Los vaivenes políticos han hecho de estas islas asirocadas un hervidero de ensayos y pactos, algunos anti natura, que han ido conformando las mayorías de gobiernos de estas islas y de sus ayuntamientos, no solo los capitalinos y principales, sino también los más recónditos y diminutos durante los últimos 36 años, desde 1979, cuando se celebraron los primeros comicios democráticos en los municipios y cabildos.
Así, en más de un mandato, las corporaciones insulares o locales han iniciado su andadura con un gobierno de un determinado color político y lo han acabado con otro al albur de los contorneos y chalaneos de los partidos y los caprichos de sus representantes públicos.
En las elecciones municipales e insulares previstas para el próximo 24 de mayo se cumplirá la décima ocasión en la que los isleños hemos podido ir a las urnas de forma consecutiva para votar a nuestros concejales y consejeros cabildicios.
Tras las últimas elecciones de 2011 el mapa de los cabildos lo ganó con claridad la coalición CC-PNC-CCN, que se hizo con el primer puesto en cuatro de las siete islas: Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma. A ellos habría que sumar a los insularistas de El Hierro (AHI), que sostienen una singular alianza con CC pero sin perder la marca de la casa. El PP solo ganó en Gran Canaria, mientras que el PSC-PSOE solo lo hizo en La Gomera, su feudo histórico.
Hace cuatro años el PP liderado por José Miguel Bravo de Laguna estuvo a punto de lograr la mayoría absoluta en el Cabildo de Gran Canaria (obtuvo 14 de 29 consejeros). Su más inmediato seguidor, el PSOE consiguió justo la mitad de representantes. Lo más chocante es que precisamente fue el socialista José Miguel Pérez, actualmente vicepresidente del Gobierno de Canarias y consejero de Educación, el que estuvo al frente del cabildo en el mandato anterior. La debacle fue notoria.
La ola nacional influye mucho en los resultados del cabildo. Si el PP va bien se refleja en los votos de las islas; si es el PSOE el que está arriba en las encuestas, los votantes insulares optan por él. Los resultados van por ciclos.
En Tenerife ocurre lo contrario que en Gran Canaria. Ni PP ni PSOE suelen alzarse con el triunfo en el cabildo porque allí el partido más votado tradicionalmente es CC. No en vano Coalición Canaria inició su andadura política en 1993 gracias a la pujanza de las Agrupaciones Independientes de Canarias comandadas por la Agrupación Tinerfeña de Independientes, el partido liderado en aquel momento por Manuel Hermoso, al principio alcalde sempiterno de Santa Cruz de Tenerife y posteriormente presidente del Gobierno de Canarias tras desbancar al socialista Jerónimo Saavedra a través de una moción de censura que significó el nacimiento de la nueva formación nacionalista.
Aunque Hermoso se incorporó a mitad de legislatura al frente del Ejecutivo canario, en las elecciones de 1995 volvió a salir elegido y repitió cargo. En 2011 en el cabildo tinerfeño ganó CC-PNC-CCN por mayoría absoluta, con 15 consejeros, mientras que la segunda fuerza fue el PP, con 9.
Curiosamente tanto el PP en Gran Canaria como CC-PNC-CCN en Tenerife ganaron el cabildo con un porcentaje similar, casi idéntico: 38,78% en la isla redonda y 38,38% en la picuda.
En Lanzarote los nacionalistas obtuvieron 9 consejeros, seguidos del PP, con 6. En Fuerteventura los nacionalistas sacaron 9 también frente a los 5 populares. En La Palma los nacionalistas también obtuvieron 9 frente a los 6 populares (igual que en Lanzarote). En La Gomera ganaron los socialistas con 10 consejeros, que doblaron a los segundos, el PP, con 5. Por último, en El Hierro venció la Agrupación Herreña de Independientes (AHI) en coalición con CC, con 6 consejeros, frente a los 5 del PSOE.
