El presidente venezolano, Hugo Chávez, anunció este miércoles la “radicalización” del proceso “revolucionario” durante su tercer mandato consecutivo, mediante una reforma constitucional “integral” y la concesión de poderes especiales al Ejecutivo para decretar leyes.
Chávez habló, sin profundizar, de las directrices que marcarán la “nueva edad” venezolana en la que pretende instaurar, de forma “acelerada” y con el apoyo del “poder popular constituyente”, el socialismo.
Así lo expresó el gobernante venezolano, de 52 años, en un largo discurso de casi tres horas, tras jurar el cargo para un nuevo período presidencial (2007-2013) ante la unicameral Asamblea Nacional (AN), de 167 miembros, todos oficialistas.
“Juro por esta maravillosa Constitución (...) Patria, socialismo o muerte”, exclamó Chávez.
Luego, al dirigirse a los asistentes al solemne acto en la sede de la Asamblea Nacional, manifestó: “Construir la vía venezolana al socialismo, ese es el único camino a la redención, a la salvación de la patria (...) llegó la hora del fin de los privilegios, de las desigualdades, y nada ni nadie nos hará detener el carro de la revolución en Venezuela”.
Señaló como imprescindible para el éxito de la “revolución” el traspaso “progresivo al pueblo” de los poderes administrativos, políticos y económicos, para consolidar así un “poder constituyente” que avance al ritmo de la realidad cambiante de la potencia petrolera suramericana.
Chávez anunció que la “aceleración de los tiempos” para instaurar el socialismo requiere de cuatro “motores”, entre ellos que la AN conceda al Ejecutivo poderes especiales para dictar decretos con rango de ley.
Los poderes especiales permitirán a Chávez legislar en varias materias, incluidas la nacionalización de la Compañía Anónima Venezolana Teléfonos de Venezuela (CANTV), privatizada en 1991, y otras empresas de sectores estratégicos como el agua y la electricidad vendidas a privados en la década de 1990, según anunció el pasado lunes.
En su discurso de este miércoles, el jefe del Estado venezolano no dio precisiones acerca de esas nacionalizaciones, contrariamente a lo que se esperaba.
La presidenta de la AN, Cilia Flores, anunció por su parte que declarará la “urgencia parlamentaria” para otorgar a Chávez los poderes especiales, llamados en Venezuela “ley habilitante”, la segunda que recibirá el teniente coronel retirado desde que asumió el gobierno en 1999.
El decreto de un paquete de leyes en noviembre de 2001, entre ellas las de Hidrocarburos y Tierras, generó la primera de cuatro huelgas generales contra el gobierno impulsadas por las cúpulas patronal y sindical, y la última de ellas desembocó en el golpe de Estado que en abril de 2002 derrocó a Chávez durante 48 horas.
Paralelamente a la “ley habilitante”, otro “motor” que acelerará la instauración del socialismo es “una reforma integral y profunda de la Constitución” Bolivariana de 1999, redactada por una Asamblea Nacional Constituyente (ANC) entre agosto y diciembre de ese año, según dijo el presidente.
Chávez no ahondó en cuáles son las modificaciones constitucionales que deben concretarse, aunque habló de cambiar artículos referidos a las actividades petroleras y gasíferas en Venezuela, quinto exportador mundial de crudo, y también de una revisión de la división político-territorial del país.
“Estamos redactando la propuesta para la reelección indefinida del presidente de la República”, indicó asimismo Chávez, que promueve esta posibilidad desde que anunció su candidatura a la reelección hace un año.
El jefe del Estado pidió la cooperación de la diputada Flores, nombrada presidenta y coordinadora de la Comisión Nacional para la Reforma Constitucional.
En el acto de investidura, al que no asistieron mandatarios extranjeros, Chávez también subrayó la necesidad de que el país cuente con un sólido “Poder Moral” que luche de forma efectiva contra la “corrupción y los vicios”.
“La esencia revolucionaria” debe “regenerar las costumbres, salir de los vicios y transformar los valores de la sociedad”, dijo.
“Trataré de hacerlo mejor que en mis otros dos períodos”, manifestó, antes de reiterar su llamamiento a los sectores opositores a “respetar y reconocer” las diferencias de cada quien y a aceptar la voluntad de la “mayoría” como dicta “la democracia”.
“Queremos democracia, los invitamos (a la oposición) a la democracia. Aquí había una dictadura y todavía tenemos hoy en Venezuela vestigios de esa dictadura, que pretenden revertir la democracia revolucionaria, imponer su voluntad minoritaria a una mayoría”, agregó.
Los actos de investidura del presidente venezolano comenzaron a primera hora de la mañana con una ofrenda floral de Chávez al Libertador Simón Bolívar y finalizaron con un desfile militar, tras la ceremonia de juramento.