CARACAS, 12 (Reuters/EP)
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, prometió apretarle las tuercas a la banca privada del país para que estimulen los préstamos y volvió a amenazar con el cierre a los bancos que no acaten las normas. “Digo con esto con respeto a los banqueros: voy a exprimiros fuerte. No voy a aceptar más excusas (...) destinad vuestras riquezas a créditos para la producción o no podréis existir”, dijo en un discurso televisado.
Chávez dijo que quería que los bancos triplicasen sus pagos al depósito de seguridad del Gobierno para garantizar el reembolso a los titulares de las cuentas de los siete bancos privados que el gobierno cerró la pasada semana.
La decisión de Chávez de cerrar siete bancos privados la semana pasada inquietó a los inversores, que suponen aproximadamente el 8 por ciento de los depósitos de Venezuela. El presidente amenazó con nacionalizar el sector de la banca privada si ésta no prestaba más para vivienda y para los pobres.
El mandatario después calmó la situación con una retórica más suave, asegurando que su principal objetivo era arrancar de raíz la corrupción financiera. Este viernes, sin embargo, apareció una vez más para endurecer su línea contra los bancos privados, insinuando que estaban haciendo un uso indebido de sus fondos. “He estudiado mucho el tema. Estoy advertido de que los bancos están usando los fondos para cosas indebidas y voy a tomar las riendas”.
Las mayores primas podrían también ayudar a la creación de un fondo estimado en 113 millones de bolívares (aproximadamente 36 millones de euros) para pagar a 35.469 depositarios que solicitaron la recuperación de su dinero de los bancos cerrados, dijo.
“Los que dirigen los bancos privados deben entender que ellos están subordinados a la constitución y a los planes del gobierno. Un banquero que no entienda esto no puede tener un banco”, aseguró.
El presidente de Venezuela también advirtió a los banqueros de que se mantuvieran fuera de la política. Dirigiéndose al fiscal general, en la audiencia de su discurso, dijo: “No podemos permitir que haya empresarios que financien la desestabilización o las actividades políticas”. “Los banqueros no pueden hacer política de la misma forma que los políticos no deberían jugar a ser banqueros. Cada uno a lo suyo”, añadió.