PARÍS, 16 (EUROPA PRESS)
El primer debate de los seis candidatos socialistas que aspiran a concurrir en las elecciones presidenciales de 2012 en Francia ha estado marcado por el enfrentamiento dialéctico entre la secretaria general del partido, Martine Aubry, y su antecesor en el cargo, François Hollande, a quienes los sondeos sobre intención sitúan a la cabeza de la carrera por el Elíseo.
Aubry ha atacado las propuestas en las que Hollande ha fundado su campaña a las elecciones primarias, y en las que, en caso de convertirse en candidato socialista, pretende fundar también su programa para el Gobierno de Francia.
La alcaldesa de Lille ha considerado “irresponsable” la promesa de Hollande de equilibrar las cuentas públicas francesas para 2017, al considerar que la actual incertidumbre en el entorno europeo hace imposible realizar previsiones económicas de ese calado.
En segundo lugar, ha atacado el plan de creación de empleo de Hollande, que pretende crear 300.000 puestos de trabajo para jóvenes reduciendo las cargas fiscales a las empresas que los contraten. “No funcionará”, ha advertido Aubry, argumentando que ya intentó algo similar durante su etapa como ministra de Asuntos Sociales.
Además, ha aseverado que, a diferencia de ella, Hollande no está preparado para liberar a Francia de la energía nuclear. Así, ha abogado por reducir la dependencia de las nucleares entre un 50 y un 75 por ciento de aquí a 2025. “Es una energía del pasado”, ha apuntado, en declaraciones recogidas por 'Le Monde'.
Sin embargo, el ex secretario general de los socialistas le ha echado en cara su postura sobre el reactor nuclear de Flamanville, de nueva generación, cuyo desmantelamiento no solo ha rechazado, sino que además ha asegurado que mantendrá el proyecto, valorado en más de dos millones de euros.
Hollande ha indicado que su compañera de partido se presenta como el 'Plan B', después de que el ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn se esfumara como primera opción a causa de un escándalo sexual. “Si finalmente hubiera sido candidato a las primarias, yo también lo sería porque tomé mi decisión antes”, ha argumentado.
RECETAS ECONÓMICAS
A pesar de este cruce de acusaciones, ambos candidatos se han mostrado de acuerdo en la necesidad de que Francia asuma sus compromisos sobre déficit y deuda para recuperar la senda del crecimiento económico, así como en sus recetas contra la crisis.
“Debemos respetar nuestra promesa de recortar el déficit por debajo del tres por ciento para 2013”, ha dicho Aubry. “No seré un presidente que haga crecer la deuda, como ha hecho Nicolas Sarkozy. Me propongo sanear nuestras finanzas”, ha señalado, por su parte, Hollande, en referencia al actual líder galo.
Así, ambos han propuesto una reforma fiscal destinada a captar más fondos de las grandes riquezas francesas. Aubry ha anunciado que recaudará uno 50.000 millones de euros eliminando exenciones impositivas, mientras que Hollande ha abogado por la creación de un impuesto específico para estas fortunas.
OTROS CANDIDATOS
Los otros cuatro candidatos socialistas han mantenido un bajo perfil durante el debate, a pesar de que todos los participantes han contado con 30 minutos para exponer sus ideas, sin interrupciones de los contrarios.
Entre ellos ha destacado la ex candidata presidencial Ségolène Royal, que ha centrado su propuesta en el ataque a la especulación financiera promovida por los bancos. “En la medida en que ellos sigan mandando y nosotros sigamos obedeciendo, no nos recuperaremos”, ha advertido.
Asimismo, Royal ha querido distanciarse de su derrota en las urnas en 2007 frente a Sarkozy. “He cambiado mucho desde entonces. He trabajado muy duro”, ha asegurado a los franceses.
Por su parte, Manuel Valls señaló como sus prioridades la seguridad y la modernización de las relaciones sociales en el contexto de la crisis económica, argumento que también han defendido en gran parte Arnaud Montebourg y Jean-Michel Baylet al subrayar la necesidad de luchar contra la especulación financiera.