El sector del olivo canario se enfrenta a la pérdida del 95% de la producción

Olivos en Canarias.

EFE / Canarias Ahora

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El Gobierno de Canarias pagará antes de fin de año una ayuda a los productores de olivo del archipiélago, a la que seguirá otra el próximo ejercicio, después de que en 2024 se haya registrado un hecho “que no había pasado antes”, la pérdida del 95% de su producción, ha informado el consejero de Agricultura, Narvay Quintero.

Así, el Ejecutivo canario destinará 3,5 millones de euros de fondos propios para ayudas destinadas a mitigar las pérdidas sufridas por los agricultores de las islas ante “una sequía prolongada y severa, que ha generado importantes pérdidas económicas en la actividad”, y de las que se beneficiarán 1.500 agricultores profesionales.

En respuesta a una pregunta al consejero sobre las medidas del Ejecutivo canario dirigidas al sector del olivo para compensar los resultados de la última campaña de este 2024, Quintero explicó que, además de esta línea de apoyo, que supondrá 128.620 euros para 47 agricultores, los productores pueden acogerse a las ayudas a inversiones del Plan Estratégico de la Política Agrícola Común (PAC) y a las de transformación agroindustrial.

Según el consejero, “el fenómeno de la sequía ha impactado especialmente en cultivos estratégicos como la papa, la uva, el olivo, los cultivos forrajeros, la batata y los frutales de clima templado, productos que no solo son clave para la economía local, sino que también forman parte esencial de la seguridad alimentaria y la tradición cultural del archipiélago”.

“Ante esta situación resulta imprescindible implementar medidas de apoyo financiero para mitigar las pérdidas sufridas por los agricultores y garantizar la sostenibilidad de las actividades agrarias; así, mediante esta ayuda, que no requiere convocatoria pero que los productores deberán aceptar próximamente, se busca ofrecer un soporte económico directo a los agricultores afectados, con el fin de garantizar la continuidad de la actividad agrícola en las zonas afectadas, reducir el impacto socioeconómico sobre las familias y comunidades rurales, y promover la recuperación del sector agrícola para futuras campañas”, concluyó.

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