LONDRES, 20 (Reuters/EP)
La Fiscalía de la Corona Británica ha anunciado que acusarán a Andy Coulson y a Rebekah Brooks junto a tres personas más de conspirar para pagar a funcionarios públicos para conseguir los datos de contacto de miembros de la familia real británica.
Coulson fue editor del 'News of the World' de 2003 a 2007, antes de convertirse en el portavoz del primer ministro, David Cameron, durante cinco años, de 2007 a 2011. Rebekah Brooks fue la directora ejecutiva del desaparecido periódico durante tres años, de 2009 a 2011. Las otras tres personas encausadas son los periodistas Clive Goodman y John Kay, y la empleada del Ministerio de Defensa, Bettina Jordan Barber.
“Hemos concluido, después de revisar cuidadosamente las pruebas, que Clive Goodman y Andy Coulson deben ser acusados de dos conspiraciones”, ha declarado la responsable de la Fiscalía General del Estado, Alison Levitt.
“Las acusaciones están relacionadas con la solicitud y la autorización de pagos a funcionarios públicos a cambio de información, incluyendo una guía telefónica de Palacio conocida como 'Libro Verde' que contiene las datos de contacto de los miembros de la familia real”, ha añadido Levitt.
Brooks y Coulson ya habían sido acusados de estar relacionados con delitos de escuchas telefónicas, el escándalo original que puso en marcha la operación Elveden y que evidenció la estrecha relación existente entre el Gobierno y los medios de comunicación. La exdirectora del 'News of the World' también ha sido acusada, junto a su marido, de intentar interferir en una investigación policial.
La Policía británica empezó a investigar la conducta de la prensa el año pasado después de que saliera a la luz que la plantilla del periódico de Rupert Murdock pinchaba números de teléfono para obtener información de forma habitual. A raíz del escándalo, Murdoch cerró el dominical y formó una comisión interna para cooperar con la Policía. Desde entonces, la Policía ha detenido a 52 personas en relación con los pagos a funcionarios públicos, incluyendo a personal del diario 'The Sun', policías y miembros de las fuerzas armadas.