Tanto en El Hierro como en La Palma los resultados iniciales variaron al presentarse sendos mociones de censura contra los ganadores. En ambos casos, los beneficiados fueron los socialistas, que no sin crear serios problemas a la ejecutiva regional siguen presidiendo los cabildos de estas dos islas occidentales. El pacto regional entre CC y PSOE llegó a tambalearse y no fueron pocas las voces nacionalistas que pidieron romper el gobierno por los incumplimientos socialistas.
Claro que esto de los incumplimientos es algo relativo porque una cosa es el pacto del Gobierno regional, que sí se ha cumplido casi a rajatabla, y otra los acuerdos en los cabildos y ayuntamientos. Al final la sangre no llegó al río.
El Cabildo de Gran Canaria ha vivido un mandato accidentado, desde el principio al fin. Tras las elecciones de 2011 el PP se quedó a un consejero de la mayoría absoluta, pero Bravo de Laguna pronto lo encontró al desertar del grupo nacionalista CC-CCN Juan Domínguez, que se unió a los populares tras dejar a Fernando Bañolas, líder del grupo, y a su compañero Antonio Hernández Lobo. Curiosamente, con posterioridad también este último se sumó al grupo popular, ampliando el apoyo a Bravo de Laguna.
El presidente del Cabildo premió a Domínguez nombrándole vicepresidente primero ante el cabreo disimulado de sus compañeros y subordinados. Domínguez era el tercer consejero que había entrado en la coalición nacionalista, o sea, el último de la lista de los que accedieron a la corporación. Lo hacía por el CCN, al contrario que sus compañeros, que lo hicieron por CC. Además, se le adjudicó también la Consejería de Industria, Comercio y Artesanía.
Si el inicio del mandato fue controvertido, no menos polémico fue el final, en el que Bravo de Laguna, al no contar con la confianza del partido del que fue presidente antes que Soria, decidió marcharse antes de que lo expulsaran y montar otro, Unidos por Gran Canaria, al que pertenece desde unos meses antes de las elecciones. Eso creó un malestar de sus antiguos correligionarios en el Cabildo, que no solo le hicieron el vacío, sino que le pidieron expresamente una dimisión que él nunca formalizó.
Historia de los cabildos
Los cabildos insulares canarios se crearon en 1913 (hace dos años se celebró el centenario). En los años de la democracia, desde las elecciones de 1979, hace 36 años, el de Gran Canaria ha estado gobernado por los conservadores de forma abrumadora, mientras que el de Tenerife ha sido feudo de los nacionalistas. En los primeros años estuvo en manos de UCD, pero desde que este partido se disolvió el relevo lo cogió el PP en Gran Canaria y CC en Tenerife.
Los socialistas también han gobernado en el último período democrático los dos cabildos más importantes de Canarias, pero lo han hecho de forma somera y puntual. En Gran Canaria destacan los ocho años consecutivos que gobernó el PSOE, dos mandatos del presidente Carmelo Artiles, ya fallecido. Fue desde 1983 a 1991. En ese año volvió a ganar Artiles, pero apenas estuvo unos meses presidiendo la institución ya que una coalición formada por Ican, CDS y PP lo desbancó tras una moción de censura. Como se sabe, el cabildo es la única corporación que se inviste automáticamente como presidente al cabeza de lista del partido más votado.
Después de esto solo hubo otra etapa en la que el cabildo grancanario fue presidido por un socialista, José Miguel Pérez, de 2007 a 2011. Precisamente Pérez ocupó el puesto de presidente tras la moción de censura presentada por su partido y Nueva Canarias contra el popular José Manuel Soria, cuyo partido había sido el más votado, aunque logró los mismos representantes que los socialistas.
El primer presidente del cabildo grancanario en unas elecciones democráticas fue Fernando Giménez, de UCD, que estuvo al frente de la corporación hasta 1982. Fue suplido en el último año por Juan Andrés Melián, que posteriormente, tras la disolución de UCD, se pasó a Alianza Popular, el partido matriz del PP fundado por Manuel Fraga.
