“Los turoperadores tienen que dar un valor añadido al destino y no presionar tanto para cubrir sus cuentas”

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

Agüimes acoge este 10 y 11 de octubre el I Foro de Turismo Sostenible de Canarias que será organizado por la consultora Ecotouristing. Javier Tejera es, junto a Paula Díaz, el organizador y explica que el encuentro nace con la idea de ser periódico y con el objetivo de ir rotando de isla en isla para ser un punto de encuentro anual de profesionales del sector interesados por este tema y que están trabajando en una línea de sostenibilidad integral, es decir, que tenga en cuenta aspectos ambientales, sociales y económicos.

Durante estas cuatro jornadas visibilizarán casos de referencia y de buenas prácticas, además de poner en contacto a las personas y generar un debate sobre el modelo turístico que tenemos en Canarias. La asistencia es gratuita previa inscripción en la web turismososteniblecanarias.com.

Primer foro de turismo sostenible que organizan, ¿por qué son necesarias estas jornadas en Canarias?

Es una idea que surge desde Ecotouristing por varias razones. Por un lado coyuntural, este año es el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo y considerábamos que era un buen marco para intentar unas jornadas de este tipo y que tuviesen cierta repercusión. Por otro lado, porque es necesario generar espacios de debate y reflexión en torno al modelo turístico que tenemos aquí en Canarias, espacios donde no se rehúyan temas, donde se pongan encima de la mesa los pros y contras del modelo, un análisis de dónde venimos y dónde estamos para intentar a partir de ahí generar políticas, actuaciones, herramientas y visibilidad de proyectos que estén trabajando en una línea de sostenibilidad ambiental, sociocultural y económica para intentar que de aquí en adelante las cosas vayan a mejor. Siempre se puede mejorar y a pesar de que las cifras macroeconómicas atestiguan la buena salud del sector, nosotros consideramos que todavía hay mucho que hacer para intentar generar más beneficios socioeconómicos para la población residente en Canarias y minimizar los impactos medioambientales de la actividad turística.

¿Es posible tener en Canarias un turismo sostenible?

El turismo sostenible es un modelo, no un producto en sí. Hay que tener en cuenta muchísimos indicadores. Para empezar intentamos hacer pedagogía de lo que significa, no es simplemente cuestiones medioambientales, que probablemente es lo más obvio que se tenga en cuenta. También son temas sociales, culturales, económicos, calidad del empleo...lo primero que hay que hacer es hacer pedagogía para que se entienda qué significa el turismo sostenible, se vea como un modelo a seguir con una visión a largo plazo y a partir de ahí pueden encajar muchísimos productos que aquí en Canarias tienen potencial para ser desarrollados. Vinculados con la naturaleza están el ecoturismo y el turismo activo, temas más vinculados con productos agroalimentarios, el agroturismo, el enoturismo, el turismo deportivo en general...es decir, hay muchos productos que pueden ser afines a un modelo de turismo sostenible y que además pueden tener una salida en el mercado en donde se pueda generar un valor añadido captando público que está dispuesto a pagar más, que están dispuestos a integrarse más y mejor en los destinos que visitan y que, en general, pueden subir un peldaño la calidad del modelo que tenemos en Canarias.

Como comenta, se suele relacionar turismo sostenible con el medio ambiente, pero aparte de esto, ¿qué es lo que hace que el turismo sea sostenible?

Pues lo que no hace que sea sostenible es únicamente poner bombillas de bajo consumo en un hotel o una adecuada gestión política de los residuos, por ejemplo, que es lo que se suele vender con mucha facilidad. Son cosas que obviamente ayudan y que hay que tener en cuenta pero los temas medioambientales tienen que ir más allá, debe haber una gestión integral de los recursos, el agua y el territorio a nivel de ordenación, usos de los espacios protegidos y su área de influencia. Más allá de esto hay que intentar que no se quede ahí, la parte medioambiental es la más obvia, pero luego hay otros indicadores a nivel social y cultural que se dejan de lado. Nosotros a la hora de diseñar el programa del foro nos hemos dado cuenta que cuesta mucho más encontrar expertos y proyectos que destaquen en estos aspectos y no tanto en la parte medioambiental.

