Hamas y Al Fatah renuevan el acuerdo de alto el fuego tras 48 horas de guerra

El presidente palestino y líder del movimiento nacionalista Al Fatah, Mahmud Abas, y el secretario general del grupo islamista Hamas en el exilio, Jaled Meshal, pactaron este viernes por teléfono una renovación del acuerdo de alto el fuego entre las facciones palestinas.

El acuerdo, que fue elaborado después de una reunión entre representantes de las facciones y mediadores egipcios en Gaza, llegó tras fuertes enfrentamientos entre los grupos armados que causaron 24 muertos y 245 heridos en poco más de 24 horas.

Abás y Meshal deben reunirse el próximo martes en Arabia Saudí para tratar el problema de la violencia interna y volver a encarrilar el proceso de formación de un gobierno de unidad nacional.

El principal propósito de dicho gobierno sería recobrar la confianza de la comunidad internacional para que levante el boicot que ha impuesto al Ejecutivo de Hamas.

No obstante, Hamas se niega aún a cumplir con las condiciones impuestas por el Cuarteto de Madrid para reanudar las ayudas directas al Gobierno palestino, que son reconocer a Israel, aceptar los acuerdos ya pactados con el Estado judío y renunciar a la violencia.

El Cuarteto (ONU, EEUU, UE y Rusia) se encuentra reunido este lunes en Washington para estudiar la manera de relanzar el proceso de paz entre palestinos e israelíes y debería determinar hasta qué punto sigue insistiendo en el cumplimiento de las condiciones antes de reanudar las ayudas.

En una carta dirigida al Cuarteto, el ministro de Asuntos Exteriores palestino, Mahmud Al Zahar, apela a establecer un “diálogo constructivo que nos ayude a acabar con las tensiones en la región e incite a los partidos a lograr una estabilidad que lleve al reconocimiento de los derechos legítimos de los palestinos”.

Las tensiones internas llegaron este viernes a un paroxismo en Gaza con unos enfrentamientos callejeros que causaron la muerte de una veintena de combatientes, sobre todo de Al Fatah, pero también de dos niños de ocho y cinco años y de una mujer, que fue alcanzada en su casa por una bala que entró por una ventana.

La Universidad Islámica, cuyos planteamientos están próximos a Hamás, fue incendiada después de que las fuerzas de seguridad palestinas, leales a Al Fatah, detuvieran allí, según afirman, a siete expertos en armamento de nacionalidad iraní. Durante la operación presuntamente se suicidó uno de los expertos, el octavo del grupo.

Por su parte, combatientes de Hamas asaltaron una emisora de radio afiliada a Al Fatah en la localidad de Jebaliya y atacaron con cohetes un campo de entrenamiento de las milicias nacionalistas en las afueras de ciudad de Gaza.

La actuación de los servicios de socorro se vio entorpecida por el hecho de que las ambulancias tuvieron dificultades para pasar por las calles en medio de los tiroteos, y por que no hay suficiente sangre para las transfusiones.

Los hospitales han hecho, por ello, llamamientos a la población para que done sangre, pero la mayoría de los habitantes de la franja temen salir de sus casas y este viernes la mayoría no han acudido ni siquiera a la mezquita.

A media tarde las facciones acordaron formalmente renovar el compromiso de cese de las hostilidades y seguir negociando sobre la manera de aplicarlo sobre el terreno.

El acuerdo de alto el fuego, que fue pactado el martes pasado y colapsó a los dos días, pide a las partes cesar las hostilidades, retirar a las milicias de las calles, acabar con las campañas de incitación a la violencia y reanudar el diálogo nacional.