Tras la caída de UCD, los socialistas comenzaron a gobernar las instituciones insulares y locales, favorecidos por la ola nacional. Hay que recordar que en 1982 ganó por primera vez las elecciones generales el PSOE de Felipe González, lo que de alguna manera también impulsó a Artiles a ganar en 1983. Hasta que una moción de censura lo tumbó y le sucedió en el cargo en 1991 Pedro Lezcano, cabeza de lista de Ican, pero sobre todo poeta y Premio Canarias de Literatura. Estaba en otra onda, no en la política, donde llegó por casualidad y reclamado por su prestigio.
Lo curioso de este pacto tripartito que censuró al socialista Artiles, el más votado por tercera vez consecutiva, es que fue presidido por la fuerza menos votada y con menos consejeros. Ican había logrado solo cinco representantes, mientras que el CDS de Jesús Gómez y el PP de José Macías habían obtenido seis cada uno. Sin embargo, la figura conciliadora y de consenso de Lezcano se impuso en las negociaciones llevadas por José Carlos Mauricio y Gonzalo Angulo. Precisamente los vicepresidentes primero, segundo y tercero de Lezcano fueron Gómez (CDS), Macías (PP) y Angulo (Ican), por ese orden.
El resto de los mandatos han estado copados por el PP. Primero fue José Macías, que sustituyó a Lezcano desde 1995 a 1999, luego María Eugenia (Fita) Márquez (1999-2003), José Manuel Soria (2003-07) y José Miguel Bravo de Laguna, desde 2011 hasta la actualidad, con el paréntesis del socialista José Miguel Pérez (2007-2011) con el apoyo de NC y con Román Rodríguez de vicepresidente con varias competencias importantes, como la de la Consejería de Infraestructuras.
Lorenzo Olarte, ex presidente del Gobierno de Canarias hasta 1991, fue el presidente del Cabildo de Gran Canaria en la transición democrática, desde 1974 a 1979. Los cuatro del franquismo fueron Antonio Limiñana (1937-45), Matías Vega Guerra (1945-60), Federico Díaz Bertrana (1961-70) y Juan Pulido Castro (1970-74).
El primer presidente histórico del Cabildo de Gran Canaria fue Tomás de Zárate y Morales, que ocupó el cargo desde 1913 a 1915. El segundo fue José Mesa y López. En Tenerife el primer presidente fue Eduardo Domínguez. Rafael Clavijo fue el presidente número 25, justo en la época de la transición, de 1974 a 1979, cuando se produjeron los primeros comicios democráticos. Gran Canaria ha tenido 26 presidentes mientras que Tenerife ha tenido 30.
El primer presidente democrático del Cabildo de Tenerife fue José Miguel Galván Bello (1979-83), primero con UCD y luego con ATI, cuando el partido fundado por Adolfo Suárez finiquitó. Le siguió el socialista José Segura Clavell (1983-87), el único presidente que tuvo el PSOE al frente de la corporación insular. A partir de 1987 todos han sido de ATI-CC: el ex presidente del Gobierno de Canarias Adán Martín (1987-99), Ricardo Melchior (1999-2013) y Carlos Alonso, desde 2013 hasta hoy.
Lanzarote, caso aparte
El Cabildo de Lanzarote es un caso aparte. Ha tenido nada menos que 18 presidentes (aunque tres de forma accidental) solo en la reciente etapa democrática, desde 1979 hasta ahora. Son, por orden cronológico, Antonio Lorenzo (UCD), Enrique Pérez Parrilla (PSOE), Nicolás de Páiz (CDS), Dimas Martín (PIL), Chana Perera (PIL), el socialista Pérez Parrilla de nuevo, Juan Carlos Becerra (PIL), Pedro de Armas (PIL), de nuevo Pérez Parrilla, de nuevo Dimas Martín, Mario Pérez (CC), María José Docal (PIL), Plácida Guerra (PIL), Francisco Cabrera (PP), María Dolores Luzardo (PP), Inés Rojas (CC), Manuela Armas (PSOE) y Pedro San Ginés en la actualidad. El nacionalista Mario Pérez, la pilista Plácida Guerra y la popular Luzardo estuvieron solo de forma accidental. El primer presidente del Cabildo de Lanzarote fue Domingo Armas Martinón.
