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La cascada de problemas hídricos en Fuerteventura que deja sin agua a sus habitantes

Depósito de agua común en la urbanización La Pared, el municipio de Pájara en Fuerteventura.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

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Durante unos diez días, cuando se lo permitía su trabajo, Guido Nanni se levantaba antes de que saliera el sol para ir en busca de agua. Hacía acopio de unas seis garrafas de ocho litros y conducía los diez kilómetros que le separaba de la urbanización La Pared de Costa Calma para rellenarlas en la escuela de windsurf de la que es encargado. Conducía los diez kilómetros de vuelta, volcaba el líquido en el depósito de su vivienda y volvía a repetir el trayecto. Así, podía tener unos 90 litros para aguantar en su casa, junto a su pareja y su bebé de siete meses. Nacido en Italia, Nanni vive en el sur de Fuerteventura desde 2007 y dice que “siempre” ha tenido problemas con el agua, pero entre finales de enero y principios de febrero asegura que ha estado más de diez días sin suministro. “Es una situación increíble que nunca había visto en mi vida”, dice.

Nanni dice que el Ayuntamiento de Pájara no le ha dado ninguna solución a pesar de sus reiteradas quejas y ha podido volver a llenar su depósito de 3.000 litros -en La Pared todos los vecinos tienen uno- gracias a que la propietaria de la vivienda que habita en régimen de alquiler le pagó a una empresa privada para que un camión le trajera agua. El depósito principal que abastece a la urbanización, que gestiona el Consistorio, se había ido vaciando por unos problemas en la desaladora que lo recarga, ubicada en Gran Tarajal, que suministra al sur de la isla; cuando esto ocurre, la de mayor capacidad, la planta que está en Puerto del Rosario, la sustituye. Pero el flujo no siempre llega con el caudal suficiente debido a la obsolescencia de las tuberías, algunas superando incluso su vida útil hace diez años. “Sí entraba algo de agua en casa, pero solo durante un par de horas y con poca presión. Me puede faltar 4 o 5 días, no pasa nada, estoy acostumbrado. Vivo en un lugar particular. Pero 10 o 15 días es inhumano para mí”, lamenta Nanni. 

La Pared es una localidad singular que ha llegado incluso a los tribunales. Se ubica en el istmo que une la península de Jandía con el resto de Fuerteventura y recibe su nombre de una antigua pared de piedra que atravesaba la isla desde la costa de barlovento a la de sotavento y de la que aún queda un yacimiento arqueológico. En la década de 1970 se intentó convertir la parte más costera en un enclave turístico, pero se quedó a medio hacer y se mantuvo como zona residencial, sobre todo de personas de nacionalidad alemana, sin que nadie se hiciera cargo de los servicios básicos comunes. Los vecinos acudieron a la justicia y una sentencia de 2014 obligó al Ayuntamiento a responsabilizarse del alumbrado, la pavimentación o el abastecimiento de agua potable y el alcantarillado. Pero esto no se hizo efectivo hasta 2020, cuando el Consistorio publicitó la completa recepción de los terrenos con los promotores privados de la urbanización.

El Ayuntamiento anunció entonces una serie de actuaciones en la zona para garantizar los servicios básicos y reformar la urbanización, pero los vecinos reiteraron en 2022 sus protestas al ver que no se concretaban las promesas e incluso la Justicia advirtió con exigir responsabilidad penal al Consistorio si no asumía los servicios básicos de la zona. Algo similar ha ocurrido con Costa Calma, La Lajita, Cardón o Tarajal de Sancho, donde también son recurrentes los desabastecimientos al ser localidades sureñas alejadas de los centros de producción.

En 2020 se instaló una nueva tubería de impulsión con capacidad de dar servicio a 10.000 personas en el sur de la isla, porque la anterior sufría averías con frecuencia y tan solo era capaz de abastecer a 1.000 personas, teniendo que racionalizar el suministro. El alcalde de Pájara, Pedro Armas, explica que el abastecimiento se resiente cuando la desaladora de Gran Tarajal “no produce agua”, pues el municipio sureño “es el último en recibir el agua de Puerto del Rosario” y entonces “se junta todo, porque se van llenando todos los depósitos hacia abajo y el último es al que no le llega”. 

Eso, en el caso de que no se produzca una avería en el trayecto. “Cuando esto ocurre, intentamos que los depósitos no se vacíen llevando cubas de agua, por ejemplo. Pero hubo un momento en el que, al no haber producción, no teníamos de dónde llenarlas”, indica Armas. “Yo entiendo a los vecinos, pero el problema del agua lleva enquistado más de 20 años y se extiende a toda la isla; no se soluciona de la noche a la mañana”.

Un problema enquistado durante más de 20 años

Fuerteventura es una isla desértica que, hasta la instalación de las desoladoras en la década de 1970, cubría sus necesidades gracias a las precipitaciones o con buques cisternas del Ejército español. Hay tres plantas principales para abastecer de agua potable a la isla: la de la comarca centro, en Puerto del Rosario, con capacidad para 42.000 metros cúbicos y que supone el 70% de la demanda insular; otra en el norte, en La Oliva, que está entorno a los 5.000 y 6.000 m3 y la del municipio de Pájara, en el sur, que llega a los 5.000 m3.

