El presidente de Haití, René Preval, dijo este miércoles que podrían haber muerto entre 30.000 y 50.000 personas en el terremoto del martes de 7,3 grados de magnitud en la escala de Ritcher, que devastó la capital, Puerto Príncipe.
Preguntado por el número de víctimas mortales por un reportero de la estadounidense CNN en Puerto Príncipe, Preval respondió: “No lo sé. Hasta ahora he oído 50.000, 30.000”. Aunque no dijo de dónde provenían esas cifras.
Además, Preval confirmó que el jefe de la misión de la ONU en Haití, Hedi Annabi, murió como consecuencia del seísmo. “El embajador Annabi murió. Enviamos nuestras condolencias a toda la comunidad internacional”, dijo en declaraciones a la prensa desde Puerto Príncipe.
Sin embargo, la misión de Estabilización de la ONU en Haití (MINUSTAH) estimó este miércoles que “cientos de miles” de personas podrían haber muerto en el fuerte terremoto del martes en Haití, que devastó la capital, Puerto Príncipe, si bien no maneja aún cifras precisas preliminares.
“Tenemos que hacer una evaluación”, reconoció Préval en sus primeras declaraciones publicas realizadas al diario Miami Herald, calificando la escena en la capital de “inimaginable” y apuntando a que seguramente ha habido miles de muertos. Posteriormente, el primer ministro del país, Jean-Max Bellerive, señaló en declaraciones a la CNN que temía que el balance pueda estar “muy por encima de los 100.000 muertos”.
“El Parlamento se ha venido abajo, la oficina de Hacienda se ha venido abajo, las escuelas se han derrumbado, los hospitales se han derrumbado”, explicó Préval. Según dijo, “hay muchas escuelas que tienen a muchas personas muertas” y entre los atrapados bajo el Parlamento se encuentra, aunque con vida, el presidente del Senado, Kely Bastien. Quien sí se ha confirmado que falleció en el seismo es el arzobispo de Puerto Príncipe, monseñor Serge Miot, cuyo cadáver apareció entre los restos del arzobispado.
El presidente, que no se encontraba en el momento del seísmo en el palacio presidencial, que también ha quedado destruido, explicó que ha recorrido varios barrios de Puerto Príncipe y ha podido ver el alcance de los daños. “Todos los hospitales están llenos de gente, es una catástrofe”, lamentó.
Por su parte, la primera dama, Elisabeth Préval, también habló de “catástrofe” y subrayó que el hospital general se ha derrumbado. “Necesitamos apoyo, necesitamos ayuda, necesitamos ingenieros”, reclamó.
Su relato coincide con los escasos relatos que hay sobre la actual situación en Puerto Príncipe ya que el terremoto, cuyo epicentro se localizó a tan solo 16 kilómetros de la capital, ha interrumpido las comunicaciones. En todo caso, tanto desde la ONU como las distintas ONG presentes sobre el terreno y Gobiernos extranjeros coinciden en que la devastación es generalizada.
Personal de la ONU
Entre los edificios que resultaron afectados está el cuartel general de la ONU, que se vino abajo. Según reveló el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, gran parte del personal de la ONU en el país, incluido su representante especial, Hédi Annabi, están desaparecidos.
Por su parte, el jefe de Operaciones de Paz de la ONU, Alain Le Roy, indicó que “hay cien miembros del personal desaparecidos y bajo los escombros”. “Algunas personas han sido rescatadas de debajo del edificio, pero son menos de diez”, precisó hace unas horas, aclarando que “algunos están muertos, otros están vivos”. En cuanto a las víctimas mortales, indicó que son “menos de cinco”.
Sin embargo los datos que han llegado desde los países de origen de los efectivos de la MINUSTAH, hablan de un número superior de víctimas mortales. Así, el Ejército brasileño confirmó la muerte de una médico en misión humanitaria y de once de sus soldados destinados en la misión de la ONU y precisó que otros siete resultaron heridos. Además, hay otros siete efectivos brasileños de MINUSTAH desaparecidos.
Asimismo, se ha informado de la muerte de un gendarme argentino de 33 años destinado en la MINUSTAH, de tres cascos azules jordanos y de al menos ocho militares chinos, mientras que otros diez soldados de esta nacionalidad están desaparecidos.
La MINUSTAH fue establecida en 2004 y actualmente cuenta con más de 9.000 militares y policías y con casi 2.000 empleados civiles. Unos 3.000 de sus efectivos se encuentra desplegados en Puerto Prínicipe, y según la ONU, “ayudarán a mantener el orden y a los esfuerzos humanitarios”. Asimismo, “han comenzado a limpiar algunas de las principales calles de la capital para permitir que la ayuda y los equipos de emergencia puedan llegar a los afectados”.
Por su parte, la directora del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), Helen Clark, informó de que 38 miembros del personal de esta agencia están desaparecidos tras derrumbarse sus oficinas.
Situación caótica
Entretanto, los supervivientes han pasado la noche al raso y trabajan con sus escasos medios en las labores de búsqueda de las personas atrapadas bajo los escombros. Según Kristie van de Wetering, cooperante de Oxfam en el país, la situación es “muy caótica”. “Hay una capa de polvo que cubre toda la capital y podemos oir a la gente pidiendo ayuda desde todos los rincones. Se están produciendo réplicas y la gente está muy nerviosa”, relató en un comunicado.
Por su parte, Médicos sin Fronteras (MSF) informó en un comunicado de que sus instalaciones de asistencia sanitaria en Puerto Príncipe han resultado dañadas. Ese es el caso del centro de traumatología Trinidad, gravemente dañado, donde el personal de la ONG se esfuerza por seguir atendiendo a los pacientes ingresados y acoger a heridos en el temblor.
En la Maternidad Solidaridad, que cuenta con 75 camas, también en la capital, las embarazadas, las nuevas madres y los recién nacidos han tenido que ser “evacuados por precaución debido a los importantes daños en la estructura”.
Esta tarde, la ONG indicó que sus instalaciones habían atendido a unos mil heridos, la mayoría de los cuales presentaban heridas traumáticas y fracturas, si bien algunos también tenían quemaduras como consecuencia de las explosiones de gas y los incendios provocados por el seísmo.
El portavoz de la Cruz Roja Haitiana, Pericles Jean-Baptiste, explicó a la agencia Reuters que su agencia está superada por la situación. “Hay demasiadas personas que necesitan ayuda y carecemos de material y de perros expertos en la búsqueda de desaparecidos”, lamentó.
Según informó la tarde de este miércoles la ONU desde Ginebra, la principal prisión de Puerto Príncipe también se derrumbó por el terremoto y algunos de los reclusos se habrían dado a la fuga.
El terremoto se produjo hacia las 17.00 horas locales del miércoles y tuvo una duración de un minuto. Poco después se registraron dos réplicas de magnitud 5,9 y 5,5 grados, tras lo cual ha habido en las horas siguientes hasta 30 réplicas de menor intensidad.
Haití es el país más pobre de América, pero, paradójicamente fue la primera república negra del mundo y el primer estado en la región en lograr su independencia. El país ha vivido en los últimos años distintas crisis, primero política en 2004 que culminó con el exilio del entonces presidente Jean-Bertrand Aristide, y posteriormente humanitaria en 2008 tras la devastación provocada por hasta tres tormentas tropicales que dejaron unos 800 muertos.
Según las estimaciones, siete de cada diez habitantes son pobres y más del 70% de ellos viven con menos de dos dólares al día, mientras que el 56% lo hace con menos de un dólar. Haití se sitúa en el puesto 150 de 177 países en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU y la expectativa de vida es de unos 60 años.