Llama la atención la inestabilidad política endémica de Lanzarote, doblando el número de presidentes de Gran Canaria en la democracia o casi cuadriplicando los de Tenerife. También destaca que solo haya tenido un presidente del CDS, Nicolás de Páiz, precisamente coincidiendo con los dos únicos representantes de este partido que han sido presidentes del Gobierno de Canarias en la misma legislatura (1987-91), primero el palmero Fernando Fernández y luego Lorenzo Olarte. Hasta seis mujeres han sido presidentas del Cabildo de Lanzarote.
De Páiz tiene el mérito de haber sido dos veces presidente del Cabildo de Lanzarote, aunque solo elegido democráticamente en la segunda ocasión. Buena parte de la culpa la tiene Dimas Martín, que fue como independiente en segundo lugar de la lista del CDS en 1987. También el polémico Martín fue dos veces distintas presidente de la institución insular. A ellos dos solo le gana el socialista Enrique Pérez Parrilla, que fue en tres ocasiones distintas presidente de la corporación conejera. En Lanzarote se sucedían rápidamente los presidentes incluso en la transición: desde 1974 hasta 1979 ocuparon el puesto Francisco Gómez, Agustín Acosta y el propio Nicolás de Páiz.
La estabilidad majorera
En cambio, por contraste, el Cabildo de Fuerteventura solo ha tenido cinco presidentes en la democracia actual. El partido hegemónico con diferencia ha sido Asamblea Majorera desde 1979 hasta ahora, con el solo paréntesis de Ildefonso Chacón (1995-99), de Independientes de Fuerteventura (IF-AIC), que estuvo al frente de la institución después de haber sido consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias. Era la cuota majorera en el Gobierno de Manuel Hermoso.
El primer presidente del Cabildo de Fuerteventura fue Gerardo Mesa Noda (1979-87), que estuvo los dos primeros mandatos, sin duda los más polémicos porque AM mantuvo agrios enfrentamientos con el tercio Don Juan de Austria de la Legión, algunos de cuyos miembros no se comportaron adecuadamente con la población civil mientras mantuvieron el acuartelamiento en Puerto del Rosario. Incluso Mesa Noda llegó a recibir un manotazo de un jefe militar (el capitán Juan Miláns del Bosch) de la Legión en un acto protocolario. Era hijo del general golpista que fue encarcelado tras la asonada del 23-F.
Tras Mesa Noda ocupó la presidencia cabildicia José Juan Herrera Velázquez (1987-95), también de AM. Como Chacón, también llegó a ser consejero del Gobierno regional. Herrera Velázquez, tras el paréntesis de Chacón, volvió a la presidencia majorera en 1999. Desde 2003 ocupa el cargo Mario Cabrera. El primer presidente del Cabildo fue Juan Domínguez Peña.
En La Palma ha habido siete presidentes desde las elecciones del 79: Gregorio Guadalupe (1979-82), con UCD; José Luis González Afonso (1982-91), del PP; de nuevo Guadalupe (1991-93), en esta ocasión con CC; Felipe Hernández (1993-96), del PSOE; José Luis Perestelo (1996-2009), con CC; Guadalupe González Taño (2009-13), de CC, y en la actualidad está el socialista Anselmo Pestana, apoyado por el PP tras una moción de censura contra sus socios nacionalistas.
