EEUU sopesa enviar más tropas a Irak tras dejar más de 3.000 muertos

Estados Unidos ha empezado el año con más de 3.000 soldados muertos en Irak y más de 140.000 involucrados en el conflicto, mientras la Administración Bush sopesa la conveniencia de enviar más tropas al país que invadió en 2003.

Los estadounidenses esperan esta semana una indicación de la nueva estrategia en Irak de parte del presidente George W. Bush, quien este lunes acudió al velatorio del ex presidente Gerald Ford para rendir tributo a quien era el ocupante de la Casa Blanca cuando terminó en oprobio la guerra de Vietnam.

El mismo Ford, en una entrevista concedida en 2004 pero que sólo se ha divulgado tras su fallecimiento, opinó que Bush y sus principales asesores cometieron un “gran error” en su justificación de la invasión.

A casi cuatro años del debate final en las Naciones Unidas sobre la invasión de Irak, el presidente Bush dijo: “No estamos ganando, ni vamos perdiendo”.

Eso fue hace tres semanas, cuando recibió las 79 recomendaciones para una nueva estrategia de parte del Grupo de Estudio de Irak (GEI), encabezado por el ex secretario de Estado James Baker y el ex legislador demócrata Lee Hamilton.

EEUU ha estado ya en Irak más tiempo que el de su participación en la II Guerra Mundial, un conflicto en el que perdió 405.000 soldados, y el hecho de superar este fin de semana los 3.000 fallecidos en Irak incide de forma negativa y penosa en una opinión pública que se ha manifestado mayoritariamente en contra de esta guerra.

El sitio de internet GlobalSecurity.com, que se especializa en asuntos militares, elevó este domingo a 3.002 la cifra de soldados estadounidenses muertos desde la invasión de Irak en marzo de 2003.

Según GlobalSecurity, que sustenta su contabilidad en los informes de prensa sobre incidentes en Irak, la cifra de soldados heridos en esa campaña llegó a 22.401.

El Pentágono, que actualiza su contabilidad de forma más lenta, incluye en su último informe del 29 de diciembre la cifra de 2.983 soldados muertos y 22.565 heridos.

El Grupo de Estudio de Irak (GEI) recomendó una combinación de uso de fuerzas: retirada gradual de las tropas de combate y aumento del número de instructores para las fuerzas militares y de seguridad del gobierno iraquí.

Bush a su vez considera un incremento sustancial pero de corto plazo en el número de soldados en Irak, que dé al gobierno iraquí el control de la capital y el tiempo para estabilizarse en medio de la creciente violencia sectaria.

El ex senador y ex candidato a la vicepresidencia demócrata John Edwards, quien anunció que buscará en 2008 la candidatura presidencial de su partido, dijo la semana pasada que su voto en 2002 a favor de la resolución que permitió la invasión de Irak fue un error.

“EEUU debería iniciar la retirada de sus tropas, en lugar de incrementarlas, en una escalada del conflicto”, dijo Edwards.

William Cohen, un republicano que fue jefe del Pentágono durante la administración del presidente Bill Clinton, señaló que “en la discusión sobre el envío de más tropas a Irak, lo importante no es tanto la cifra como una clara definición de la misión”.

“Debemos definir si la misión será la custodia de las fronteras o el control de Bagdad”, dijo Cohen en el programa de televisión “Late Edition”, de la cadena CNN.

“Y si la misión es la neutralización y desmilitarización de las milicias chiíes, entonces necesitaremos más de 10.000 ó 20.000 soldados adicionales”, añadió.

El ex consejero de Seguridad Nacional Zbigniew Brzezinsky, quien trabajó en la administración del presidente Jimmy Carter, sostuvo que “el problema es que las decisiones están en manos de un grupo muy pequeño, incluido el presidente Bush, que está atrapado en sus propios errores del pasado”.

El senador republicano por Indiana, Richard Lugar, quien abandonará en enero su puesto como presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la cámara alta, expresó sus dudas sobre la conveniencia de aumentar el contingente militar en Irak e instó a Bush a consultar con los legisladores antes de cambiar de estrategia.

“En el pasado, la Administración se ha inclinado por dejar al Congreso a un lado”, dijo Lugar en el programa de televisión News Sunday, de la cadena FOX.

“La Administración tiene que identificar precisamente dónde están las líneas de batalla, a quién se combate, y yo no he visto esas líneas”, agregó.