WASHINGTON, 8 (Reuters/EP)
La Casa Blanca y el Congreso están trabajando contrarreloj, con medianoche como hora límite, con el fin de desbloquear las negociaciones sobre el Presupuesto y evitar el cierre de la Administración que afectaría a cientos de miles de funcionarios.
El presidente, Barack Obama, y los presidentes de ambas cámaras no consiguieron llegar a un acuerdo en la reunión mantenida a última hora del jueves, mientras los negociadores demócratas y republicanos tratan de cerrar un acuerdo sobre la financiación del Gobierno para el resto del año fiscal que termina el 30 de septiembre.
Asesores demócratas han indicado que ambas partes no coinciden en el deseo republicano de incluir las restricciones al control de natalidad en el pacto, mientras que los republicanos dicen que las dos partes mantienen sus diferencias sobre unos 6.500 millones de dólares en recortes que habría que aplicar a los actuales niveles de gasto.
“Desgraciadamente aún no hay un acuerdo”, ha reconocido este viernes el 'número dos' de los demócratas en la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, a la NBC. “Creo que estamos muy cerca y hemos recorrido el 70 por ciento del camino en términos de dólares, lo que significa mucho en el intento por sellar un compromiso”, ha destacado.
“Sólo hay una razón para que no tengamos un acuerdo aún y esa cuestión es el gasto”, ha subrayado por su parte el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, en declaraciones a la prensa. “Estamos cerca de una solución en lo que se refiere a las cuestiones políticas”, ha precisado.
Según el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, los negociadores ya han llegado a un acuerdo para que se lleven a cabo recortes por 38.000 millones de dólares y la cuestión pendiente es el deseo de los republicanos de eliminar los fondos federales para Planned Parenthood, un grupo de planificación familiar que practica la mayoría de los abortos en el país.
“La única cuestión pendiente es la salud femenina”, ha señalado a la prensa. “Este ha sido un objetivo en movimiento pero ahora nos hemos dado cuenta de que el objetivo en movimiento está enfocado y tiene como blanco a las mujeres de América”, ha lamentado.
En este sentido, ha acusado a los republicanos de querer paralizar la Administración porque quieren negar la financiación a clínicas de salud femenina. “Los republicanos quieren cerrar el Gobierno porque piensan que no hay nada más importante que evitar que las mujeres puedan realizarse exámenes para detectar cáncer. Esto es indefendible y todo el mundo debería estar indignado”, ha señalado en el Senado.
Sin un acuerdo sobre el gasto para los próximos seis meses, el dinero para que pueda funcionar el Gobierno se agotará esta medianoche y las agencias, como el Servicio Interno de Rentas Públicas, iniciaría un cierre parcial.
800.000 FUNCIONARIOS AFECTADOS
La Casa Blanca ha precisado que el cierre supondría el paro para 800.000 funcionarios gubernamentales y afectaría seriamente la recuperación económica del país. Servicios vitales como la defensa, las fuerzas de seguridad, la atención médica de urgencia y el control del tráfico aéreo estarían garantizados.
El enfrentamiento es el mayor test al liderazgo de Obama, un demócrata, y a los líderes del congreso desde que los republicanos se hicieron con el control de la Cámara de Representantes en las elecciones del pasado noviembre. Asimismo, trae consigo enormes riesgos tanto para demócratas como para republicanos, que podrían ser considerados como incapaces de lograr compromisos por sus votantes.
Hoyer ha explicado que los demócratas tratarán de sacar adelante una ampliación de una semana de la financiación sin ningún recorte en el gasto con el fin de dar más tiempo a las negociaciones, después de que Obama amenazara con vetar una ley aprobada por la Cámara, que controlan los republicanos, para una ampliación de una semana que incluía otros 12.000 millones de dólares en recortes del gasto.
“Lo que vamos a intentar hacer es asegurarnos de que mantenemos al Gobierno en funcionamiento en los próximos siete días con un acuerdo muy simple”, ha señalado Hoyer.
Obama ha mantenido cuatro encuentros con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, y con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, en los últimos tres días. Tras la reunión de anoche, Obama reconoció que todavía había algunas “cuestiones difíciles” por resolver, aunque no dio detalles.
CRUCE DE ACUSACIONES
Las esperanzas de un acuerdo se han visto aplastadas repetidamente en los últimos días, y ambas partes se han acusado mutuamente de actuar con fines políticos y de querer paralizar a la Administración.
Boehner está siendo presionado para que se mantenga firme en las negociaciones desde el Tea Party, que contribuyó en gran medida al buen resultado electoral de los republicanos el año pasado con la promesa de recortar el gasto y reducir la Administración. No obstante, podría conseguir sacar adelante un acuerdo en el Senado sin el apoyo de los parlamentarios del Tea Party.
Por su parte, Reid ha indicado que los demócratas del senado prevén respaldar la ley que permitiría aplazar por una semana la paralización del Gobierno, si bien ha precisado que será distinta de la que ya ha sido aprobada por la Cámara de Representantes. “Vamos a tener nuestra propia ley”, ha afirmado en declaraciones a la prensa.