La planificación energética ya no será de los cabildos

Haber dejado durante una década la planificación de los planes energéticos a los cabildos ha supuesto el fracaso del Plan Energético de Canarias (Pecan) y, por ese motivo, el Gobierno ha puesto en marcha un nuevo modelo que quedará en manos del Ejecutivo central: las Directrices de Ordenación Sectorial de Energía (Dose).

Esa es la conclusión unánime de todas las fuerzas parlamentarias tras la comparecencia que la consejera de Industria y Energía, Francisca Luengo, ha llevado a cabo en la Cámara regional para explicar que en el año 2013 aún no haya una planificación territorial acorde con las infraestructuras proyectadas.

“A día de hoy no se dispone de una planificación territorial que permita la implantación de la mayoría de las infraestructuras energéticas planificadas sectorialmente. Esta indefinición aumenta la vulnerabilidad de los sistemas energéticos canarios y pone en riesgo la garantía de suministro”, ha asegurado Luengo.

Según la consejera, este problema “supone una paralización de la inversión económica y de pérdida de puestos de trabajo, tanto directos como indirectos, con los perjuicios que ello genera no sólo en el ámbito energético sino también en la economía de la región”.

¿Y quiénes son los culpables? Pues, para Luengo “los retrasos y la falta de ejecución de estas infraestructuras, se deben en muchos casos a la posición contraria de las administraciones insulares y locales”.

Ni un solo plan insular

Y es que para permitir la implantación coordinada de las instalaciones previstas, la Consejería suscribió en los años 2005 y 2006 convenios de colaboración con los cabildos para la supervisión y seguimiento de la redacción de los planes territoriales especiales de ordenación de infraestructuras energéticas (PTEOIE), iniciando en 2008 la tramitación de los de Lanzarote, Fuerteventura, La Palma, La Gomera y El Hierro.

Sin embargo “a día de hoy, no se ha aprobado definitivamente ningún PTEOIE”. En concreto, respecto a las islas de Fuerteventura y Lanzarote “no se pudo consensuar el modelo de ordenación energético con las corporaciones insulares, produciéndose finalmente la caducidad de los procedimientos iniciados para su aprobación”.

En el caso de la isla de Tenerife, y a pesar de contar con un borrador de Documento de Avance del PTEOIE-TF, en abril de 2012 el cabildo comunicó su intención de “dejar sin efecto el convenio de colaboración suscrito en su día con el Gobierno de Canarias”.

Por último, en el caso de La Palma, La Gomera y El Hierro, en 2011 se aprobaron definitivamente los Planes Insulares de Ordenación, lo que implicaba la necesidad de modificar el contenido de los PTEOIE redactados, para adaptarlos a los Planes Insulares de Ordenación.

Por todo ello, “y para poder ejercer de manera efectiva las competencias en materia energética”, Luengo ha recordado que la Consejería consideró oportuno revisar el PECAN 2006 en el marco de las Dose “para disponer de un instrumento de planeamiento propio del Gobierno de Canarias que permita la integración de la energía en el territorio y poder dar así respuesta a los problemas de implantación de las infraestructuras energéticas”.

Oportunidad perdida

Tras el panorama dibujado por Luengo, el resto de portavoces intervinientes coincidió en que el modelo había fracasado.

Así, el nacionalista José Miguel González, que fue el impulsor de la comparecencia de Luengo, afirmó “no podemos volver a dejar que planifiquen los cabildos, porque han tenido la oportunidad y no lo han hecho. El Pecan ha sido un fracaso porque han fallado todos los planes insulares, y ésta debe ser una decisión del Gobierno de Canarias”, insistió el nacionalista.

En parecidos términos, la presidenta del Grupo Socialista y del PSC, Dolores Padrón, argumentó que “no es cuestión de ser más cabildistas o menos, pero la dualidad de administraciones condujo a una inoperancia en un asunto vital para el futuro del Archipiélago que Canarias no se podía permitir, por lo que la Consejería tuvo que tomar decisiones. Solamente cumplieron El Hierro, La Gomera y La Palma, pues el Cabildo de Tenerife devolvió el suyo, el de Gran Canaria no pudo terminarlo y los de Lanzarote y Fuerteventura caducaron”, dijo Padrón.

Por ello, tanto González como Padrón apoyaron que la Consejería retomara la planificación energética, intentando solventar el dilema de que casara la misma con la del territorio para que esta última no se convierta en un obstáculo para poner en marcha proyectos energéticos en Canarias.

Asimismo, los grupos de la oposición admitieron la inoperatividad del Pecan, aunque el portavoz de Nueva Canarias (NC) en el Grupo Mixto, Román Rodríguez, si consideró que “no debe hacerse por decreto, pues no funcionará si no tiene respaldo social” y se hace frente a los cabildos en vez de en colaboración con ellos.