GINEBRA, 2 (Reuters/EP)
El rey de Bahréin, Hamad bin Isa al Jalifa, teme que las revueltas populares de las dos últimas semanas puedan provocar una división social entre la mayoría chií, que respalda las manifestaciones, y la minoría suní, que controla el poder, según ha indicado la ministra de Desarrollo Social, Fatima al Balusi.
“El rey realmente teme ver al país dividido. Hay una línea muy fina entre tener paz y tener conflicto en Bahréin. Nosotros queremos que continúe como una isla de paz donde toda la gente viva junta, en armonía”, ha dicho Al Balusi desde Ginebra, donde ha participado en una conferencia.
En opinión de la ministra, el monarca ha hecho todo lo posible por atender las demandas de los manifestantes, que exigen una apertura democrática acorde con la última reforma constitucional. “Queremos mantener la unidad. El Gobierno ha favorecido siempre el diálogo y ahora estamos tratando de convencer a los manifestantes para que se sienten en la mesa de negociaciones”, ha apuntado.
En este contexto, Al Balusi ha instado a los bahreiníes que desde el pasado 17 de febrero se concentran en la plaza de La Perla de Manama a abandonar las protestas para que dé comienzo el diálogo nacional propuesto por el rey para solucionar la crisis política, no dejándose influenciar por los grupos de oposición que pretenden boicotear este proceso.
“Ellos no representan a toda la población de Bahréin, solo a una parte. Nosotros queremos que todos los grupos sociales participen del diálogo, pero no se puede tener un diálogo fructífero en la calle, solo en la mesa”, ha subrayado.
Asimismo, la ministra ha lamentado la versión que los medios de comunicación internacionales y los usuarios de Facebook y Twitter están trasladando de las revueltas en el país, al considerar que no se ajusta a la realidad. “Queremos que la prensa sea justa con Bahréin y que no hable solamente de lo que hace o dice un grupo, sino de todos ellos”, ha solicitado.