ROMA, 20 (EUROPA PRESS)
El contable de Silvio Berlusconi, Giuseppe Spinelli, ha asegurado este jueves que la joven marroquí Kharima El Mahroug, más conocida como Ruby, era “muy insistente” cuando le pedía dinero.
En una entrevista concedida al diario italiano 'Corriere della Sera', Spinelli ha explicado que Ruby “llamaba por teléfono” a su oficina y que él “respondía con evasivas”.
La Fiscalía de Milán ha iniciado un proceso el pasado viernes contra el primer ministro por prostitución de menores y extorsión, en relación Ruby y varias jóvenes que habrían participado en sus fiestas de villa Arcore y villa Certosa.
La Fiscalía trató de registrar las oficinas de Spinelli para conseguir las pruebas que confirman que Berlusconi habría realizado varias transferencias a las cuentas de las jóvenes, pero Spinelli se negó alegando que era el contable del primer ministro y que había que pedir autorización al Parlamento.
Por ello, Spinelli está pendiente ahora de la decisión de la Junta de Autorización de la Cámara de los Diputados sobre el sumario presentado por la Fiscalía de Milán para poder registrar sus oficinas.
El contable ha afirmado que el primer ministro ha ayudado “a algunas estudiantes a pagar la universidad o el alquiler” pero que “no era una cosa de gran peso” porque “en su jornada laboral ocupaba tan sólo diez minutos”. Además, el contable ha reiterado que Berlusconi “siempre ayudaba a gente que estaba en dificultad”.
Asimismo, Spinelli ha asegurado que “no tira el dinero porque sí” y que “sin preaviso no daba un euro”. Según el contable, tan solo pagaba “cuando era autorizado” por el primer ministro porque “no hacía nada sin autorización”.
El contable de Berlusconi ha sostenido que la Fiscalía “ha inflado las cosas sin medida” y que las llamadas interceptadas “no son tantas” y que se trata “de 5 o 6 personas entre las muchas situaciones que nosotros ayudamos”.
No obstante, Spinelli ha denunciado que “su mujer y él” se encontraron “a las 7:30 de la mañana” a “cinco policías” que pidieron “acompañarle a la oficina para hacerlos entrar”. Según ha declarado, los policías “seguían órdenes”.
Sin embargo, llamó al abogado de Berlusconi, Nicoló Ghedini, quien le aseguró que “era una oficina del primer ministro” y que “estaba cubierto por la inmunidad”. Por último, ha afirmado que “tiene la conciencia tranquila” porque “no tira el dinero” y que está “sereno”.