BEIRUT, 17 (Reuters/EP)
El primer ministro libanés, Saad Hariri, ha hecho un llamamiento a la calma después de la reciente tensión por la posibilidad de que el tribunal de la ONU que investiga el asesinato de su padre, el ex primer ministro Rafik Hariri, acuse a varios miembros del partido-milicia libanés prosirio Hezbolá.
Hariri declaró que Líbano no debería temer “ningún ruido político, que esperamos calmar y convertir en un discurso de calma, y comenzar un diálogo democrático”.
Hezbolá ha criticado con firmeza a este tribunal de la ONU y ha señalado que la primera sentencia de los fiscales, que se espera para los próximos septiembre u octubre, podría culpar a algunos de sus miembros. El líder de Hezbolá, Hasan Nasralá, que permanece escondido desde 2006, ha negado en varias ocasiones que exista ningún vínculo entre Hezbolá y el asesinato de Hariri, y ha calificado al tribunal como un “proyecto israelí”.
Hariri aseguró anoche que las diferencias deberían resolverse mediante la apertura y el diálogo. El pasado sábado, indicó que quería saber quién mató a su padre pero, al mismo tiempo, quería estabilidad. “El diálogo no puede tener éxito con acusaciones de traición y con peticiones persistentes que piden pruebas de patriotismo y nacionalismo”, aseguró.
En sus comentarios de anoche, insistió en su llamamiento a la calma. “Vuelvo a pedir que se abstengan de estos métodos y detengan los insultos y acusaciones. Con calma, podemos abrir la puerta del diálogo y podemos escucharnos”, afirmó. “Y con sabiduría, podemos proteger Líbano”, añadió.
Los comentarios de Hariri se producen antes de que se celebre una sesión de “diálogo nacional”, prevista para este jueves y en la que los líderes rivales intentarán acordar la estrategia de defensa del país hacia Israel. Según fuentes políticas, la cuestión del tribunal no está contemplada en la agenda, pero es muy probable que se toque el tema en las discusiones.