Una campaña conjunta del Instituto de Investigaciones Marinas y de Cetáceos de las Islas Canarias (CEAMAR en sus siglas en inglés) y la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (SECAC) ha vuelto a constatar que el enclave donde la compañía petrolera Repsol prevé realizar las prospecciones es un área de gran interés por la diversidad y abundancia de especies.
El estudio ha revelado como dato “interesante y novedoso” la presencia en esta zona de una especie, el calderón tropical, de la que “no se habían identificado individuos residentes” hasta la fecha -solo eran considerado transeúntes, es decir, que se encontraban solo una o dos veces en la misma estación sin volver a ser captados-.
Según explican los investigadores en los resultados provisionales del estudio, durante la campaña se realizaron tres avistamientos de calderones a unas 25 millas de la costa y a una profundidad media de 800 metros. A pesar de que no se volvieron a captar los ejemplares de los tres avistamientos, la comparación con catálogos anteriores confirmó la “recaptura” de once de los calderones avistados con un grupo de animales fotografiados el 16 de abril de 2011 a 6 millas de la costa de Lanzarote, en el área propuesta para ser declarada Lugar de Interés Comunitario (LIC).
El avistamiento de estos animales, con una distancia temporal de más de tres años sobre las últimas investigaciones, puede ser la primera evidencia de que las aguas frente a Lanzarote y Fuerteventura representan “un lugar clave” para esta especie, al menos como zona de paso entre áreas de alimentación.
CEAMAR y SECAC realizaron entre el 9 y el 20 de octubre una campaña de investigación para elaborar un censo de cetáceos, tortugas y aves en una superficie de 262.382 hectáreas en torno a los puntos en los que Repsol dispone de autorización para poder realizar las perforaciones, en los emplazamientos denominados Sandía, Zanahoria y Chirimoya. El estudio fue financiado por el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Fuerteventura.
En los díez días de censo, los investigadores registraron 44 avistamientos de cetáceos de nueve especies diferentes; 81 avistamientos de tortugas (54 de tortuga boba), y 344 de aves, con un mínimo de ocho especies.
Como apuntes iniciales del estudio y a falta de un análisis más exhaustivo, el estudio destaca el interés del enclave por “la diversidad y abundancia de cetáceos y tortuga boba”. De los primeros resalta la cantidad de delfines avistados, tanto listados como mulares, y considera “llamativo” el tamaño de los grupos localizados, que en ocasiones superaban los 150 ejemplares.También mediante avistamientos o detecciones acústicas comprobaron la abundancia de cachalotes en el área de los sondeos.
Sobre los calderones tropicales, constataron que los grupos, que se desplazaban muy espaciados entre ellos, se componían de individuos de todos los rangos de edad, desde crías hasta adultos. El análisis de las fotografías permitió identificar a 38 calderones con marcas claras en su aleta dorsal, entre adultos e indeterminados.
Desde el punto de vista de las aves, los investigadores consideran que es preciso ahondar más en el análisis para poder concluir de forma apropiada.
En Canarias se ha registrado hasta la fecha la presencia de 30 de las 93 especies de cetáceos conocidas en la actualidad, de las cuales 28 se pueden encontrar en Fuerteventura y Lanzarote.
El Ministerio de Medio Ambiente reactivó a finales de mayo la tramitación del proyecto LIFE+ INDEMARES para la declaración de 10 Lugares de importancia Comunitaria (LIC) en las costas españolas. El último de ellos, paralizado hasta entonces, era el del espacio marino del oriente y el sur de Fuerteventura y Lanzarote, una zona cuyo límite se encuentra a tan solo 10 kilómetros del lugar donde Repsol tiene previsto iniciar las prospecciones petrolíferas y donde destacan los fondos marinos de El Banquete y Amanay, y una importante presencia de cetáceos y tortuga.