La italiana ENI confía en encontrar petróleo donde fracasaron Repsol, Galp y Tangiers
El acuerdo suscrito entre la compañía energética italiana ENI y el Reino de Marruecos para buscar hidrocarburos en el área denominada Tarfaya off-shore, a apenas 50 kilómetros de la mediana que separa las aguas marroquíes de las españolas, está en una fase muy inicial, según reconocen desde la petrolera.
Así por tanto, fuentes cercanas a ENI tildan el comunicado emitido el pasado mes de diciembre como la notificación de un simple acuerdo que todavía no se ha transformado en permisos. De hecho, la petrolera está a la espera de que el reino vecino le dé luz verde para poder comenzar a estudiar si merece la pena arriesgar en la búsqueda de hidrocarburos en esta parte de la costa africana. En ENI consideran que este área puede ser interesante para su futuro ya que creen que no ha sido explorada del todo. En esta zona, bajo los permisos I-XII, esperan hallar hidrocarburos líquidos, es decir, petróleo.
En esta región, a la que ahora ENI podría lanzarse en un futuro no muy lejano a la búsqueda de bolsas con oro líquido, entre el 30 de junio y el 31 de julio de 2014 se efectuó la prospección de un pozo petrolífero, denominado TAO-1. En aquel momento se perforó bajo una lámina de agua de 105 metros y se alcanzó una profundidad final de 3.518 metros. Las compañías que tenían hace tres años y medio esta concesión del área eran la portuguesa Galp y la australiana Tangiers Petroleum. La versión oficial que se ofreció entonces para descartar la explotación fue que el pozo perforado “no contenía petróleo recuperable”. Precisamente, cuatro meses más tarde después de que las dos compañías probaran en esta área, Repsol lo intentó al este de Fuerteventura y Lanzarote bajo una lámina de agua de 882 metros y alcanzó hasta los 2.211 metros de subsuelo marino, haciendo un total de 3.093 metros de profundidad. El resultado fue similar al de Galp y Tangiers Petroleum ya que se confirmó la existencia de gas, pero ni en cantidad ni de calidad suficientes para hacer atractiva la explotación comercial por parte de la multinacional de origen español.
Las prospecciones realizadas en 2014 tanto en la parte marroquí como en la parte española tuvieron profundidades que superaron los 3.000 metros, mientras que ENI señaló en su comunicado de prensa que su actividad exploratoria se llevará a cabo a un millar de metros. Este dato, según apunta El Guincho-Ecologistas en Acción, evidencia que las posibles catas se efectuarían en las aguas más próximas a las Islas, en torno a la mediana entre Marruecos y Canarias, ya que cerca del litoral marroquí existe una amplia plataforma continental en la que la profundidad es escasa.
Entonces, teniendo en cuenta que ni Repsol, ni Galp, ni Tangiers Petroleum han tenido éxito en esta parte del Atlántico, ¿por qué a ENI le interesa probar? En primer lugar, porque como se señalaba en la nota de prensa emitida por la compañía, Marruecos había realizado análisis batimétricos y sísmicos “de muy alta resolución y con equipamiento técnico adquirido en 2015”, pero, sobre todo, porque entienden que el hecho de que otros sondeos hayan resultado fallidos no implica en este mundo de las prospecciones nada. Así, tiene el precedente del yacimiento de Zohr, en Egipto, donde en agosto de 2015 encontró el mayor yacimiento de gas natural del mar Mediterráneo, con reservas estimadas de 850.000 millones de metros cúbicos de ese combustible, a pesar de ser un sitio en el que las catas realizadas con anterioridad nunca dieron buenos resultados, como explica en su página web. A finales de 2017 la empresa energética italiana comenzó a explotar este yacimiento de gas.
De todos modos, las fuentes aclaran que en caso de que, una vez tengan los permisos, no vean muy conveniente la búsqueda de hidrocarburos, dejarán de lado el proyecto, aunque recalcan que todavía es muy pronto para sacar conclusiones ya que por el momento simplemente tienen acuerdos y datos en papel, no sobre el terreno, y hasta que no se hagan las perforaciones no se sabrá qué hay debajo del agua. Eso sí, inciden en que la probabilidad de éxito va desde 0 al 100%, por lo que no descartan nada ya que aún se está en una estadía muy inicial.
Las medidas medioambientales que emplearía la compañía en caso de que inicie los trabajos están entre las inquietudes de la ciudadanía y las autoridades canarias, sobre todo por el hecho de ser de un país no perteneciente a la Unión Europea. Las fuentes aclaran que trabajan en diferentes rincones del mundo y que están bajo la lupa de muchísimos colectivos medioambientales y de autoridades públicas, por lo que aplican los estándares internacionales para no tener problemas “en ningún nivel”. Entre los rincones en los que tienen yacimientos están Noruega o la costa italiana del Adriático, en la turística región de Apulia.