Las autoridades de Corea del Norte han emplazado misiles tierra-tierra en varias rampas de lanzamiento del Mar Amarillo coincidiendo con el inicio de las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur, según informó la agencia de noticias Yonhap. Por su parte, China se ha comprometido a buscar la distensión.
Las maniobras conjuntas norteamericanas y surcoreanas, que se llevan a cabo al sur de la disputada frontera marítima entre las dos Coreas, coinciden con un grave incremento de la tensión después del reciente bombardeo por parte de Corea del Norte de la isla de Yeonpyeong durante unos ejercicios de tiro surcoreanos, que causó cuatro muertos.
Asimismo, las maniobras han sido duramente criticadas por China y calificadas de “amenaza de guerra” por Corea del Norte, que ha amenazado con llevar a cabo un “golpe militar brutal” en caso de “provocación” y de que que se violen sus aguas jurisdiccionales.
El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ha advertido a una delegación china de que Pekín -el único gran aliado de Corea del Norte- debería hacer más por ayudar. La delegación china, que coincidió con Lee en que la situación es “preocupante”, respondió que intentará evitar el agravamiento de la crisis, según informaron fuentes del palacio presidencial surcoreano y los medios de comunicación chinos.
Entretanto, el Ministerio de Defensa surcoreano ha ordenado a los periodistas que abandonen la isla de Yeonpyeong y muchos residentes evacuados anteriormente han anunciado que, de momento, no quieren regresar.