LONDRES, 11 (Reuters/EP)
La ola de disidencia que sufrió el martes el primer ministro británico, David Cameron, con 91 diputados conservadores negándose a aprobar la reforma de la Cámara de los Lores propuesta por el Gobierno, ha provocado un gran enfado en el jefe del Gobierno y amenaza con tumbar a la coalición gubernamental.
Cameron tuvo que renunciar el martes a presentar la ley sobre la reforma de la Cámara de los Lores ante la negativa de varios diputados de su partido a aprobarla.
La Cámara Alta está formada por más de 800 miembros que tienen como labor revisar las leyes y supervisar los trabajos del Ejecutivo. La reina Isabel II designa a parte de los lores a propuesta del primer ministro, mientras que algunos heredan el puesto y otros llegan a él por su condición de miembros del clero.
El Gobierno pretendía recortar la composición de la Cámara Alta a 450 miembros para el año 2025 y que el 80 por ciento de los lores sean elegidos de forma directa por un periodo no renovable de 15 años. El restante 20 por ciento sería designado por una comisión independiente.
Varios parlamentarios han señalado que Cameron se puso furioso al enterarse de que 91 conservadores no votarían a favor de la ley. La reforma de la Cámara de los Lores era una promesa del Partido Liberal Demócrata, que ha tenido que apoyar varias medidas a las que dijo que se opondría durante la campaña a las elecciones de 2010.
“Vi al primer ministro gritando al diputado 'tory' (conservador) Jesse Norman. Señalándole y apuntándole. No es muy de primer ministro”, ha indicado el diputado laborista, Karl Turner, en Twitter. Un periódico ha citado a un parlamentario tory que ha señalado que el comportamiento de Cameron fue “desagradable”.
Un asesor del primer ministro ha asegurado que no hubo ninguna discusión, sino que el jefe del Gobierno estaba “enfadado y con razón”.
Ante una posible ruptura del Gobierno, el parlamentario conservador Peter Bone aseguró el martes que “mantener la coalición no tiene sentido” ya que se unieron para aprobar las medidas políticas necesarias para salir de la crisis y éstas ya han sido aprobadas.
En los últimos meses, el Gobierno ha respaldado una serie de medidas que aseguró que no iba a aprobar, lo que ha generado malestar entre las filas conservadoras. El diputado 'tory' Julian Lewis ha indicado que estos cambios “reducirán sin duda la confianza en las previsiones del Gobierno o en sus tácticas”.
Aunque no parece existir un sustituto de Cameron para liderar el Partido Conservador, Bale ha indicado que hay una serie de miembros de la formación que se están preparando para ocupar su puesto al frente del partido.