MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
Los haitianos recordaron este viernes a los más de 200.000 muertos que dejó hace justo un mes el terremoto con misas y oraciones, aprovechando el día de luto convocado por el Gobierno. Entretanto, las ONG siguen con su trabajo contrarreloj para hacer llegar la ayuda a los miles de damnificados y para atender sus necesidades sanitarias, una vez concluida la primera fase de la emergencia.
El Gobierno ha declarado la jornada de este viernes festiva y desde las 6:00 horas se han comenzado a celebrar misas en las iglesias del país, aunque la misa central tendrá lugar junto a la antigua catedral de Puerto Príncipe, que quedó devastada por el seísmo. Según la BBC, las autoridades han previsto incluso instalar pantallas gigantes en algunos de los campos de desplazados para que puedan seguir la ceremonia.
Además, se ha pedido que a las 16:53 horas (22:53 hora española), justo el momento en que el terremoto de más de 7 grados en la escala Richter sacudió el país, los haitianos que viven en el país y los que viven en el extranjero se arrodillen y recen por las víctimas. Para el próximo miércoles, según informa la agencia haitiana AlterPress, está prevista otra gran ceremonia en Campo de Marte, principal plaza pública de la capital situada junto al antiguo Palacio Presidencial, para rendir homenaje a las víctimas pero también para celebrar la vida de los supervivientes.
Durante la jornada de luto de este viernes, el Gobierno ha invitado a los haitianos a que vistan de negro y blanco. Según relató a Europa Press desde Puerto Príncipe Óscar Serrano, coordinador de Salud y Nutrición en emergencias de Acción contra el Hambre, en las calles se puede ver a muchas personas vestidas de blanco, sobre todo mujeres, con pañuelos en la cabeza.
“La gente está rezando en todas las esquinas” y en algunos casos incluso “están cantando con la Biblia en la mano”, indicó Serrano, que también dijo que se podían oir las campanas en la capital. Según Cristina Castillo, delegada de Cruz Roja Española (CRE) en Haití y que está coordinando la ayuda de emergencia, “este viernes hay menos gente en las calles, la mayoría está en las iglesias, que están llenas y se pueden oir cánticos”.
CAPACIDAD DE SUPERACIÓN
Tanto Serrano como Castillo coincidieron en resaltar la capacidad de superación de los haitianos ante las adversidades. Para el responsable de Acción contra el Hambre, en España “no podríamos superar una cosa así, nos costaría mucho más recuperarnos”, pero los haitianos, lamentablemente, “no son extraños al sufrimiento”.
En este sentido, destacó cómo muchos de los trabajadores haitianos de la ONG, pese a haber perdido a sus familiares, han trabajado sin descanso para ayudar a sus conciudadanos. “Es impresionante la fuerza que tienen”, admitió, mientras que a los expatriados “nos resulta difícil seguir adelante todos los días”. “Yo el dolor de lo que visto aquí me lo voy a llevar a casa”, aseguró Serrano, que regresa la próxima semana.
Igualmente, Cristina Castillo destacó que “el haitiano es una persona muy fuerte y hasta cierto punto resignada”. Asimismo, aseguró que son “tranquilos” y precisó que hasta el momento Cruz Roja Española no ha tenido ningún incidente de seguridad. “Si esto hubiera ocurrido en nuestro país no sé cómo nos encontraríamos”, afirmó.
En cuanto al problema de la seguridad, del que se ha hablado mucho dados los antecedentes del país y a la fuga de cientos de reclusos de las prisiones tras el terremoto, la delegada de CRE dijo que aunque hay que “estar vigilantes” se generó “demasiada alarma y está más tranquilo de lo que cabría esperar”.
QUEDA MUCHO POR HACER
No obstante, según Oscar Serrano en algunas zonas de la capital hay gente que está “empezando a perder la paciencia”, aunque la mayoría es consciente de que “esto va a seguir así durante bastante tiempo”. “Se está haciendo mucho pero todavía queda mucho por hacer”, admitió el responsable de Acción contra el Hambre, asegurando que las agencias humanitarias están haciendo “esfuerzos salvajes” para ayudar.