El Consorcio de Abastecimiento de Aguas de Fuerteventura (CAAF), cuya titularidad es en un 60% del Cabildo y en un 40% de los seis ayuntamientos, es quien se encarga de la gestión. “Las infraestructuras hidráulicas se pusieron en la década de 1970 y 1980 y algunas no se han renovado, bueno, la mayoría no se ha renovado. Se implantaron cuando en la isla había 30.000 habitantes y hoy tenemos 120.000. Ha crecido la demanda y la producción sigue siendo la misma”, señala el alcalde de Pájara.

Esta redacción ha tratado de recabar declaraciones del Cabildo de Fuerteventura, pero no ha obtenido respuesta. En la Corporación Insular se da una situación insólita desde que en diciembre solo dos consejeros ostentan todas las áreas de gobierno. El presidente Sergio Lloret (Asambleas Municipales de Fuerteventura) expulsó a sus siete socios de Coalición Canaria y los cuatro representantes del Partido Popular se retiraron del ejecutivo días después.

Antes de estos hechos, David de Vera (Coalición Canaria) era el consejero insular de Aguas en el Cabildo. Recuerda que el 21 de julio de 2022, la Corporación Insular declaró la emergencia hidráulica en Fuerteventura, un mecanismo que le permite implantar determinadas actuaciones con carácter de urgencia. “La justificamos por la obsolescencia de las infraestructuras hidráulicas, es decir, debido a su longevidad se estaban produciendo muchas averías de forma repetitiva que afectaban al suministro generalizado de la isla”, detalla Vera.

Las tuberías de más de 30 años que conducen el agua desde la desaladora de Puerto del Rosario a los depósitos reguladores de La Herradura habían sufrido hasta siete roturas en un año, afectando al suministro de la mayor parte de la población de la isla. Pero la emergencia hidráulica también se aprobó para “ampliar las infraestructuras y tener mayor capacidad de producción”, añade Vera, “porque cuando hay muchos picos de consumo en verano, en semana santa o con olas de calor, se consume más agua de la que el Consorcio es capaz de producir”.

La obra principal consistía en una nueva tubería entre la desaladora de la capital y los depósitos reguladores, con la previsión de que esté operativa en abril tras una inversión de 3 millones de euros. También se contempla la ampliación de la capacidad de producción de la planta de Puerto del Rosario, con 7.200 metros cúbicos más al día, y además, optimizar las redes para reducir las pérdidas de agua durante su flujo.

Estas son las actuaciones de carácter más urgente. Las soluciones a todos los problemas de desabastecimiento de agua en Fuerteventura se plasmaron en un documento llamado Plan Insular de Cooperación en Actuaciones de Garantía del Abastecimiento Domiciliario de Agua de la isla de Fuerteventura o, de forma abreviada, Picabas 2020-2025. Está dotado con una inversión de 156 millones de euros y contempla más de un centenar de obras destinadas a renovar casi la totalidad de las infraestructuras hidráulicas. Entre ellas, se incluye la construcción de una planta desaladora en el sur de Fuerteventura con capacidad para 15.000 m3 para descentralizar de Puerto del Rosario esta zona.

Para responder de forma inmediata a la “situación dramática en la isla”, como la catalogó el propio presidente del Cabildo de Fuerteventura, el CAAF acordó en enero la inyección a la red insular de suministros de terceros y de agua de cubas. Además, Lloret anunció que en febrero daría a conocer los proyectos del Plan Hidrológico para el periodo 2021-2027, aprobado el año pasado e incluido en el Picabas, que suponen “una solución real y definitiva al enorme problema del agua”. Sin embargo, tras haber sido expulsado de la Corporación Insular, Vera ha sostenido que tener un gobierno formado por dos consejeros ha pasado factura a la gestión y ha frenado la toma de decisiones ágiles. “Nunca habían existido cortes de agua tan abundantes y la población está alzando la voz porque no se están tomando las medidas suficientes para garantizar el suministro”.

Pero el alcalde de Pájara, que es del mismo partido que los consejeros en la institución insular, considera que la comunicación con el CAAF es ahora “mejor que nunca”. “El Cabildo no lo llevan solo el presidente y el consejero, allí trabajan más de 700 personas, con los jefes de departamento, que son los que gestionan. Lloret dirige, marca la línea a seguir. y supervisa las actuaciones. Y están demostrando que el CAAF camina mejor con ellos dos que con todos los que tenía antes”.

Armas considera que Coalición Canaria está “dando leña” con los problemas del agua cuando hasta hace dos meses eran los encargados de su gestión. Además, recuerda el partido “ha gobernado el Cabildo desde hace más de 20 años, debería haber encontrado la solución y ni siquiera la ha buscado; ahora lleva dos meses fuera y tiene la poca vergüenza de preguntar por qué no actuamos”. En este sentido, defiende la gestión realizada desde 2019 y quiere transmitir un mensaje de tranquilidad a los habitantes de la isla: “Hemos buscado resolver los problemas enquistados desde hace 20 años, tanto a corto, medio como largo plazo y daremos una rueda de prensa para explicar las soluciones definitivas”.

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