El primer ministro británico, David Cameron, y la Policía Metropolitana han autorizado el uso de pelotas de goma para repeler a los saqueadores y alborotadores en Londres y el resto de ciudades británicas sacudidas por la oleada de violencia. El Gobierno adelanta que estos poderes de emergencia estarán en vigor “mientras sean necesarios” con el fin de recuperar el orden público.
Cameron ha pedido a los efectivos de seguridad que recurran a tácticas “más contundentes” contra los criminales. A su vez ha prometido acelerar los procedimientos judiciales a los no menos de cien imputados. “Sentiréis toda la fuerza de la ley, y si sois lo suficientemente mayores para cometer estos crímenes, también lo sois para enfrentaros al castigo”, ha trasladado el premier a los infractores, en su gran mayoría jóvenes.
Las autoridades barajan igualmente la posibilidad de permitir la utilización de gas lacrimógeno y cañones de agua, una solución que acabaría con 180 años de la política de “fuerza mínima” seguida por la Policía británica.
“La Policía está recibiendo una oportunidad para demostrar que pueden controlar esto con métodos tradicionales y maximizando su fortaleza en las calles”, ha dicho una fuente gubernamental a The Independent. “Tendrán que considerarse todas las opciones si todo esto fracasa”, argumenta este informante, que se mantiene en el anonimato.
Ya son 16.000 los agentes desplegados en las calles de Londres para prevenir los disturbios, aunque en esta cuarta noche de violencia los altercados más graves se están registrando en la ciudad de Manchester, donde dos centenares de jóvenes se han enfrentado a las fuerzas de seguridad.
Las aseguradoras calculan que los disturbios han causado daños por valor de más de 100 millones de libras, o 113 millones de euros. Por otro lado, Cameron ha convocado una sesión parlamentaria para este miércoles para analizar la situación.
El subcomisario de Policía Stephen Kavanagh ha matizado que la decisión de emplear bolas de goma no será tomada a la ligera, pero recuerda que es “una de las tácticas” de las que disponen los agentes.
Por su parte el presidente de la Asociación de Comisarios de Policía, Hugh Orde, se ha mostrado en contra de la utilización de pelotas de goma o cañones de agua. “La gran fortaleza del modelo policial británico es el uso mínimo de la fuerza”, estima.
El lunes por la noche el cuerpo policial sacó por primera vez a las calles de Londres sus unidades de 'Jankel', un todoterreno blindado. Fueron empleados en Clapham y Hackney después de varias horas de saqueos y disturbios graves.
Estas medidas cuentan con el respaldo de una amplia mayoría de la población, según una encuesta que 'The Independent' adelanta para este martes. Este medio recuerda que las pelotas de goma han sido las causantes de al menos 17 muertes en los últimos 40 años en Irlanda del Norte. El mismo sondeo apunta a que solo el 28 por ciento de los encuestados cree que Cameron ha respondido adecuadamente a la situación.
Arde West Midlands
Por segunda noche consecutiva el desorden público se ha extendido por las calles de West Midlands, concretamente en el centro de Birmingham, en Wolverhampton y en West Bromwich, áreas en las que se ha detenido a 229 personas desde que comenzaron los altercados, 87 de ellas solo el martes. Del total, 23 se enfrentan a cargos judiciales.
Entretanto la Policía investiga las informaciones que apuntan a que se han efectuado disparos en el barrio de Aston. Agentes antidisturbios se han desplegado por el centro y han rodeado el complejo comercial Mailbox. A su vez han cortado el paso a las calles Dudley (Wolverhampton) y High (West Bromwich), entre otras de esta última población. Un portavoz del cuerpo policial de West Midlands especifica que más de 400 policías patrullan esta noche las calles, a los que se suman efectivos municipales.
Al menos dos vehículos han ardido pasto de las llamas. Asimismo, se han registrado asaltos contra comercios, como uno de la cadena de moda Marks & Spencer y otro de electrónica.
La Policía de West Midlands, citada por la BBC, ha precisado que 19 imputados continúan bajo custodia a la espera de comparecer ante los tribunales el miércoles por la mañana. Los cuatro restantes han quedado en libertad bajo fianza y también tendrán que testificar.
El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, llegó a primera hora de la tarde a esta ciudad del centro de Inglaterra para reunirse con los jefes de Policía. Desde Birmingham ha reiterado que “sencillamente no hay ninguna excusa para la violencia, el saqueo y la destrucción”.