DAMASCO, 21 (Reuters/EP)
Cientos de personas se manifestaron contra el Gobierno en la ciudad siria de Jassem, aunque las autoridades no usaron la fuerza para disipar la última protesta, según informaron activistas.
“Dios, Siria, libertad”, gritaron los manifestantes en Jassem, un pueblo agrícola situado 30 kilómetros al oeste de Dera. “El pueblo quiere el derrocamiento de la corrupción”, exclamaron.
Las fuerzas de seguridad mataron a cuatro civiles en las manifestaciones que estallaron la semana pasada en la ciudad de Dera, en el desafío más grave para el Gobierno del presidente, Bashar al Assad, de 45 años de edad, quien sucedió a su padre hace 11 años.
Las autoridades no emplearon la fuerza y no intervinieron contra las protestas convocadas para exigir libertad y el fin de la corrupción y la represión, pero no el derrocamiento de Al Assad.
En Dera, cientos de policías uniformados y armados con fusiles de asalto AK-47 ocuparon las calles, pero no hicieron frente a los miles de personas que asistieron al funeral de un joven de 23 años de edad, Raed al Kerad, que murió durante una manifestación en Dera.
Los dolientes se reunieron más tarde en la mezquita de Al Omari, en el casco antiguo de Dera. Las tropas establecieron puestos de control en las entradas de la ciudad y revisaron los documentos de identidad. El ministro de Justicia sirio, Mohamad Ahmad Younis, intentó calmar los ánimos y establecer un diálogo con los manifestantes acudiendo al lugar de las manifestaciones.
Las fuerzas de seguridad abrieron fuego el viernes pasado contra los civiles que participaron en una protesta pacífica en Dera para exigir la liberación de 15 escolares detenidos por hacer pintadas de protesta, reclamando libertades políticas y el fin de la corrupción.
Las autoridades liberaron este lunes a los niños con la esperanza de rebajar la tensión en la ciudad fronteriza, lugar donde se produjeron más protestas después de la represión del viernes.
Personalidades locales también exigieron la liberación de los presos políticos, el desmantelamiento de la sede de la Policía secreta en Dera, la destitución del gobernador, un juicio público a los responsables de los asesinatos y que se eliminen los reglamentos que requieren el permiso de la Policía secreta para vender y comprar propiedades.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Francia instó a Damasco “a responder a las aspiraciones de la población siria con las reformas”. “Francia pide a Siria que respete sus compromisos internacionales en materia de Derechos Humanos, especialmente respecto a la libertad de opinión y de expresión”, agregó.