Bush y Brown se reúnen para sentar las bases de su ''relación especial''

El presidente de EEUU, George W. Bush, y el primer ministro británico, Gordon Brown, comienzan este domingo una cumbre que servirá para definir una “relación especial” entre ambos países que se presiente ahora más fría.

Bush tiene previsto recibir a Brown en la residencia de descanso presidencial en Camp David (Maryland), a un centenar de kilómetros de Washington, a partir de las 18.00 horas locales (22.00 GMT) de este domingo, para compartir una serie de reuniones y una cena.

Las conversaciones entre ambos continuarán el lunes antes de concluir con una rueda de prensa a las 11.30 locales (15.30 GMT), tras lo cual el nuevo primer ministro británico abandonará Camp David.

Aunque ambos ya se han reunido de manera informal antes de que Brown relevara a Tony Blair al frente del Gobierno británico el pasado 27 de junio, ésta será la primera reunión formal de los dos como mandatarios de sus respectivos países.

La Casa Blanca ha indicado que, entre los asuntos a abordar, figurarán de manera destacada evitar que Irán obtenga los medios para fabricar armas nucleares, poner fin al genocidio en la región sudanesa de Darfur y proteger los respectivos países de la amenaza terrorista.

Probablemente el asunto estrella será, sin embargo, la situación en Afganistán y en Irak, donde el Reino Unido mantiene desplegados cerca de 5.500 soldados en la zona de Basora, en el sur del país.

Una de las posibilidades que se conjeturan es que el Reino Unido acelere próximamente su retirada de Irak, donde ha ido reduciendo el número de soldados de manera gradual.

La Casa Blanca ha indicado que no espera anuncios concretos de esta visita. Pero sí servirá para determinar el futuro de lo que ambos países califican de una “relación especial” entre Londres y Washington, y que alcanzó un especial florecimiento durante el mandato de Blair, cuyos lazos con Bush fueron muy estrechos, tanto en el terreno político como incluso en el personal.

Lazos firmes con Estados Unidos

El Gobierno de Brown ha señalado que quiere mantener unos lazos firmes con Estados Unidos, pero también ha indicado que esas relaciones no serán tan intensas como durante la etapa Blair.

En declaraciones a la prensa esta semana, Brown afirmó: “creo que las relaciones entre un primer ministro británico y un presidente estadounidense serán fuertes, deben ser fuertes y, creo, que se verán fortalecidas en los meses y años venideros”.

Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, aseguró al anunciar la visita, que el Reino Unido es “un socio firme a la hora de abordar los desafíos estratégicos claves que afrontan nuestros dos países, así como en la promoción de la paz y la prosperidad en el mundo”.

Pero al mismo tiempo, el ministro de Cooperación Internacional británico, Douglas Alexander, ha apuntado que ambos países deben adoptar una posición más multilateral en su política exterior.

El nuevo primer ministro ha nombrado secretario de Estado de Asuntos Exteriores a lord Mark Malloch Brown, ex número dos en las Naciones Unidas y que el año pasado criticó duramente la actitud de EEUU hacia la ONU.

Además, Brown ha optado por reunirse con otros mandatarios, como la canciller alemana, Angela Merkel, o el nuevo presidente francés, Nicolas Sarkozy, antes que con Bush, algo que ha hecho subir más de una ceja en Washington.

Según Simon Henderson, del centro de estudios Washington Institute, en la cumbre de Camp David Bush querrá aprovechar para “abordar cómo ambos países pueden colaborar en los últimos 18 meses de su mandato”.

Brown, por contra, “querrá mostrar a sus seguidores que va a mantener una relación diferente con Bush de la que gozó Blair, al tiempo que muestra a Washington que el Reino Unido sigue valorando su relación”, apunta.

“A la vista de las incertidumbres y posibles tensiones que rodean a la transición en las relaciones británico-estadounidenses, el que las máquinas políticas vayan a detenerse en ambos países para lo que queda de verano puede ser una ventaja”, apunta el experto.