El feudo gomero del PSOE
La Gomera es la única isla donde se ha mantenido la hegemonía del PSOE, que gobierna desde 1987 hasta la actualidad de manera continua, incluso en los peores momentos de los socialistas en el resto de Canarias y España. Mucho tiene que ver en esto el carisma de Casimiro Curbelo, que por primera vez no se presentará por el PSOE sino por la Agrupación Socialista Gomera, de reciente creación, tras rechazar su candidatura el PSOE federal por su imputación y otros problemas judiciales.
Curbelo ha sido 24 años presidente del Cabildo de La Gomera de manera ininterrumpida, aunque antes que él ocupó la plaza otro socialista, Ramón Jerez, desde 1987 a 1991. El primer presidente de la democracia fue Antonio Plasencia (1979-86), primero por UCD y posteriormente por la Agrupación Gomera de Independientes (AGI-AIC). Tras él estuvo solo un año Luis Izquierdo, del mismo partido.
Por último, en El Hierro el Cabildo ha estado vinculado fundamentalmente a la Agrupación Herreña Independiente (AHI) de Tomas Padrón, el primer presidente, que estuvo tres mandatos consecutivos, desde 1979 a 1991. Tras él estuvieron Venancio Acosta, en el 91, Inocencio Hernández (1991-95), del PSOE; de nuevo Tomás Padrón (1995-11); Belén Allende, también de AHI, que solo estuvo unos meses de mayo a septiembre de 2001, hasta que fue descabalgada por el socialista Alpidio Armas, que sigue en la actualidad tras pactar con el PP.
La Mancomunidad Interinsular de Cabildos fue una institución que se creó para equiparar las dos provincias canarias a las diputaciones peninsulares. Había una en Las Palmas, con representantes de los cabildos de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, y otra en Santa Cruz de Tenerife, con los cabildos de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro. Cada mancomunidad provincial contaba con un representante de cada cabildo. A principios de enero de 1985 desaparecieron y sus competencias fueron transferidas al Gobierno de Canarias.
Los ayuntamientos
Gran Canaria ha sido históricamente la isla donde el PP tiene más predicamento, seguramente por el peso de la capital. Las Palmas de Gran Canaria no es solo la ciudad más poblada del archipiélago, sino la más cosmopolita y abierta, lo que hace que muchos de los empadronados en la capital de la isla se decanten tradicionalmente por los tradicionales partidos de ámbito estatal: PSOE y PP. Además, también están censados muchos peninsulares.
Este fenómeno es distinto en la otra capital del archipiélago, Santa Cruz de Tenerife, que además de tener casi la mitad de la población de Las Palmas de Gran Canaria, las relaciones de sus ciudadanos son más tradicionales y ancestrales, aunque ello no es óbice para que también su población se nutra de españoles de origen peninsular. Siempre se ha dicho que Santa Cruz es más pueblo que LPGC, sin que esta expresión tenga intención despectiva. Simplemente la sociedad de la capital tinerfeña es menos cosmopolita que la de la capital grancanaria.
Por esa razón, tanto el Ayuntamiento de LPGC como el Cabildo de Gran Canaria han estado sucesivamente gobernados por socialistas o populares de manera pendular. La única excepción fue el primer ayuntamiento democrático presidido por Manuel Bermejo, de la Unión del Pueblo Canario (UPC), un partido nacionalista de izquierda, y en las etapas de José Vicente León, con el CDS, que se explica por el especial predicamento que siempre tuvo en las islas, sobre todo en Gran Canaria, el partido de Adolfo Suárez y Lorenzo Olarte. Antes de las primeras elecciones democráticas, fueron alcaldes Gabriel Mejías y Fernando Ortiz Wiot.
UPC pactó con el PSOE de Juan Rodríguez Doreste y las Asamblea de Vecinos (AV) para encaramar a Bermejo al frente de la ciudad. Fue una etapa convulsa recordada por la municipalización de las guaguas y las campañas de ayuda a los saharauis simbolizadas en la recogida de gofio. El ingeniero solo estuvo un año porque pronto los socialistas cambiaron de bando y pactaron con UCD para hacer alcalde a Rodríguez Doreste. De forma interina, antes de que el viejo socialista tomara posesión, estuvo efímeramente de alcalde un joven llamado Francisco Zumaquero.
