JOPLIN (MISSOURI), 24 (Reuters/EP)
El tornado que arrasó el domingo pasado la ciudad estadounidense de Joplin, en el estado de Missouri (en la región del Medio Oeste del país), ha causado la muerte de 123 personas, dejado heridas a otras 750 y provocado la desaparición de muchas más, según informaron las autoridades este martes.
Los equipos de rescate han estado buscando entre los escombros que ha dejado a su paso el tornado, que ha destruido unos 2.000 edificios, arrancado árboles y destrozado coches. Dan Crain, portavoz del Ayuntamiento de Joplin, ha afirmado que “siempre existe la esperanza de encontrar a alguien con vida”.
Sin embargo, las labores de búsqueda se han visto complicadas por las malas condiciones meteorológicas, y dos personas fueron alcanzadas por rayos este lunes, una de las cuales está hospitalizada y en estado crítico.
Mientras, las tormentas que se produjeron este martes en los estados de Oklahoma (en el centro-sur de Estados Unidos), y Kansas (centro) han acabado con la vida de cinco personas y herido a muchas más cerca de la ciudad de Oklahoma y causado la muerte de otras dos en Kansas.
El tornado que pasó por Joplin con vientos de casi 328 kilómetros por hora es el que más víctimas mortales ha dejado en Estados Unidos desde 1947, cuando uno causó la muerte de 181 personas en Woodland (Oklahoma). El del pasado domingo ha barrido una zona de 9,5 kilómetros de largo por 400 metros de ancho.
El gobernador de Missouri, Jay Nixon, ha declarado que “casi todos los habitantes de la ciudad han perdido a alguien”. Rich Serino, 'número dos' de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias, ha dicho que el “devastador” tornado de Joplin es “uno de los peores” que ha visto.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitará Joplin el próximo domingo, tras su gira por Europa. Eqecat, una empresa evaluadora de situaciones de catástrofe, calcula que las pérdidas por los daños cubiertos por compañías aseguradoras ascienden a entre 1.000 y 3.000 millones de dólares.
Las fuertes tormentas que ha experimentado Estados Unidos durante esta primavera han acabado con la vida de más de 300 personas y ocasionado daños materiales valorados en más de 2.000 millones de dólares.