Dos españoles viajaban en el avión desaparecido en el Atlántico

El avión de la aerolínea Air France que cubría el vuelo AF447, entre Río de Janeiro (Brasil) y el aeropuerto parisino de Charles de Gaulle, desapareció esta madrugada con 228 personas a bordo, entre ellas dos de nacionalidad española, según confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.la compañía francesa, la desaparición del aparato se produjo poco después de que éste informara de un cortocircuito eléctrico tras cruzar una zona de tormenta. Entre las hipótesis que se barajan por ahora está la de que el avión, operativo desde 2005, fuera alcanzado por un rayo.

El director general de Air France, Pierre-Henri Gourgeon, precisó que el Airbus 330-200 salió de Río de Janeiro a las 19.30 horas de este lunes, hora peninsular española, y su llegada a París estaba prevista para las 11.14 horas. Pero a las 4.14 horas envió un mensaje en el que informaba de un cortocircuito eléctrico tras atravesar una zona de tormentas con fuertes turbulencias mientras sobrevolaba una zona alejada de la costa, indicó la compañía.

Según un comunicado del Mando de Aeronáutica del Ministerio de Defensa de Brasil, a las 3.33, el avión “realizó su último contacto vía radio con el Centro de Control del Area Atlántico (CINDACTA III)” cuando se encontraba a 565 kilómetros de Natal (Brasil).

Entonces, dice el comunicado, cuando el avión salió de la cobertura de CINDACTA III, a las 3.48, “las indicaciones apuntaban que la aeronave volaba con normalidad a 11.000 metros de altitud y a una velocidad de 840 kilómetros por hora”.

El piloto informó de que iba a “entrar en el espacio aéreo de Dakar, Senegal”, a las 4.30, pero finalmente “el avión de Air France no realizó el contacto de radio previsto con el CINDACTA III, por lo que se informó al control de Dakar”.

A las 13.30, Air France comunicó al CINDACTA III que el avión “envió un mensaje a la compañía informando de problemas técnicos en el aparato -pérdida de presurización y fallo en el sistema eléctrico-”, añade.

Tanto los radares del tráfico aéreo franceses como los brasileños y africanos intentaron en vano establecer contacto con el vuelo AF447, así como el control aéreo militar francés, que trató de detectar el avión “sin éxito”, indicó la aerolínea.

El ministro de Ecología y Transporte francés, Jean Louis Borloo, admitió que “es extremadamente difícil decir” dónde se habría producido exactamente la desaparición del avión, pero “probablemente”, dijo, habría sido “en el medio” de su recorrido. En cualquier caso, el avión ya se ha quedado sin combustible.

Un avión casi nuevo

El aparato desaparecido era prácticamente nuevo y acumulaba un total de 18.870 horas de vuelo desde hacía cuatro años. Air France aseguró que el comandante contaba con 11.000 horas de vuelo, 1.700 en aviones de la familia A330/A340. En cuanto a los copilotos, entre los dos suman 3.000 horas de vuelo a bordo de este tipo de aviones.

Es la primera vez que un A330-200 sufre un accidente, según confirmaron a Europa Press fuentes del fabricante aeronáutico, quienes subrayaron que se trata de “un avión bastante nuevo”. El aparato siniestrado pasó su última revisión el pasado 16 de abril.

Causas de la desaparición

Aunque aún se desconoce el motivo por el que desapareció el Airbus 330-200, el jefe de comunicaciones de Air France, François Brousse, dijo que lo “más probable” es que “fuese fulminado por un rayo”. Concretamente, la empresa cree que pudo haber un problema en los circuitos eléctricos que controlan los mecanismos de gobierno de la nave.

Por su parte, el director general de la aerolínea precisó durante su comparecencia ante los medios de comunicación que el aparato había emitido varios “mensajes automáticos de mantenimiento” en los que alertaba de “averías en numerosos componentes”. Los mensajes, prosiguió, daban a entender que se había producido “una situación inesperada a bordo del aparato”.