En el pacto entre PSOE y UCD se acordó que el socialista fuera el alcalde los dos primeros años y el centrista Diego Villegas el último. En las elecciones de 1983, con la ola del PSOE en toda España y el reciente triunfo de Felipe González, Rodríguez Doreste volvió a la alcaldía con mayoría absoluta. Fueron años de luchas vecinales y la famosa guerra del agua ya que estaba restringido el servicio domiciliario. En 1987 le sucedió José Vicente León (CDS), que logró el apoyo de AP. Precisamente un tránsfuga del CDS, Miguel Ángel León Zalve, para más inri primo del alcalde, pactó con socialistas y el Partido Comunista de José Carlos Mauricio para volver a darle la alcaldía a un socialista en 1990, en este caso Emilio Mayoral.
Sin embargo, en 1991 se produjo el pacto tripartito entre CDS, PP e Ican para dejar en la oposición a los socialistas. Fue el denominado pacto time sharing que al final no funcionó. Los tres partidos se dividieron los cuatro años de mandato en tres partes en las que serían alcaldes León (CDS), José Sintes (PP) y Mauricio (Ican). Solo el primero logró ser alcalde el tiempo estipulado, Sintes estuvo al frente del consistorio un tiempo pero no llegó el turno de Mauricio, que era el último en la línea sucesoria del extraño pacto. Este pacto se extrapoló al Cabildo de Gran Canaria, pero en este caso Mauricio logró que se respetara la presidencia de Pedro Lezcano durante los cuatros años.
O sea, que en solo 16 años la capital grancanaria vivió una etapa tan convulsa que desfilaron nada menos que 10 alcaldes por las casas consistoriales de la plaza de Santa Ana. A partir de 1995, aprovechando también la cresta de la ola del PP, los conservadores pusieron orden. José Manuel Soria logró dos mayorías absolutas consecutivas (1995-2003). Como luego en 2003 se presentó al Cabildo de Gran Canaria, donde obtuvo mayoría absoluta, en la alcaldía lo sustituyó Pepa Luzardo (2003-07), la única concejal del partido que se mantuvo firme diez años atrás sin entrar en el pacto time sharing que había sido condenado por el PP. Posteriormente fue premiada por el partido.
En 2007 fue el socialista Jerónimo Saavedra quien logró la mayoría absoluta. Así y todo, fue generoso y le cedió puestos en el gobierno local a los dos concejales de Compromiso, un partido fundado por la ex diputada popular Nardi Barrios. Saavedra había ocupado ya cargos importantes, como el de presidente del Gobierno de Canarias, en dos ocasiones distintas, y el de ministro de Educación y de Administraciones Públicas. Actualmente, desde 2011 es alcalde Juan José Cardona (PP) con mayoría absoluta.
En la otra capital del Archipiélago ha habido mucha más continuidad. Si en LPGC ha habido 15 alcaldes en la democracia, en SCTF solo ha habido cuatro, y todos del mismo signo político. Manuel Hermoso fue alcalde desde 1979 a 1991, tres mandatos consecutivos, hasta que decidió ir al Parlamento liderando ATI-AIC para ser primero vicepresidente del Gobierno de Saavedra y posteriormente, tras una moción de censura en 1993, coincidiendo con la creación de CC, auparse a la jefatura del Ejecutivo autónomo.
Cuando se presentó por primera vez a la alcaldía santacrucera, Hermoso lo hizo con UCD. En las dos ocasiones siguientes fue por ATI. En el 91 le sucedió su lugarteniente, José Emilio García Gómez, que acabaría al final en el PP tras algunas diferencias con la cúpula ática. En el 95 entró el polémico y multimputado Miguel Zerolo, el delfín de Hermoso que antes pasó por uno de sus gobiernos como consejero de Turismo. Zerolo le ganó a Hermoso por un mandato más, nada menos que cuatro consecutivos. Actualmente está José Manuel Bermúdez, también de CC.