¿Qué casos de referencia hay en Canarias dentro del turismo sostenible?

Dependiendo de la visión que tengamos. A nivel de interrelación entre la gestión pública y privada para mí hay un caso muy paradigmático en La Gomera, donde se aplica la Carta Europea de Turismo Sostenible en Espacios Naturales Protegidos (CETS) que se viene aplicando en el Parque Nacional de Garajonay desde hace más de ocho años y es un ejemplo de gestión público-privado porque hay una sintonía total de la administración con el empresariado. Hay más de 15 empresas adheridas a la carta y se implementan muchas acciones en torno a un plan de acción que se está renovando ahora, que está asegurado por cuatro año más con procesos participativos muy enriquecedores en donde toman partido muchos actores, no solo la parte pública y privada sino también muchos ciudadanos de la isla. Es un caso que además tiene una cierta correlación a nivel de enfoque con lo que proyecta La Gomera como destino y se podría decir que es un caso de éxito en cuanto a resultados. Hay otro proyecto de gestión pública que es Saborea Lanzarote en la generación de sinergias entre el sector público y privado. Van a estar en la mesa en la relación entre el sector primario y el sector turístico porque han sido pioneros. Ahora vienen otras islas, Tenerife lleva unos años trabajando en esta línea y ahora se están adhiriendo prácticamente el resto de islas. Es un ejemplo de cómo intentar trabajar en esas conexiones entre el sector primario y el sector turístico para intentar paliar muchas deficiencias que tenemos aquí en Canarias. Importamos más del 90% de productos de alimentación básicos y prácticamente lo que son los productos agroalimentarios locales tienen muy poca presencia dentro de la oferta turística de las Islas, es muy común que en un hotel te den un vino de La Rioja o que en un restaurante no te pongan en valor la materia prima local y en este sentido se están perdiendo muchas oportunidades de generar valor añadido con la oferta turística de las Islas.

Lo que nos hemos dado cuenta también es que hay muchas iniciativas en las siete islas dirigidas por pequeños o medianos emprendedores que incluso están trabajando en la invisibilidad de su entorno más cercano y que realmente están haciendo las cosas muy bien desde una perspectiva integral al intentar generar colaboraciones y sinergias con otros actores de su entorno y lo que hemos querido es incluir una sesión en la que hemos incluido siete proyectos, uno por isla, como una muestra representativa de por dónde pueden ir los tiros en esto del turismo sostenible. Son diferentes perfiles y realidades que sirven de muestra representativa de dónde se puede poner el foco y luz para mirarnos en un espejo de referencia y a partir de ahí generar más proyectos de este tipo y, sobre todo, generar espacios de encuentro ya que a partir de ellos surgirán colaboraciones fructíferas de aquí en adelante.

¿El turismo sostenible es más caro que el turismo depredador de bienes? En el sentido de que, por ejemplo, a un empresario del sector a veces le sale más económico traer los productos de fuera de Canarias que adquirir los locales

En líneas generales se podría decir que sí y esto que dices es una realidad de mercado donde muchas veces las cosas que vienen de fuera cuestan más baratas que las cosas que vienen de aquí por cuestiones de la intermediación, pero yo siempre intento hacer mucha pedagogía con esto y al final depende de las decisiones que tomemos nosotros a la hora de planificar nuestras vacaciones. Cuanto más investiguemos y busquemos opciones es más fácil escoger cosas que puedan reducir el presupuestos de viaje, sobre todo eliminando intermediarios, que creo que es donde puede haber más margen, y a partir de ahí, bueno, puede ser que las vacaciones sean más caras, pero también entra en juego nuestro espíritu colaborativo y las ganas que tengamos de generar unas vacaciones como viajero, unas vacaciones que repercutan al máximo en el destino que visitamos. Al final es una cuestión de buscar y sobre todo planificar bien para que la cosa no se dispare.

