Patricia Hernández, diputada socialista por la provincia tinerfeña y candidata a ser la cabeza electoral del PSC en las elecciones del mes de mayo, se ha juramentado a que, si preside el Gobierno de Canarias, “ningún hogar canario dejará de tener ningún ingreso”.
Para ello, Hernández propone “no una renta básica, sino cambiar la Prestación Canaria de Inserción (PCI), haciéndola más flexible y garantizando que todo quien lo necesite podrá optar a ella”.
Esa propuesta, que repitió varias veces durante el único debate público conjunto que los tres pre candidatos socialistas van a mantener durante el proceso de primarias, puede resumir perfectamente el programa de Hernández: una nueva forma de hacer política cercana a los problemas reales de la gente.
“Mi primera medida como presidenta del Gobierno de Canarias será defender a quien no tiene quien lo defienda, porque esa es la seña de identidad del PSOE”, afirmó Hernández.
Y es que Hernández arrancó el debate acordándose de la panadera de su barrio, María (56 años), de un camarero llamado Jorge y de una amiga suya de toda la vida. Cada uno con sus propios problemas, pero poniendo rostro a cada cuestión.
“Si no conseguimos demostrarles que nos importan, acercarnos a ellos y a sus problemas, la política no merece la pena”, insistía Hernández.
Y es que la gente será protagonista hasta del programa electoral y de la política de pactos si Hernández consigue ser la candidata del PSC frente a Carolina Darias y Gustavo Matos.
Alianza Social
“Los pactos no los decidirá el candidato, se formularán contando con la participación de la militancia”, afirmó Hernández, si bien adelantó que ella, personalmente, cree imposible co gobernar con el PP, el partido que sostiene al Gobierno de España que ha usado la crisis económica para hacer políticas que perjudican a los más desfavorecidos de la sociedad.
“Quiero diputados que pateen los barrios, que discrepen, que se acerquen a la gente, que discrepen. Propongo un escaño vacio, simbolico, para que todo el que quiera tenga voz en el Parlamento”, insistía Hernandez ante sus dos adversarios, situados a su izquierda por mor del sorteo previo.
Una una nueva forma de hacer política, poniendo “las luces largas”, apoyándose en los pequeños comerciantes y nuevos emprendedores, una especie de “alianza social” entre empresarios, trabajadores y el resto de actores que permita crecer a Canarias, sin abandonar el turismo, apuesta por las energías renovables y el “talento, la innovación” que atesora el capital humano canario.
“Tenemos que ser líderes en las energías renovables pero no ser otro factor de especulación, de enriquecimiento de unos pocos, hay que socializar su inversión y sus beneficios”, afirmó.
Y es que Hernández lo tiene claro, no se enfrenta a sus compañeros, sino a todos los canarios y canarias que han dejado de confiar en la política como solución y la perciben como uno más de sus problemas.
“No quiero ganar a Carolina o Gustavo. Quiero ganar la voluntad de los canarios y canarias para ganar la posibilidad de cambiar”, concluyó.