PEKÍN, 11 (Reuters/EP)
Varios miembros del Gobierno de China expresaron este jueves su malestar con el discurso pronunciado el día anterior por el Dalai Lama, quien expresó su “solidaridad” con los uigures, la minoría étnica china que reside mayoritariamente en la región de Xinjiang (oeste del país) y denunció que los monjes budistas de Tíbet viven en condiciones similares a los presos en las cárceles.
En un acto con motivo del 51 aniversario de su huida de Tíbet, el líder espiritual tibetano se refirió a la región de Xinjiang como “Turkestán Este”, nombre que le dan los exiliados pro independentistas uigures.
“Simplemente está utilizando Xinjiang y Tíbet como plataformas para lograr su propósito de dividir China”, indicó el alcalde de Lhasa, Doje Cezhung, en declaraciones recogidas por el diario estatal 'China Daily'.
El Dalai Lama también denunció que el Gobierno chino ha situado a los monjes y monjas tibetanos “en condiciones como las de una prisión”, haciendo que “los monasterios funcionen más como museos (...) para aniquilar deliberadamente el budismo”.
Las protestas lideradas por monjes budistas contra la soberanía china en marzo de 2008 llevaron a una grave ola de violencia en la que se incendiaron tiendas y se golpeó a los habitantes, incluidos han y musulmanes de la etnia hui. Los tibetanos ven a los han como intrusos que amenazan su cultura.
Al menos 19 personas murieron en dichos disturbios, mientras que los grupos pro Tíbet aseguran que 200 tibetanos murieron en la represión posterior por parte de las autoridades chinas.
“En Tíbet la gente puede creer en lo que quiera mientras sea legal. El Gobierno no interferirá. En lugar de eso, ayudará a la gente a que pueda solucionar sus problemas”, indicó el 'China Daily' citando al vicealcalde Jigme Namgyal.
El nuevo gobernador de Tíbet designado por Pekín, Padma Choling, simplemente dijo: “Dejemos que el Dalai Lama diga lo que quiera. Nosotros seguiremos con lo nuestro”.
La edición extranjera del diario del Partido Comunista Chino, el 'People's Daily', aseguraba en un artículo de opinión que la mejor manera de asegurar la estabilidad de Tíbet y Xingiang era seguir avanzando hacia el desarrollo social. “Si existe estabilidad a largo plazo en el país, las fronteras permanecerán eternamente en paz”.