SAN JOSÉ, 8 (EUROPA PRESS)
La presidenta electa de Costa Rica, Laura Chinchilla, asumirá este sábado de forma definitiva el poder en el país centroamericano, en un traspaso de poderes marcado por el continuismo y que mantiene el bastón de mando en manos del gobernante Partido Liberación Nacional (PLN).
El mandatario en funciones, Óscar Arias, presidente de Costa Rica desde mayo de 2006, cederá mañana el testigo a su antigua vicepresidenta y ministra de Justicia, que renunció en octubre del año pasado a su cargo en el Gobierno para encabezar su candidatura a la Presidencia.
Chinchilla, de 51 años, se convertirá en la primera mujer al frente de Costa Rica gracias a los resultados obtenidos en las elecciones del 7 de febrero, cuando obtuvo en las urnas más de un 46 por ciento del respaldo popular. El resultado le dio la victoria sin siquiera esperar a una segunda vuelta.
A Chinchilla le tocará gobernar con un Congreso un tanto dividido y sin mayoría absoluta, ya que sólo dispone de 23 de los 57 escaños. El opositor Partido Acción Ciudadana (PAC, centroizquierda) obtuvo un total de 12 escaños, por delante del Movimiento Libertario (socialdemócrata).
La futura presidenta se ha marcado como sus principales retos de gobierno reducir la pobreza y combatir la delincuencia en el país de 4,5 millones de habitantes. Costa Rica, que abolió su Ejército hace 60 años, ha comenzado a sentir parte de los estragos que está causando la guerra entre cárteles de la droga en México.
Además, Chinchilla tiene ante sí el reto de reactivar la economía doméstica, después de que el país cerrase el año pasado con la inflación más baja de la última década y de que haya comenzado a notar los efectos de una productividad basada en la actividad agrícola.
PRESENCIA INTERNACIONAL
La jornada de víspera a la ceremonia de investidura comenzó ayer para Chinchilla con un desayuno oficial con el Príncipe de Asturias, Don Felipe de Borbón, uno de los líderes internacionales que participará en los actos previstos para mañana en San José.
A la toma de posesión asistirán, además, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, el colombiano, Álvaro Uribe, o el georgiano, Mijail Saakashvili, entre otros. Además, países como China, Australia, Sudáfrica y Pakistán también han enviado sus propias delegaciones.
Sin embargo, la mayor atención se la llevarán los países centroamericanos, que participarán en bloque, incluido el presidente hondureño, Porfirio Lobo, cuyo Gobierno aún no ha sido reconocido por todos los países de la región. El mandatario guatemalteco, Álvaro Colom, ya ha anunciado que entablaría diálogo con los líderes participantes para promover el reconocimiento de la actual administración de Tegucigalpa.