Canarias suma récords de turistas cada año, siempre se titula con las cifras, pero ¿qué otras variables se están dejando fuera?

Pues muchas variables, para empezar el gasto en destino de los turistas. De nada me vale que lleguen 13,3 millones de visitantes extranjeros si solo están dejando aquí 30 o 40 euros de los 142-143 euros de media diaria que gasta un turista en Canarias. Prácticamente tres cuartas partes del gasto diario se va fuera, al mercado de origen del turista, eso dice mucho del modelo de contratación que tenemos aquí en torno al sector turístico, prácticamente el 40% viene con vuelo más todo incluido, un modelo que apenas deja dinero en destino, que apenas se apoya en la oferta complementaria y que, aunque no se trata de demonizarlo, sí que hay que revertirlo de alguna forma generando productos o proyectos donde el turista gaste más y mejor en destino. Si al menos conseguimos elevar esa cifra de gasto también repercutirá positivamente en muchos otros indicadores a nivel de calidad de empleo, empleabilidad, cualificación o de intentar captar mucha más masa laboral cualificada que en muchos casos se está yendo fuera.

Eso por un lado, por otro lado está un indicador que muchas veces se deja de lado y es el número de pernoctaciones. Es verdad que llegaron 13,3 millones de visitantes pero con la estancia media que tenemos aquí en Canarias los últimos datos de Eurostat creo que superan los 120 millones de pernoctaciones, Canarias ha superado a Île-de-France en Francia, es decir, es la región líder en Europa en número de pernoctaciones. Eso significa 120 millones de residuos, 120 millones de picnics cada vez que van a hacer una excursión, 120 millones de muchas cosas que hay que saber gestionar, de potenciales impactos que hay que saber gestionar, y eso en un territorio insular, que es mucho más frágil a nivel de gestión de determinados recursos, es algo que no se puede obviar. Es decir, conclusión: no se trata de seguir creciendo indiscriminadamente sino que ese crecimiento sea mucho más cualificado de lo que está siendo hasta ahora y sobre todo que al final repercuta mucho más en destino de lo que ha hecho hasta ahora.

¿Son los turoperadores el mal del turismo en Canarias?

Decir que son los malos de la película no me gusta tampoco, no somos partidarios de demonizar a nadie y de hecho una de las líneas estratégicas que nos marcamos con el Foro Verode es intentar que la crítica sea 100% constructiva, no vale tirarnos piedras a la cabeza si después no proponemos soluciones o alternativas para intentar cambiar las cosas a mejor. Está claro que los turoperadores han tenido un papel preponderante en el modelo de desarrollo turístico que hemos tenido en Canarias, sobre todo en su comienzo y sobre todo hasta la aparición de las compañías de bajo coste donde prácticamente tenían la sartén por el mango, eran los que pinchaban y cortaban y eso ha generado una serie de dinámicas que son muy difíciles de superar, sobre todo en un destino como Canarias que está a cuatro o cinco horas de sus principales mercados emisores y eso hace que para llegar aquí haga falta coger un avión que muchas veces está controlado por los mismos turoperadores. Al final es la pescadilla que se muerde la cola. No me gusta hablar de malos de la película pero sí me gustaría generar un modelo turístico donde no hubiese tanta dependencia y donde los turoperadores sintiesen que hay una mayor competencia, es decir, que al final tengan que dar un valor añadido al destino y no presionar tanto para cubrir sus cuentas de los resultados.

