Una constructora presenta un segundo proyecto para buscar tierras raras también en el sur de Fuerteventura
La búsqueda de tierras raras en Fuerteventura continúa. La empresa Tenáridos, del grupo Satocan, ha pedido un nuevo permiso al Gobierno de Canarias para realizar exploraciones en la isla. En este caso, la empresa quiere investigar en 56 cuadrículas mineras que se extienden por 19 kilómetros cuadrados en el municipio de Pájara. En concreto, desde el pueblo de Ajuy hacia el sur, tal y como ha avanzado Canarias 7. Otro proyecto de la misma constructora está ya en exposición pública y en fase de alegaciones. En este caso, Satocan propone buscar tierras raras en cuatro cuadrículas mineras de Puerto del Rosario, que ocupan 1,34 kilómetros cuadrados.
De acuerdo con la documentación presentada en relación al primer proyecto, Tenáridos aspira a hallar yacimientos de minerales ''esenciales'' para fabricar dispositivos electrónicos, vehículos eléctricos, turbinas eólicas y tecnologías verdes, por la ''importancia estratégica'' que tienen estos materiales en la economía global. Las tierras raras que la constructora busca son rocas plutónicas alcalinas y carbonatitas del complejo basal de Fuerteventura.
Desde la Dirección General de Industria del Ejecutivo canario respondieron a esta redacción que las tierras raras desempeñan un papel ''fundamental en la viabilidad y la eficiencia'' de las tecnologías que impulsan la transición hacia una economía sostenible y menos dependiente de los combustibles fósiles. Así, esta área del Gobierno de Canarias ya ha publicado la admisión definitiva a trámite de la solicitud y el proyecto estará en exposición pública durante 20 días desde el 28 de febrero.
La investigación será de tres años y cuenta con un presupuesto total de 41.800 euros. En estos tres años se harán tanto trabajos de laboratorio como trabajos de campo y entre las labores que la empresa pretende desarrollar en la isla están las perforaciones para obtener muestras del subsuelo. Aunque no hay núcleos de población cerca de las cuadrículas mineras, sí que hay variedad de flora. Entre las especies identificadas están el matorral de algoaera, matorral de jorados, piteral y tuneral, cañaveral, matorrales nitrófilos, cerrillal panascal y pastizal de chirate. Además, una de las áreas se solapa con una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).
''Nada de información''
El Cabildo de Fuerteventura ha criticado que la corporación insular no tenga ''nada de información'' sobre los proyectos que se prevén para la isla. ''No es normal que se esté hablando de este tipo de intervenciones en el territorio majorero y sus instituciones no hayan sido ni consultadas ni informadas“, ha afirmado la presidenta del Cabildo majorero, Lola García (Coalición Canaria).
“Aunque se trata de un tema competencial, no hay que olvidar que el Cabildo tiene competencias en el suelo y tiene que velar porque las actividades que aquí se celebran sean respetuosas con el medio ambiente”, ha apuntado García. “Lo que no puede ser es que por un lado estemos exigiendo a vecinos y colectivos que cumplan con las medidas medioambientales y por otra parte nos autoricen catas tan agresivas con el territorio como estas”, añadió.
La presidenta del Cabildo ha advertido que los elementos químicos altamente contaminantes que se pretenden utilizar “no solo destrozan el paisaje, sino que atentan contra los recursos naturales limitados cuya explotación está más que comprobado que repercute negativamente en la flora, la fauna y el cambio climático”.
El grupo Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) también ha exigido transparencia al Gobierno de Canarias sobre las investigaciones de tierras raras que ya se realizan en Puerto del Rosario. La diputada Natalia Santana ha puesto en cuestión la opacidad y el hermetismo que rodea a los estudios que también están realizando las universidades públicas canarias y sobre la existencia de una empresa alemana que supuestamente ya ha extraído muestras.
Las tierras raras representan el nombre común de 17 elementos utilizados en la industria de las telecomunicaciones y también en el desarrollo de energías alternativas como los coches eléctricos. Sin embargo, para el diputado Mario Cabrera (Grupo Nacionalista Canario), también supone perseguir la explotación de estos recursos naturales limitados y puede provocar que “para solucionar un problema medioambiental estemos creando otro''.
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