Peritos de EEUU tratarán de demostrar la culpabilidad de Boeing en el accidente de Spanair

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

Cuatro peritos de aviación de EEUU tratarán de probar la responsabilidad de Boeing en el accidente del MD-82 de Spanair que se estrelló en agosto de 2008 en Madrid y en el que murieron 154 personas, en la demanda que mantienen familiares de siete fallecidos contra la compañía.

El abogado que representa a estas familias, Iván de Miguel, ha informado a Efe de que estos expertos expondrán ante el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Las Palmas de Gran Canaria, el primero en España que admite una acción contra Boeing, que la compañía aeronáutica estadounidense sabía que el avión tenía problemas y que se pueden dar de nuevo en los aparatos MD operativos.

Estos peritos son investigadores independientes, avalados por los años que llevan trabajando en el mundo de la aviación y comprobando fallos en su país, donde “desgraciadamente” son muchos más los accidentes de avión que ocurren y, por ello, su experiencia y cualificación es mayor, según De Miguel.

A juicio de este letrado, estos profesionales reúnen el conocimiento que se precisa para abordar este asunto y demostrar lo que ocurrió en Barajas, algo que no se logró, según De Miguel, en la causa penal investigada por el Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid, que determinó su archivo.

Además, dos de ellos, William C. Dvorak y Mayron Papadakis, son “peritos de primera mano”, porque fueron invitados por la Comisión española de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil y autorizados a analizar los restos del aparato de Spanair días después del accidente que sufrió ese avión MD-82 cuando despegaba hacia Gran Canaria.

El tercero de los expertos propuestos, Bob Alexander, diseñó durante quince años componentes eléctricos industriales para Boeing e ideó sistemas de seguridad para la NASA durante 25 años; y el cuarto, Alan E. Diehl, ha trabajado 30 años para el Gobierno estadounidense, tanto en la FAA (Administración Federal de Aviación), como en el ejército del Aire y en la NTSB (Junta Nacional de Seguridad de Transporte), según ha informado De Miguel.

En la causa también se aportará una declaración jurada emitida ante notario por el especialista ya fallecido Jim Burnet, quien dirigió durante más de tres años la investigación del accidente del MD-82 ocurrido en Detroit el 16 de agosto 1987 (vuelo NW255) en el que murieron sus seis tripulantes, 149 pasajeros y solo se salvó una niña de 4 años.

En esa declaración ante notario, Burnet analiza las similitudes de ambos siniestros y sostiene que el de Spanair se podía haber evitado si Boeing hubiera seguido las recomendaciones que hizo entonces, según ha indicado De Miguel, quien señala que, según este perito, el accidente es “idéntico en todo”.

Este perito relata así que, en ambos siniestros, el avión está cargado, se pone en cabecera de pista, el piloto y el copiloto se olvidan de poner los flaps en posición y se estrella y, cuando se analiza lo ocurrido, se descubre que no ha sonado la alarma que avisa a los pilotos de que el aparato no ha sido configurado adecuadamente.

“No suena porque hay un relé, el R25 que ha fallado, el mismo que falló en el avión de Spanair”, ha subrayado De Miguel.

Además, un experto en derecho de EEUU actuará como perito sobre la legislación de ese país, porque los demandantes exigen que las indemnizaciones se fijen conforme a las leyes norteamericanas en 56 millones de dólares (41 millones de euros).

Las familias exigen ser indemnizados por Boeing Corporación Madonell Douglas, pero para ellos su mayor victoria ha sido conseguir que las causas del siniestro puedan ser expuestas en un juzgado, algo que entienden que no se ha producido hasta el momento.

Antes de presentar esta demanda en este juzgado de Las Palmas de Gran Canaria, la familias lo intentaron durante seis años sin éxito en el Juzgado de Instrucción número 11 de Madrid y en Estados Unidos.