Gran Canaria ha multiplicado casi por seis la potencia fotovoltaica instalada para el autoconsumo en los últimos cuatro años. La isla ha pasado de tener poco más de un centenar en 2019, lo que suponía menos de 5 MW, a superar las 2.000 instalaciones en 2022 y contar con 28 MW, una cifra que sitúa a la Isla como líder en este tipo de fuente renovable en el archipiélago, hasta rozar el 50% del autoconsumo regional.
El Cabildo ha presentado el Diagnóstico Energético de Gran Canaria en Infecar, un documento encargado por el Consejo Insular de la Energía (CIEGC) a un equipo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) liderado por Julieta Schallemberg, directora de Infraestructuras Científicas e integrante del Grupo de Investigación en Energías Renovables (GRRES).
El estudio indica que en Gran Canaria es, tras El Hierro, la isla con una mayor contribución renovable, con casi de un 24%, cuando la media en la autonomía es del 20%. El diagnóstico recoge también los esfuerzos realizados por la institución insular, con 1,5 MW de autoconsumo instalados en sus cubiertas y 2,5 contratados o en fase final de adjudicación. Además, se reseñan los incentivos a ciudadanía y empresas, con 300 subvenciones concedidas en 2021.
El documento también revela que la generación y distribución de la energía es, en estos momentos, la fuente más importante de emisión de CO2 a la atmósfera en Gran Canaria, seguida del transporte terrestre y marítimo, por lo que la diversidad en las fuentes es la única vía para avanzar en la transición.
Por eso, desde el Cabildo también se ha trabajado en proyectos de geotermia, energía eólica marina, desalinización eficiente o almacenamiento, como la central de bombeo reversible del Salto de Chira, además de proyectos para el almacenamiento de excedentes de renovables y se estudia la integración del hidrógeno verde en algunas iniciativas.
A ello se suma una política encaminada a desarrollar la Red Insular de Recarga de Vehículos Eléctricos y facilitar ayudas para la adquisición de vehículos de micromovilidad eléctrica. En concreto, entre 2018 y enero del 2023, se ha facilitado un total de 63.526 recargas y ha suministrado 718.651 kilovatios por hora, que suponen 5.528.085 kilómetros recorridos por vehículos eléctricos en la isla, que han evitado la emisión de 830 toneladas de CO2.
Gran Canaria ya cuenta con el 50% del parque móvil eléctrico del archipiélago gracias al desarrollo de estas infraestructuras, que dan soporte y aseguran la tranquilidad de los conductores de estos vehículos
Todas estas acciones están enfocadas a acelerar el proceso de descarbonización, reducir la necesidad de construir y financiar grandes instalaciones de renovables o evitar pérdidas en la distribución.
Acelerar la transición energética
La directora del Diagnóstico, Julieta Schallenberg, señaló que “cerca del 68% de la energía que se consume en la isla se utiliza en bunkering internacional, suministrando a barcos que pasan por Canarias para abastecerse”.
En los últimos años “Gran Canaria ha logrado un despegue de energías renovables en el sector eléctrico, en los últimos cinco años se han alcanzado cuotas importantes, como cerca de un 30% de potencia instalada renovable, un 24% de producción eléctrica renovable, más de la mitad del autoconsumo está en Gran Canaria”, señaló.
Pero al mismo tiempo remarcó la deuda pendiente que en el sector del transportes respecto al medio ambiente: “un 0,6% de los vehículos actuales son eléctricos pero no es suficiente. En el resto de transportes no tenemos elementos de transición energética, por eso debemos acelerar la transición energética”.
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, reconoció que aunque los avances son importantes, las cifras todavía quedan lejos para afirmar que en el 2040 se logrará alcanzar la neutralidad climática. “Esta legislatura, a pesar de las dificultades de la pandemia y la moratoria en el acceso a puntos de conexión, ha significado un lanzamiento de las energías renovables tanto cuantitativa como cualitativamente en Gran Canaria. Creo que uno de los grandes logros ha sido la creación del Consejo Insular de la Energía”, valoró.
“Proyectos como las plantas de autoconsumo de 1,5 MW en El Salto de El Negro y en el Sabinal, las comunidades energéticas en el Polígono de Arinaga o Siete Palmas, o las ayudas al autoconsumo y la micromovilidad eléctrica son un claro ejemplo de la velocidad de crucero del Consejo” sostuvo. También destacó las actuaciones realizadas desde Soberanía Alimentaria, el Consejo Insular de Aguas y el Plan de Cooperación.
“Hay que implementar políticas y medidas para una transición inclusiva y justa, marcándonos objetivos como la descentralización energética y la democratización: seguridad energética, seguridad económica y seguridad para afrontar los impactos del cambio climático”, destacó Morales.