También François Grangier, de la Oficina de Investigaciones de Accidentes (BEA), declaró a la cadena BFM-TV que el avión pudo sufrir “cualquier cosa extremadamente repentina o brutal”, ya que los pilotos no tuvieron tiempo ni siquiera de anunciar el problema.

En cualquier caso, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, consideró que las probabilidades de encontrar supervivientes “son ínfimas”. Estamos ante un “acontecimiento absolutamente dramático, un accidente trágico”, reconoció el jefe de Estado galo en el aeropuerto Charles de Gaulle.

Sarkozy abogó por esperar y no decantarse aún por ninguna hipótesis sobre lo ocurrido. “No podemos privilegiar ninguna tesis ni descartar ninguna; sabemos que había turbulencias fuertes, pero otros aviones las han sufrido; y sabemos que ha habido un problema de aviación, pero los especialistas rechazan en el momento actual de la investigación pronunciarse sobre ninguna pista”, explicó. “Se trabaja sobre las condiciones meteorológicas y el último diálogo de la cabina para comprender” lo ocurrido, precisó.

Dos españoles a bordo

Según Brousse, de Air France, a bordo del Airbus 330-200 viajaban 126 hombres, 82 mujeres, siete niños y un bebé y la tripulación estaba formada por doce navegantes -tres auxiliares técnicos y nueve auxiliares comerciales-.

En un comunicado oficial, Air France informó de que en el avión viajaban 61 franceses, 58 brasileños y 26 alemanes. Asimismo, volaban nueve italianos, nueve chinos, seis suizos, cinco británicos, cinco libaneses, cuatro húngaros, tres irlandeses, tres noruegos, tres eslovacos, dos marroquíes, dos polacos, dos estadounidenses, un argentino, un austríaco, un belga, un canadiense, un croata, un danés, un estonio, un holandés, un filipino, un rumano, un ruso, un turco, un gambiano, un islandés, un sueco y un surafricano.

El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación español confirmó luego la presencia de una mujer de origen catalán en el pasaje. El otro español es Andrés Suárez Montes, un ingeniero natural de Marchena (Sevilla), según informó Iván Casero Montés, primo del desaparecido.

Búsqueda

Las autoridades de distintos países han reaccionado pocas horas después de conocer lo ocurrido poniendo en funcionamiento sus recursos para tratar de localizar el Airbus 330-200. Desde Dakar ha salido en su busca un avión militar francés, al que se suman los esfuerzos de tres barcos y siete aviones de la Marina y la Fuerza Aérea brasileñas. Esta última fue la primera en comenzar la búsqueda del avión, a las 7.30, hora peninsular española, unas tres horas después de que desapareciera.

También España ha ofrecido su ayuda, concretamente, con el avión Casa 235 de la Guardia Civil informaron fuentes del Ministerio del Interior. El aparato despegó de Dakar, donde participaba en el despliegue de la agencia europea Frontex contra la salida de cayucos de la costa africana en dirección a Canarias.

Además, Sarkozy señaló que Francia ha “pedido ayuda a los estadounidenses a través de satélites para localizar el lugar donde se produjo la catástrofe”. Según el presidente francés, el objetivo es encontrar el “máximo número de elementos” del aparato con el fin de “comprender lo que ha pasado”. En este sentido, reconoció que “será muy difícil porque la zona de búsqueda es inmensa, de cientos de kilómetros”.

El accidente del Airbus 330-200 sería, de confirmarse, la peor tragedia aérea a nivel mundial de los últimos tres años, por el número de víctimas mortales. En ninguno de los diez últimos grandes accidentes de aviación la cifra de víctimas mortales superó las 200, siendo el más grave el sufrido en julio de 2007 por un avión de la compañía brasileña TAM en Sao Paulo (199 fallecidos, doce de ellos en tierra).