La Comisión Europea ha pedido este martes al Gobierno de Mariano Rajoy que siga retrasando la edad de jubilación en función del aumento de la esperanza de vida para frenar el gasto en pensiones y garantizar así la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo.
En su informe anual sobre sostenibilidad fiscal en la UE, Bruselas señala que la reforma de las pensiones aprobada en 2011, que retrasa la edad de jubilación a 67 años, ha tendido “un impacto positivo visible”. No obstante, alerta de que el gasto en pensiones de España seguirá claramente por encima de la media comunitaria hasta 2060, incluso teniendo en cuenta los efectos de esta reforma.
“Como consecuencia, se observan riesgos a la sostenibilidad del sistema de pensiones en España a medio y largo plazo”, resalta el Ejecutivo comunitario.
“España debería garantizar que el factor de sostenibilidad del sistema de pensiones incluya un vínculo claro de la edad de jubilación con cambios en la esperanza de vida de forma que el gasto en pensiones pueda frenarse a largo plazo”, señala el informe.
Entre 2010 y 2060, el gasto en pensiones aumentará en España en 3,6 puntos del PIB (por encima de la media comunitaria de 1,4 puntos). “Se necesita contener más el aumento del gasto relacionado con el envejecimiento de la población para contribuir a la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo”.
A medio y a largo plazo, si no cambian las políticas vigentes, la deuda pública seguirá aumentando desde el 97,1% del PIB en 2014 hasta el 114,4% en 2020 y el 129,4% en 2030.
Ajuste permanente de 4,8 puntos del PIB
A corto y medio plazo, el Ejecutivo comunitario avisa de que España está en “riesgo de estrés presupuestario” y reclama seguir aplicando los ajustes aprobados por el Gobierno para corregir la situación.
“España parece enfrentarse a un riesgo de estrés presupuestario a corto plazo, proveniente principalmente de la parte fiscal de la economía, pero en parte también de la parte macrofinanciera y de competitividad”, asegura Bruselas el informe.
Todos los indicadores utilizados por la Comisión para detectar riegos presupuestarios a corto plazo están más allá los niveles considerados “críticos” para 2013. Lo mismo ocurre con el nivel de deuda privada o la posición de inversión internacional neta.
“La plena aplicación del ajuste previsto contribuiría ya mucho a reducir el riesgo de estrés presupuestario” a corto plazo, apunta el Ejecutivo comunitario.
A medio plazo, Bruselas reclama a España políticas que permitan un ajuste estructural permanente de 4,8 puntos del PIB con el fin de garantizar la sostenibilidad de los cuentas públicas. Este esfuerzo es muy superior a la media exigida a la UE (2,7 puntos) debido al peor punto de partida de España.