Un expediente para una millonaria modificación de crédito aprobado este miércoles en el pleno del Cabildo de El Hierro ha confirmado todos los presagios: que el grupo de gobierno en la primera corporación de esa isla se mantiene en precario y que alguien ya ha dado el pistoletazo de salida para las elecciones de mayo próximo. Se trataba de incorporar al presupuesto insular más de 18.500.000 euros procedentes de remanentes de tesorería y de los beneficios de la central hidroeólica de Gorona del Viento que sirvan para hacer frente a gastos para los que no existe crédito consignado o el que existe es insuficiente. Un acuerdo que cualquier grupo de gobierno debería aprobar sin discusión porque se trata de disponer de más fondos pero que en el caso del que rige los designios de la isla del Meridiano ha servido para evidenciar la fragilidad del pacto a cuyo frente se sitúa el socialista Alpidio Armas. El acuerdo, en el que los consejeros de Cabrera se abstuvieron, pudo salir adelante gracias al respaldo de la histórica Agrupación Herreña de Independientes (AHI), en la oposición, que ha votado así “por responsabilidad”, como ha explicado su líder Belén Allende a este periódico.
La fragilidad del gobierno herreño viene dada por el socio principal, Agrupación de Electores por El Hierro (AExEH) a cuyo frente se encuentra David Cabrera, un antiguo dirigente de la histórica Agrupación Herreña de Independientes (AHI) que llegó a ser alcalde de La Frontera y que consiguió en 2019 lo que parecía imposible: vencer al partido que le dio la vida política y lo aupó al liderazgo insular. Su agrupación de electores alcanzó las cuatro actas en el Cabildo, una más que AHI y las mismas que el PSOE, que sin embargo ganó en votos.
Los socialistas tuvieron que darle inicialmente la vicepresidencia primera del Cabildo, cargo que Cabrera perdió muy pronto por lo que se explicó como “pérdida de confianza”, que en el lenguaje común de la política local se traduce en su incontenible intento cotidiano de ganar clientela a costa del reparto de los fondos públicos. Pero el pacto continuó.
Alcanzado ese objetivo de desbancar a la fuerza local preponderante desde el advenimiento de la democracia, Cabrera cree que ya está en condiciones de dar un nuevo paso en dos direcciones: hacia las alcaldías de los tres municipios de El Hierro (Valverde, La Frontera y El Pinar) y hacia el Parlamento de Canarias, donde los 11.000 habitantes de la isla están representados por tres parlamentarios y parlamentarias.
Pero ningún agente político en presencia enseña aún sus cartas. Alpidio Armas, el histórico socialista que preside el Cabildo de El Hierro no se atreve a pronosticar si el pacto de gobierno llegará al final del mandato. “No lo sé. En los próximos días hablaremos con nuestra gente y veremos cómo tratar este asunto. Si es un tema esporádico o es una cuestión que va más allá”, declaró este miércoles a Canarias Ahora. Armas se muestra confiado en que existen más opciones para gobernar sin la agrupación de Cabrera. Niega que los contactos con AHI hayan ido más allá de conseguir sus votos para el acuerdo presupuestario de los 18,5 millones de euros. La dirección regional del PSOE está actuando desde el primer momento de esta crisis.
Y no solo por lo que puede suponer para la gestión de la isla, sino por las consecuencias electorales. Actualmente el PSOE tiene una de las tres actas de diputados por El Hierro y quiere una segunda. Pero se la puede arrebatar precisamente David Cabrera si pudieran cuajar los contactos que ha mantenido con el influyente Casimiro Curbelo, presidente de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), proyecto que pretende exportar a otras islas para incrementar sus tres diputados y ser todavía más decisivo en un futuro gobierno de Canarias.
Cabrera: “Una diferencia muy puntual”
David Cabrera prefiere no analizar nada más allá de lo ocurrido este miércoles en el pleno del Cabildo y explica a este periódico que la abstención de su grupo se debió exclusivamente a una visión distinta sobre los fondos para subvencionar las energías renovables para explotaciones agrícolas, ganaderas, viviendas y vehículos eléctricos. Según ha dicho, la de este miércoles debe interpretarse solamente como “una diferencia muy puntual que no tiene que conllevar a otras cuestiones, porque nuestra prioridad es seguir trabajando en la isla por los herreños. Y ese fue el compromiso que adquirimos hace tres años y medio. Seguimos pensando en trabajar por la isla”.
Preguntado si está en riesgo el pacto de gobierno, Cabrera no se mojó en exceso: “Esperemos que cuestiones puntuales como esta no bloqueen la estabilidad de una institución y la necesidad de mejorar las condiciones de los terrenos que tenemos planificadas. A veces pasa que al final de legislatura algunos partidos plantean estrategias de desvincularse, pero para nosotros eso es secundario y lo prioritario es dar estabilidad al Cabildo”.
Cabrera resta importancia a las discrepancias, incluso a la que condujo a que perdiera la vicepresidencia de la Corporación porque a su entender eso se debió a su agrupación de electores puso “en la balanza trabajar por los herreños o un puesto de representación”, y “evidentemente, para nosotros están por delante los herreños que un puesto que estaba recogido en acuerdo de gobierno. Pero bueno, eso ya pasó y hemos seguido trabajando con la normalidad de un acuerdo político”.
Esa agrupación de electores que tiene aún la llave de la gobernabilidad de El Hierro ya se ha transformado en partido político, con similar fórmula enunciativa que la del proyecto del gomero Casimiro Curbelo. ¿Qué posibilidades tiene de fraguar? O mejor, ¿Cabrera podría estar intentando de este modo presionar al partido que le catapultó para acabar liderándolo? Se lo impide la presencia en él de Belén Allende, que lo defenestró, pero también una amplia oposición en su militancia.
De momento, AHI se limita a explotar su estatus de oposición responsable y la de espectador de primera fila de cómo sus adversarios se enfrentan entre sí. Narvay Quintero, presidente de AHI, lo tiene claro: “Nosotros no nos planteamos nada, sino seguir en la oposición y terminar en la oposición, en principio”. Pero destaca que “las discrepancias del equipo de gobierno se perciben como mala gestión por ambos”, lo que a su entender se traduce en que “no miran por los ciudadanos de El Hierro, si no cada uno por lo suyo y por intereses partidistas, no por el interés general”.