La capital tinerfeña estuvo muchos años gobernada con mayoría absoluta por los hombres de Hermoso. Siempre han sido los mismos, aunque al principio con UCD, luego con ATI y desde que nació CC, hace 22 años, con esta marca nacionalista de la casa. En SCTF no se han vivido ni por asomo las convulsiones políticas de LPGC. Prueba de ellos es que ha tenido una cuarta parte de alcalde que la capital oriental.
En la otra ciudad metropolitana importante de Tenerife, La Laguna, el gobierno municipal ha sido más variado y alternativo, aunque desde hace 22 años, en 1993, cuando se creó CC, este es el partido que ha estado al frente de la corporación. No obstante, el primer alcalde de la democracia fue Pedro González, el pintor tinerfeño, padre del activista del PSOE pro derechos de los homosexuales Pedro Zerolo, que en realidad se llama Pedro González Zerolo, aunque todos los conocen por su segundo apellido. Comparte el segundo apellido con el ex alcalde de Santa Cruz.
Pedro González fue alcalde desde 1979 a 1987. Curiosamente le sucedió otra artista, aunque no plástico: Elfidio Alonso, director de Los Sabandeños, que con ATI estuvo al frente de la corporación entre 1987 y 1991. Le siguieron José Segura (1991-93), del PSOE; de nuevo Elfidio Alonso por una moción de censura contra el socialista, que hizo que estuviera de alcalde hasta 1999; después vino Ana Oramas (199-2008) y en la actualidad está Fernando Clavijo, candidato de CC a la Presidencia del Gobierno de Canarias.
En Telde, la segunda ciudad más poblada de la provincia de Las Palmas, los nacionalistas y los populares se han repartido las alcaldías desde 1979. Curiosamente, en esta ciudad el PSOE tiene poca fuerza. El primer alcalde fue Paco Santiago, primero con Asamblea Canaria (1979-87), luego con CC (1991-2003) y finalmente con NC (2007-11). El comunista Marcelino Galindo, en aquella época enfrentado a Santiago, fue alcalde desde 1987 a 1991 gracias a un pacto tripartito con AP, CDS y PSOE. Posteriormente Galindo (Ican) confluyó con Santiago en CC en el 93 e hicieron las paces.
En 2003 ocupó la alcaldía el popular Paco Valido, que antes había sido concejal de Santiago porque provenía del CDS. No terminó el mandato ya que un año antes de concluirlo la operación Faycan contra la corrupción acabó con su cargo y el de otros compañeros concejales del PP. Le sucedió ese último año Francisco Santana, hoy consejero insular y en aquel momento uno de los últimos de la lista del PP teldense. Pero hubo que coger a toda prisa a algún edil popular fuera de sospecha y la lista tuvo que correr varios números. Desde 2011 es alcaldesa Carmen Castellano, que sigue imputada y que es una de las ediles que tuvo que dejar el ayuntamiento junto a Valido por acusaciones de corrupción. Lo más curioso es que también será la candidata del PP en las elecciones del 24 de mayo para intentar ser reelegida. Lo mismo que ocurre con el alcalde de Mogán, el popular Francisco González, que desde que fue multiimputado ha ganado con más facilidad la alcaldía si cabe.
Hay que destacar que en las últimas elecciones el PP no fue el partido más votado en Telde. Ganó NC-CCN, con nueve concejales, frente a los 8 del PP, pero este partido pactó con Ciuca y con CC, que no quiso decantarse por los otros nacionalistas del municipio.
