Irán anunció este jueves un nuevo progreso en su programa nuclear, inaugurando su primera planta de producción de combustible nuclear y anunciando que ha probado un equipo más avanzado para enriquecer uranio.
Estos anuncios, realizados un día después de que Estados Unidos y otras cinco potencias invitasen a Teherán a las conversaciones sobre su programa nuclear, reavivarán las preocupaciones de los países occidentales por la posibilidad de que Irán consiga armas nucleares. Teherán afirma que sólo busca generar electricidad para poder exportar más petróleo.
El presidente, Mahmud Ahmadineyad, inauguró la planta, ubicada cerca de la ciudad de Isfahan, en el centro de Irán, un suceso que el director de la Organización Iraní de la Energía Atómica, Gholamreza Aghazadeh, aseguró que significa que la república islámica ha dominado todas las etapas de producción de combustible nuclear.
Por su parte, uno de los administradores de la planta de producción de combustible, Vajiholá Asadi, explicó que es “cien por cien” iraní y que producirá combustible para el reactor de agua pesada de Arak, en Isfahan.
Aghazadeh también anunció que Irán ahora posee 7.000 centrifugadoras para enriquecer uranio y que ha obtenido la tecnología para producir “centrifugadoras más exactas”. En febrero, Irán aseguraba tener operativas 6.000 centrifugadoras.
Por otro lado, Ahmadineyad indicó que Irán ha probado dos nuevos tipos de centrifugadoras para enriquecer uranio con una capacidad “varias veces mayor que las existentes”. Mientras, el jefe de la comisión de seguridad nacional y política exterior del Parlamento iraní, Alaeddin Boroujerdi, aseguró a los periodistas en Isfahan que el Gobierno descarta por completo detener el programa nuclear.
“Hoy, Irán prácticamente probó que su ciclo de combustible (nuclear) está completo y, por supuesto, la suspensión del enriquecimiento del uranio no puede ser discutida”, comentó.
Buscando una solución
Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Alemania y Reino Unido anunciaron que pedirán al Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana, que invite a Teherán a una reunión para encontrar “una solución diplomática para este asunto crucial”.
Este hecho marca un cambio en la política de Washington con el nuevo presidente Barack Obama, después de que su antecesor George W. Bush liderase un intento de aislar a Irán. China, miembro con poder de veto del Consejo de Seguridad de la ONU y socio en temas energéticos y económicos de Irán, aseguró que da la bienvenida a las señales de renovada participación e instó a Teherán y a otras potencias a buscar los contactos para solucionar la disputa.
En este sentido, Ahmadineyad declaró hoy que Irán estaría dispuesto a iniciar conversaciones con Occidente si éstas se basan en el “respeto” y la “justicia”. Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Robert Wood, resaltó que Estados Unidos aún espera una respuesta desde Teherán.