AYUTTHAYA, 17 (Reuters/EP)
Más de 10.000 integrantes de los 'camisas rojas' han salido a las calles de Ayutthaya, la antigua capital de Tailandia, para exigir la liberación inmediata de sus dirigentes y compañeros, detenidos sin juicio previo tras las violentas protestas contra el Gobierno organizadas en abril y mayo.
Se trata de la tercera gran convocatoria en menos de un mes, y un indicio más del resurgimiento del movimiento antigubernamental, a opinión de los expertos. La marcha ha sido estrechamente vigilada por centenares de agentes de policía, desplegados cerca de un estadio de fútbol cercano al lugar del evento.
“Hoy no tenemos líderes. Hemos acudido por nuestra cuenta y el CRES no puede arrestarnos”, indicó un portavoz de la marcha en referencia al Centro para la Resolución de Situaciones de Emergencia, el organismo oficial encargado de coordinar la respuesta a las protestas de Bangkok, que a la postre se cobraron la vida de 91 personas, dejaron heridas a más de 2.000 y desembocaron en la imposición del estado de Emergencia en la capital, que todavía sigue vigente.
Es más, cerca de 2.400 tropas adicionales se han desplegado en diversos puntos de la capital ante los temores de que la manifestación de Ayuttaya evolucione a una marcha sobre Bangkok, aunque todavía no se ha detectado movimiento entre los participantes de la concentración.