Entre algunas curiosidades de las primeras elecciones municipales de la democracia, las de 1979, está la de Paulino Rivero, que fue el primer alcalde democrático de El Sauzal por UCD. Allí empezó su carrera política que culminó como presidente del Gobierno de Canarias, tras pasar por el Cabildo de Tenerife y el Congreso de los Diputados.
El primer alcalde de Tejeda fue Diego Cruz, por UCD, que estuvo 23 años seguidos, la parte en la dictadura. Era el marido de Encarna Domínguez, que fue alcaldesa del mismo pueblo cumbrero por el PP hasta 2011. En Artenara el primer alcalde democrático fue Severiano Lujan, por UCD. Luego estuvo muchos años al frente del consistorio, pero ya con el PP. Otro alcalde histórico fue Paco Araña del Toro en San Bartolome de Tirajana, por Agrupación de Vecinos, partido que sigue existiendo aunque ahora coaligado al PP. Marco Aurelio Pérez es el delfín de Araña, fue concejal con él y la madre del actual alcalde también fue edil con él. De casta la viene al galgo.
Carmelo Ramírez (Asamblea Canaria) fue el primer alcalde de Santa Lucía de Tirajana y el más joven de España, distinción que le quitó poco después Paco Sánchez cuando ocupó la alcaldía de Valsequillo. Los dos siguen activos políticamente, uno como consejero insular y otro como edil. Otro que sigue en activo es Isidro Santiago Galván, primer alcalde de Moya con UCD. Tras pasar por varios partidos, entre ellos el PP, este mes se presenta con Unidos por Gran Canaria.
Celestino Suárez fue el primer alcalde de La Aldea con UCD y Honorio García Bravo el primero de Yaiza, también por este partido. Luego se haría insularista y se uniría al polémico Dimas Martín, que fue alcalde de Teguise, presidente del Cabildo de Lanzarote y senador. Ahora está en la cárcel por corrupción. Su hijo llegó al parlamento canario como diputado, con su carismático y controvertido padre ya en prisión. Domingo González Arroyo fue el primer alcalde de La Oliva, también con UCD. Luego se pasó al CDS, al PP y actualmente lidera el Partido Progresista Majorero (PPMajo).
Capítulo aparte merece el siempre controvertido municipio de Santa Brígida. Su primer alcalde fue el socialista José Antonio García Viera. A pesar de ser el PSOE el partido en el consistorio con menos apoyos, las peleas entre UCD e independientes hicieron que accediera a la alcaldía. Santa Brígida, un pueblo con menos de 20.000 habitantes, presenta en estas elecciones de 2015 nada menos que trece candidaturas. Curiosamente, cuatro de ellas están encabezadas por ediles o ex ediles del PP: la actual alcaldesa, Beatriz Santana, que se presenta por este partido; Martín Sosa, actual primer teniente de alcalde, que lo hace con Unidos por Gran Canaria; Oneida Socorro, hasta mitad de mandato con el PP, que es la alcaldable por Ciudadanos de Centro Democrático (el partido que preside Lorenzo Olarte a nivel nacional), y Guadalupe del Río, concejal del PP en el mandato anterior (fue la número dos de Lucas Bravo de Laguna en la candidatura), que está al frente de Cambio por Sataute, el primer partido de la oposición.
En Teror el primer alcalde fue Salvador Cárdenes, que fue presidente de Eidetesa, la fábrica de donuts ubicada en la villa mariana, y que llegó a perder posteriormente unas elecciones frente a su subordinado, el socialista Juan de Dios Ramos, que sigue siendo alcalde y que estuvo muchos años levantándose de madrugada para repartir donuts y demás bollería industrial por todos los rincones de la isla conduciendo su furgón.
Hay que destacar también al primer alcalde democrático de Santa Cruz de La Palma, Antonio San Juan, del PCE. Fue el único alcalde comunista de Canarias de una capital de isla, la palmera. Era un oasis en mitad del desierto, como Julio Anguita, cuando fue el único alcalde comunista de una capital de provincia española, en este caso Córdoba.
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