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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

El plátano vuelve a perder cuota de mercado en Península hasta febrero, con 15 puntos menos que el registro de 2018

D. M.

Santa Cruz de Tenerife —

Otra vez malas noticias para el plátano canario en relación con el comportamiento de esta fruta local, el producto agrícola más importante en las islas, en su principal y casi único mercado de exportación para febrero pasado.

En Península y Baleares, esta vez con máximos de fruta ofertada en el citado periodo mensual, hay que destacar que, por primera vez desde 1993, cuando el plátano perdió el acceso blindado al resto de España tras la incorporación plena de Canarias a la entonces Comunidad Económica Europea (CEE) y con la activación como consecuencia de ello de la Organización Común del Mercado (OCM) del plátano, la oferta disponible, plátano más banana y menos las reexportaciones, rondó las 55.000 toneladas, con lo que se mantuvo el nivel alcanzado en enero de ese mismo año.

La importación de banana de terceros países superó en febrero pasado en 3.000 toneladas la entrada de plátano desde Canarias, de forma que la cuota de mercado de la banana se situó entre el 46% y el 60% de la oferta disponible en Península y Baleares, esto es, 16 y 22 puntos porcentuales por encima de la horquilla definida para el mismo mes en 2018.

Según las estadísticas servidas por la Administración de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, que se acaban de publicar estos días, Canarias metió en los mercados peninsular y balear unas 29.556 toneladas, mientras que se importaron desde el extranjero en torno a 32.819.

Como las reexportaciones se elevaron a unas 7.525 toneladas, la oferta disponible aparente se habría situado ese mes de febrero en torno a las 54.847 toneladas. Si este dato se compara con el del mes anterior, enero de 2019, los volúmenes llegados desde Canarias disminuyeron el 3,3% y las importaciones se elevaron el 0,4%.

Además, se aprecia que las reexportaciones se redujeron el 8%, por lo que la oferta disponible aparente fue el 0,4% inferior a la del mes de enero precedente, tal y como refleja el economista Juan S. Nuez en su análisis publicado en el blog Hojas Bananeras.

Si se estudia lo ocurrido en el mercado peninsular y balear de plátanos y bananas en estos dos meses de 2019 (el registro acumulado), los consumidores potenciales en esos destinos han tenido a su disposición unas 109.907 toneladas, 5.169 más que el año pasado en el mismo periodo, lo que supone el 4,9% de ascenso.

Desde el archipiélago se habían remitido 13.040 toneladas menos que en el ejercicio anterior (-17,8%) y la importación de banana se incrementó en 16.921 (+34,8%), mientras que las reexportaciones han caído en 1.289 toneladas (-7,6%).

Con los volúmenes señalados, la cuota de mercado de la banana importada en febrero se movió entre un mínimo del 46% y un máximo del 60%. Si el análisis de la cuota de mercado en cambio se realiza para el acumulado de los dos primeros meses de 2019, el resultado es que se ha movido entre el 45% y el 60%, mientras que en las mismas fechas de 2018 lo hacía entre el 30% y el 46%.

Como siempre se advierte en estos artículos, existen otros métodos para intentar aproximarse a la cuota de mercado de la banana importada en el destino de Península y Baleares. En el caso de Asprocan, esta organización emplea los datos del Panel de consumo de los hogares elaborado por Kantar, que no siempre coincide con el publicado por el Ministerio de Agricultura del Gobierno de España. En el momento de servir este análisis, el 26 de abril de 2019, solo están disponibles los datos del modelo utilizado por el Ministerio hasta noviembre de 2018.

En el estudio de las reexportaciones desde España siempre hay que insistir en que se desconoce cuánto volumen es de origen canario y cuánto de banana importada, ya que la Administración de Aduanas ese registro no lo especifica. En febrero de 2019, sí se sabe que salieron de España 7.525 toneladas, de las que 6.786 fueron a Portugal, a un precio promedio de 67 céntimos. El país luso suele ser el destino habitual de la fruta canaria sobrante en el mercado de Península.

En lo que va de 2019, las reexportaciones se elevaron hasta 15.702 toneladas, de las que el 92% fue al mercado portugués a 65 céntimos. Si se compara con las mismas fechas del ejercicio anterior, se observa que los envíos al extranjero desde España han disminuido el 7,6% debido a que los que fueron a mercados distintos de Portugal cayeron a la mitad.

De las 32.817 toneladas importadas en febrero, el promedio de precio CIF fue de 0,55 euros por kilo. Destacan por volumen los 8,4 millones de kilos de Costa Rica a 0,49; los 8,4 de Colombia a 0,53 y los 6,6 de Costa de Marfil a 0,63. Estos orígenes representaron el 71% de las importaciones de banana de terceros países.

En lo que va de 2019, las llegadas se elevaron a 65,5 millones de kilos, y destacan los 17,9 de Costa Rica a 0,49 euros por kilo; los 15 de Costa de Marfil a 0,64 y los 14,1 de Colombia a 0,52, que suponen conjuntamente el 72% de todo el volumen importado.

Si esos datos se comparan con las importaciones del ejercicio anterior en la misma etapa, destaca el importante crecimiento de Ecuador (+199,97%), Colombia (+132,90%) y Costa de Marfil (+81,38%).

Las primeras 'picas' de fruta del año 2019

En los cuatro primeros meses de 2019, la organización platanera Asprocan, que agrupa a las seis organizaciones de productores de plátanos de las islas, ya ha ordenado dos retiradas de plátano en origen del mercado exportador, una con 400.000 kilogramos semanales en la semana 14, la primera del mes de abril (del 1 al 7), y otra con la misma cantidad en la 17, esta cuarta del mismo mes, en los siete días del 17 al 28.

En ambos casos, como es preceptivo, la pica o retirada de fruta ha sido autorizada por la Consejería de Agricultura y esta ya suma, solo en abril, 0,8 millones de kilos. Tanto una cantidad como la otra se han destinado al Banco de Alimentos, esto es, a satisfacer demandas sociales.

En lo que va de año, no ha habido pica que haya supuesto al destrucción del plátano o su uso para el consumo como alimento por cabezas de ganado en explotaciones pecuarias de las islas.