¿Qué opina de la aplicación de la tasa turística en Canarias? Desde el Gobierno la ven como alentadora de la turismofobiaDesde el Gobierno la ven como alentadora de la turismofobia

Respetamos todas las opiniones políticas. La tasa turística es un debate que no se puede responder con tres cosas, muchas veces se queda en las formas, en la gestión de esas tasas, más que en el fondo, es decir, que si se genera una herramienta para que parte de los beneficios que se producen o que se generan con el sector turístico se queden en destino y repercutan en minimizar impactos o en generar beneficios socioeconómicos en el destino, por mí estupendo. El problema es que eso es muy difícil de conseguir, sobre todo a nivel de gestión, porque hay que mirar dónde se cobra la tasa, cuándo se cobra la tasa, qué se hace con los turistas que se quedan en casas vacacionales... con lo cual siempre pueden surgir desavenencias a la hora de esa gestión de esa tasa. Por ahí hay que debatir mucho. Volviendo al tema de los turoperadores podría abrir la puerta a que muchos de ellos se aprovechen de la coyuntura y a partir del cobro de una tasa turística se laven un poco las manos y digan que ellos están contribuyendo a dejar dinero en el destino, eso se ha visto en otros casos, por lo que puede convertirse en un arma de doble filo. Lo que vemos un poco complicado es que esto se pueda convertir en una herramienta para generar turismofobia, la turismofobia es otra cosa, es un fenómeno nuevo realmente, hemos intentando buscar expertos para el foro que hablen sobre ella y nos ha costado muchísimo encontrarlos porque todavía no se han hecho análisis los suficientemente científicos. Es verdad que es un fenómeno que ha venido para quedarse, en Canarias todavía no se han dado manifestaciones muy extremas del rechazo al turismo pero en donde caben muchos análisis y muchas interpretaciones pero, sobre todo, lo que cabe es que hay que intentar mejorar la gestión del turismo para prevenir y sobre todo trabajar en la percepción de que la gente vea el turismo como algo provechoso y positivo y no como un enemigo, alguien que viene a invadirnos, porque ahí es donde se pueden generar rencillas. Para mí eso no tiene que ver con la tasa turística.

Enlaces entre el sector primario y el sector turístico es una de las mesas redondas, ¿cómo se mejora esta situación?

Es un tema complejo por lo que mencionaba antes. Ahora mismo como territorio insular somos extremadamente dependientes del exterior. A nivel de insumos energéticos, por ejemplo, más del 90% de la energía que consumimos en Canarias es importada, y a nivel de consumo de alimentos básicos más del 92% de los alimentos que se consumen también vienen de fuera. Es decir, es una situación muy difícil de gestionar, sobre todo en las islas más grandes porque hay una población estable y una flotante de turistas que hacen que las necesidades de insumo sean muchísimo mayores. Habría que empezar analizando de dónde venimos, la economía en Canarias ha cambiado radicalmente en los últimos 50 años y ha pasado de una economía basada en el sector primario a una economía basada en el sector servicios, hemos pasado de un 54% de la población activa dedicada al sector primario a apenas un 6% dedicada a este sector, ha habido un trasvase muy rápido hacia el sector servicios, principalmente al turismo, del que dependemos directa e indirectamente, eso es un monocultivo económico de libro. Las consecuencias son que hay muchísimos territorios con superficies agrícolas cultivables que están en estado de desuso o abandono y hay muchísimas oportunidades y potencial que se está perdiendo para generar un valor añadido en torno a productos agroalimentarios locales y que realmente pueden tener una salida muy digna y con mucho valor en el mercado, también en el mercado turístico. Los análisis en este sentido son muchos y variados y a partir de ahí hay que poner realidades, cuáles son los niveles de producción que tenemos ahora mismo, cuáles son esos productos con más valor añadido, con más salida en el mercado, cuáles son los costes de producción que necesitamos a nivel de logística y de producción, etcétera. A partir de ahí hay que intentar ver la potencialidad de productos que puedan ser un complemento para paliar esos posibles costes añadidos a nivel de producción o esos posibles retos que superar a nivel de producción con productos de agroturismo, de enoturismo, de turismo gastronómico en general para intentar, a partir de esa creación de sinergias, captar un tipo de público mayoritario que lo que está buscando es eso cuando viaja. Yo cuando viajo, por ejemplo, intento siempre consumir local y como yo hay mucha gente, sobre todo un público del centro y el norte de Europa que está dispuesto de pagar algo más por consumir este tipo de productos, y así muchos estudios e informes que lo atestiguan.