Revés a la política energética del Gobierno de Canarias. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha concluido en un informe que “no es conveniente” autorizar la construcción de una planta de gas natural licuado (GNL) en el Puerto de Granadilla, en la isla de Tenerife. El documento señala que, de momento, no hay garantías de uso de la regasificadora y tampoco hay estudios que garanticen su sostenibilidad económica.
Este organismo de supervisión responde así a la propuesta de resolución por la que la Dirección General de Política de Energía y Minas otorga a la Compañía Transportista de Gas Canarias (Gascan), propiedad de Enagás, la autorización administrativa y el reconocimiento de utilidad pública para esa planta de recepción, almacenamiento y regasificación.
La introducción del gas en el Archipiélago ha sido motivo de disputa entre el Gobierno canario, presidido por Fernando Clavijo (CC) y el Cabildo de Gran Canaria, cuyo presidente (Antonio Morales, NC) ha defendido en reiteradas ocasiones la apuesta por un modelo de energía sostenible y ha rechazado la introducción del gas en la isla.
Recientemente, Morales hizo referencia en un artículo de opinión a un manifiesto de IRENA y la OMT en el que precisamente apuntaban que las Islas “soportan un gran costo energético debido a su dependencia de un gasóleo costosamente importado y causante del calentamiento global”.
“Ámsterdam prescindirá del gas natural desde ya escalonadamente para combatir el cambio climático. Noruega ha decidido prohibir usar el gas natural para calefacción a partir de 2020…y nosotros remando contracorriente”, señalaba Morales en referencia a las intenciones del Ejecutivo regional y su apuesta por la regasificadora de Granadilla.
Ahora, este informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia considera que el proyecto de esta regasificadora está “incompleto” ya que “no está diseñado para prestar algunos de los servicios previstos” como carga de cisternas, carga de buques, trasvase de GNL de buque a buque, puesta en frío de buques y bunkering ...
El organismo también echa en falta una actualización del documento de Planificación de los Sectores de Electricidad y Gas 2008-2016. Señala que debería recoger un análisis de la demanda de gas prevista, las características de dicho mercado y la viabilidad económica de las inversiones que se van a realizar.
A juicio de la CNMC, debido al tiempo que ha pasado desde que se planteó el proyecto, los análisis que se hicieron sobre demanda de gas prevista, características del mercado y viabilidad económica de las inversiones se han podido quedar desfasados en relación con las necesidades y planteamientos actuales sobre la energía en Canarias.
En julio del año 2000 Gascan presentó el primer escrito de petición para obtener la autorización de la regasificadora de Granadilla, aunque el proyecto desde entonces sufrió numerosos retrasos por su posible impacto ambiental. De hecho, el proyecto fue cuestionado ante la Comisión Europea por las afecciones ambientales derivadas de su tamaño, por lo que se tuvo que redefinir las dimensiones del puerto y la disposición de la planta.
En 2005, GASCAN elaboró un nuevo documento titulado Revisión del Anteproyecto de la Planta de Regasificación de GNL de Tenerife, con el que se comenzó nuevamente los trámites para la autorización administrativa.
Diez años más tarde, Enagás compra la totalidad del capital social de Gascan. Además, la empresa aseguró este año que invertiría unos 260 millones de euros en la futura terminal del sur de Tenerife.
Rechazo al gas en Gran Canaria
La apuesta del Gobierno central y canario por el gas cogió fuerza a principios del mandato de Fernando Clavijo (CC), cuando todavía era ministro de Industria, Energía y Turismo José Manuel Soria (PP). La introducción del gas en Canarias incluía también un proyecto de construcción de una regasificadora en Arinaga, en el municipio grancanario de Agüimes. Ambos, Clavijo y Soria, llegaron a lamentar que mientras la regasificadora de Granadilla era un proyecto cada vez más real la de Gran Canaria se frenaba.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria manifestó desde un primer momento una posición contundente en este asunto y se negó tanjantemente a la introducción del gas en la isla. De hecho, la corporación insular aprobó el pasado verano un planeamiento que descarta el gas de su modelo energético.
Cabe recordar además que tanto Fernando Clavijo como José Manuel Soria han sido designados como “villanos del clima” por Greenpace. Los ecologistas tomaron esta decisión por “su apuesta por la introducción del gas como combustible y retrasar así la transición hacia las fuentes renovables de energía”