El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha recomendado que se investiguen cerca de una docena de casos de presuntos abusos y malos tratos a detenidos por parte de la CIA, lo que expondría a empleados y responsables de la agencia a potenciales juicios.
Así lo expone un informe de la Oficina de Responsabilidad Profesional del departamento que ya ha sido presentado al fiscal general, Eric Holder, según informó una fuente conocedora del documento al diario 'The New York Times'.
El informe coincide, según el rotativo, con la desclasificación esta misma tarde de algunos documentos que ofrecen más detalles sobre los malos tratos a los prisioneros y que fueron recabados por el inspector general de la CIA en 2004, aunque hasta ahora nunca se habían revelado.
En un principio, la Fiscalía decidió que estos casos que detalla el inspector de la CIA no serían juzgados, pero cuando Holder accedió al cargo a principios de este año tras la toma de posesión de Barack Obama como presidente de Estados Unidos tuvo acceso a los documentos, que hablan incluso de algunas muertes bajo custodia de agentes norteamericanos así como abusos físicos y psicológicos, decidió reconsiderarlo.
“Con la revelación de estos detalles el lunes y la recomendación formal de que al menos algunos casos sean reabiertos, parece que se tomarán pasos, lo que supone nuevos e importantes problemas para la CIA”, indica el diario.
Pero también podría suponer el inicio de un periodo de crisis dentro de la Administración Obama, ya que el propio presidente propuso hace unos meses que no se juzgara a nadie por estos abusos para que el país pueda avanzar y superar la etapa de George W. Bush.
La sugerencia de revisión de estos casos de presuntos malos tratos se centra principalmente en detenidos en prisiones de Irak y Afganistán. Aproximadamente representan la mitad de los que inicialmente se investigaron en el Departamento de Justicia y que luego fueron archivados.
En los numerosos casos de presuntos abusos contra detenidos por terrorismo que han salido a la luz en los últimos meses se habla de prácticas que han sido definidas por la propia Administración Obama como tortura.
Paul Gimigliano, un portavoz de la CIA consulatado por 'The New York Times', aseguró anoche que la agencia no ha recibido ninguna notificación acerca de una posible apertura de los casos ya cerrados.