho un esfuerzo tremendo de movilidad, con un gran estudio para valorar las posibilidades.
En este tema hacemos lo posible para ayudar a que el mercado sea más competitivo, pero donde no hay hueco no se puede inventar uno. Pero es que este no es el único problema. El público de la plaza ha envejecido y hay que pensar en esto y a mí me alegra saber que la gerencia del lugar está pensando en esto. Hay que hacerlo más atractivo y más visible. Nosotros les hemos dado a entender que el transporte público no es el principal problema.
¿Y el Mercado Central?
Probablemente es el que mejor está desde el punto de vista de su futuro. Tiene una ubicación inmejorable, es el más grande y tiene un proyecto espectacular. Si ya funciona bien, cuando acaben la dinamización en la parte superior irá a mejor.
Incluso se volverá a colocar el mural de Pepe Dámaso en la fachada, que se eliminó para poner un cajero automático.
Es algo que no se entiende. Es el primer mural que hizo el artista y esto hay que recuperarlo. Pero si el plan de actuación en Mesa y lópez se hace, para potenciar la peatonización, el Mercado Central debe ser una figura emblemática de ese espacio. Yo creo que esa plaza está en el camino correcto y nosotros ayudaremos a agilizar los procedimientos que sean necesarios.
¿Altavista?
Es el más joven y tiene otro tipo de problemas. Tiene uno muy serio de visibilidad porque hay mucha gente que no sabe dónde está. Por ello pusimos unas letras que se pueden ver casi desde La Isleta.
También ha tenido un serio problema de gestión que afortunadamente están abordando, han cambiado de equipo y ahora tienen uno formado por abogados y economistas.
Desde la administración ahora estamos satisfechos con el Mercado de Altavista porque se ha visto movimiento, porque uno lo que no puede hacer es estar viendo cómo las cosas se viene abajo y mirar para otro lado. Yo creo que por fin se ha entendido que no estábamos metiendo a nadie el dedo en el ojo, sino que era necesario corregir y rectificar.
Algunos mercados se quejan de la falta de su presencia en las plazas.
Hay dos tipos de políticos o formas de entender las cosas. Uno son los de la foto y de la propaganda y otros somos los que nos dedicamos a la política. Mi opinión es que es pernicioso ir a los mercados a sacarse la foto Yo conozco la realidad de las plazas de abasto perfectamente y como ellos saben, cuando nos hemos tenido que ver nos hemos visto, con discreción, discutiendo lo que hiciese falta y ayudando de forma significativa.
Lo que hay que hacer es identificar los problemas y actuar con seriedad. Poner el brazo por encima y hacerse la foto queda muy gracioso, pero eso no ayuda a resolver los problemas. Y en los mercados es muy fácil hacer políticas de la propaganda, apareciendo en los medios comprando un kilo de plátanos, por ejemplo. Yo no soy partidario de ese política porque creo que lo que hace es complicar las cosas.
Pero con su visita y presencia, ¿no daría más visibilidad a los mercados?
Si hay que ir a visitar a un mercado cuando se hace una actuación se va con normalidad, pero también depende de las circunstancias. Nosotros, desde la administración, ayudaremos en todo lo que esté en nuestra mano para hacer a los mercados más competitivos y atractivos para la sociedad, pero a mí no me van a poder hacer muchas fotos en los mercados y menos aún tomando copas.
¿Cuál es la fórmula para que los mercados de abastos sean más competitivos?
A mí me gusta mucho la senda que está trazando el Mercado Central, porque considero que han tomado la mejor elección de todas las posibilidades que tenían, siempre y cuando mantengan la parte de abajo. con la actividad tradicional Por otro lado, el Mercado del Puerto, que ha apostado por la venta, degustación y el ocio, y espero que siga yendo bien, debe seguir manteniendo el mercado de abastos.
Toda plaza debe tener enfocada su actividad en un 51% al mercado tradicional. La apuesta por la gastronomía es muy viable siempre que se haga de calidad. Ahora todo el mundo habla del Mercado de San Miguel en Madrid como paradigma y está muy bien, pero es un monstruo, que tiene una estructura espectacular, acristalado completamente, que se puede ver entero desde fuera.
Hay una manía de importar lo que no nos toca y el Mercado de San Miguel es un gran expositor, pero es otra historia y está ubicado en una ciudad enorme. Yo creo que lo que hay que importar es la idea de combinar las acciones dentro de los mercados en Las Palmas de Gran Canaria, manteniendo siempre la oferta de mercado tradicional en una proporción mayor a cualquier otra.