Greenpeace ha anunciado este miércoles que denunciará a la Armada española por el incidente ocurrido durante la protesta que la organización llevó a cabo en la zona donde Repsol busca hidrocarburos al este de Canarias, una acción en la que una activista resultó herida.
Así lo ha asegurado el portavoz de Greenpeace Miguel Ángel Soto en el puerto de Arrecife (Lanzarote), de donde zarpó este miércoles el buque de la organización Arctic Sunrise, que ha permanecido retenido ocho días en la isla canaria por orden del Ministerio de Fomento tras estos hechos, por los que ha tenido que pagar un aval de 50.000 euros.
El capitán del Arctic Sunrise, Joel Stewart, de nacionalidad estadounidense, y otros tres activistas que participaron en la protesta, entre ellos la voluntaria italiana que resultó herida, serán los encargados de interponer esta denuncia, según ha precisado Soto.
El barco de Greenpeace prevé llegar a Valencia en cinco días, si bien la travesía se puede prolongar algo más debido al temporal previsto en el Estrecho de Gibraltar.
Los ecologistas viajan a Valencia para apoyar a 17 activistas que se enfrentan a un juicio en el que les piden tres años de prisión por una acción de protesta desarrollada en el interior de la central nuclear de Cofrentes en 2011.
Soto ha manifestado a los periodistas que Greenpeace decidió pagar la fianza de 50.000 euros y partir de Lanzarote “después de intentar negociar con Fomento”.
El portavoz de la organización ecologista ha dicho que “querían retenerles” en Lanzarote y que han sido “objeto de un chantaje”, por lo que han optado por recurrir la multa en los tribunales y dirigir el barco “adonde tiene que estar: defendiendo el medio ambiente”.
Soto ha considerado que “la acción de la Armada pudo provocar una desgracia aún mayor” porque “no se puede enviar a personas preparadas para la guerra a parar acciones pacíficas”, una “violencia” que la organización dice no entender.
“Parece que España quiere repetir en estas aguas lo que Putin en el Ártico, colocando una bandera en el fondo del mar para evidenciar que el Ártico es de Rusia”, ha referido.
Soto ha opinado que “Soria y Brufau se han empeñado en poner una bandera en el fondo marino para decir que es suyo”, al tiempo que ha asegurado que “la apuesta por el petróleo se está acabando” porque este hidrocarburo “es del siglo XX, mientras que las renovables son la energía del siglo XXI”.
El portavoz de Greenpeace ha agradecido la hospitalidad del pueblo de Lanzarote y las constantes muestras de cariño que ha mostrado hacia la tripulación del “Arctic Sunrise”, al que algunos ciudadanos se han acercado estos días para entregar “tartas, pasteles y hasta huevos”, ha dicho.