ACH está centrada especialmente en el problema de la nutrición, ya presente aunque no a niveles alarmantes antes del seísmo. “Están apareciendo nuevos casos”, indicó, precisando que en estos momentos la organización está elaborando una “evaluación nutricional” con el fin de diseñar un programa específico que se prevé cuente con cuatro centros de tratamiento nutricional junto con otras ONG.
Respecto a esta cuestión, Serrano llamó la atención sobre la falta de alimentos frescos en la actual dieta de los haitianos, ya que ésta “se reduce al reparto de alimentos” de las organizaciones humanitarias.
“Los precios están por las nubes”, lamentó, aunque confió en que con el incremento del reparto de productos como arroz y aceite esto pueda cambiar. Asimismo, confirmó que parte de la ayuda es revendida por los damnificados “pero es algo normal con lo que contamos y que no se puede evitar” en situaciones de este tipo en las que la gente “se ha quedado sin trabajo y no tiene recursos”.
Por otra parte, explicó, se han creado en los campos de desplazados “tiendas de apoyo a la lactancia materna en las que las mujeres pueden dar de mamar a sus hijos sin estar a la vista de todo el mundo y además reciben atención psicosocial y ayuda”.
NECESIDAD DE COBIJOS
No obstante, los dos trabajadores humanitarios coincidieron en que la principal necesidad en estos momentos es el cobijo ante la llegada de las lluvias en marzo y de los huracanes en verano. “Estamos trabajando en el reparto de tiendas y toldos y en tratar de que las condiciones habitacionales sean mejores ya que hay muchos problemas de hacinamiento y de espacio” para acoger a los damnificados, explicó Cristina Castillo.
En este sentido, subrayó que también es necesario “mejorar las condiciones higiénicas” para lo que CRE está llevando a cabo una campaña de promoción de la higiene en la que se anima a lavarse las manos para evitar enfermedades como la diarrea, de la que han aparecido algunos casos.
Asimismo, la organización trabaja en la instalación de letrinas pero sobre todo en el reparto de agua con 25 puntos de distribución en Puerto Príncipe y otros 25 en Léogane, la segunda ciudad más afectada. “Estamos distribuyendo 700.000 litros al día de los que se benefician 175.000 personas y en total hemos repartido ya más de 12 millones de litros de agua”, destacó Castillo.
En el plano sanitario, se está entrando ya en la segunda fase, aunque sin abandonar del todo la emergencia, ya que todavía “se presta mucha atención a pacientes por el terremoto” ya que muchos de estos, como los que sufrieron amputaciones, necesitan atención postoperatoria. Sin embargo, a partir de ahora “hay que volcarse en los enfermos crónicos, a los que atendía antes del terremoto” y retomar el programa de prevención del VIH, que quedó “paralizado”.
POBLACIÓN TRAUMATIZADA
“La población todavía está traumatizada”, reconoció Castillo. Según ilustró, “muchos padres no se atreven a llevar a sus hijos a las escuelas que quedaron en pie por temor a que pueda haber otros terremotos”. Esto hace que, para los pequeños, al trauma de haber vivido esta tragedia se una el “trauma de vivir en los campamentos hacinados, fuera de su entorno y sin nada que hacer todo el día”.
Las organizaciones a las que representan Serrano y Castillo tienen intención de quedarse en Haití durante bastante tiempo. En el caso de ACH, “seguirá el proceso de emergencia al menos un año” ya que “existe un compromiso muy fuerte de seguir ayudando a Haití”, según Serrano, mientras que CRE, que ya estaba en el país antes del terremoto, tiene “un plan a seis años para ayudar a los afectados por el seísmo y a las comunidades donde se han trasladado”.