La Casa Blanca anunció este martes la suspensión de los procedimientos de repatriación de los 91 prisioneros yemeníes que permanecen en el centro de detención de Bahía de Guantánamo, según hizo saber el portavoz Robert Gibbs, quien aseguró que esta decisión es temporal y no altera el compromiso de la Administración Obama para cerrar lo antes posible las instalaciones penitenciarias.
“Si bien seguimos comprometidos con el cierre de Guantánamo, se ha determinado que cualquier traslado adicional a Yemen no es, ahora mismo, una buena idea”, declaró Gibbs.
Según informó este martes el diario británico The Times, al menos una docena de ex presidiarios de Guantánamo se han reincorporado a las filas de Al Qaeda para combatir en Yemen, país que con los 91 detenidos cuanta con mayor contingente de nacionales entre los 198 presos que todavía se encuentran en el centro penitenciario.
Seis prisioneros yemeníes fueron devueltos a su país el mes pasado, pero tras el atentado frustrado contra el vuelo 253 de Northwest Delta en Detroit, las autoridades estadounidenses han expresado su preocupación ante la posibilidad de que Yemen, donde presuntamente se gestó parte de la trama terrorista, se haya convertido en las últimas semanas en un refugio seguro para los terroristas.
Por citar casos concretos, el actual “número dos” de Al Qaeda en el país árabe, Said Alí Al Shihri, fue liberado en 2007. Hani Abdo Shalaan, excarcelado en diciembre de ese mismo año, murió el pasado 17 de diciembre en un bombardeo contra posiciones insurgentes, según informó la pasada semana el Gobierno yemení. Ibrahim Suleiman Al Rubaish, puesto en libertad en 2006, se ha convertido en un prominente ideólogo de páginas yemeníes afines a Al Qaeda.
Precisamente este martes, el Tribunal de Apelaciones del Distrito de Columbia ratificó la sentencia a favor de la detención del ciudadano yemení, natural de Arabia Saudí, Ghaleb Nassar Al Bihani, uno de los 91 yemeníes de Guantánamo, donde lleva detenido desde mediados de 2002 por su presunta asociación con los talibán y con Al Qaeda.
Al Bihani había apelado la decisión, argumentando que su encarcelamiento había sido ilegal y que todos sus intentos para rebatir la sentencia resultaron anulados por errores de procedimiento. Hasta el momento, sólo ha reconocido que una vez ocupó un piso franco de los talibán en Afganistán, pero niega categóricamente estar relacionado ni con las milicias ni con la red terrorista internacional.
La detención de Al Bihani, según dictaminaron este martes los tres jueces del tribunal, “está autorizada por estatuto y no se ha hallado ningún defecto constitucional que pudiera haber afectado el resultado de los procedimientos”.